Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos
ENTREVISTA. Tatiana gómez, basquetbolista:

"Siempre voy a estar dispuesta a jugar por la selección, es un motivo de orgullo"

TRAYECTORIA. Tras brillar en Chile, partió a Europa. Hoy está radicada en Valdivia y defiende a la Escuela Alemana de Paillaco.
E-mail Compartir

Victoria Gatica Villegas

Fue en quinto básico cuando Tatiana Gómez Kehsler (40) comenzó a jugar básquetbol. Una pasión deportiva familiar, heredada de sus padres Miguel Ángel Gómez Vandel-Steel y de Ibeth Kehsler Guerrero, que además fue traspasada a sus dos hermanos mayores: Johnny y Katty.

A pesar de que partió como un hobby, poco a poco Tatiana fue escalando y comenzó a captar miradas de entrenadores y reclutadores deportivos, no solo por su 1.95 mts. de estatura, sino que también por su agilidad, rapidez y destreza en la cancha.

Su buen desempeño deportivo la llevó al Viejo Continente, donde estuvo jugando durante 15 años. Su puerta de entrada fue defendiendo la camiseta del club portugués Povo de Esgueira, en 2003.

Hoy, a sus 40 años y con dos hijos que ya siguen sus pasos cesteros: Julián (7) y Luna Ernst (4), Tatiana juega con los colores de la Escuela Alemana de Paillaco, se dedica al emprendimiento familiar que comparte con su hermano Johnny y a la maternidad.

Si bien es magallánica, tiene mucho cariño por Valdivia, ya que entre otras cosas, le permitió cumplir su sueño al concretar el proyecto de Paraizoo (recuadro).

Historia

¿Cómo partió en el básquetbol?

-Mis papás jugaban. Entonces siempre estuvo eso ahí. Con mis hermanos empezamos a jugar porque éramos altos y en la enseñanza básica nos vio un profesor y nos llevó para que vayamos a probar.

¿En qué momento dio el salto que le permitió ingresar a la selección nacional?

-Cuando recién empecé era algo escolar y cuando pasé a enseñanza media y empezaron los campeonatos, los escolares, y los Juegos Binacionales de La Araucanía. Cuando hay viajes, entusiasma más cuando uno es chico. Después me vieron a nivel nacional, me llamaron a la selección y eso fue cuando era "pasarela", que ahora es infantil. En algún sudamericano me vieron los representantes que iban a buscar jugadores y un día recibí una llamada, donde me estaban ofreciendo para irme a jugar a otro país. La primera vez que me llamaron no pude ir. Fue una decisión que tomamos con mis papás, porque era ir a Siria, un país complicado, con una cultura muy distinta, por lo que decidimos que no fuera. Después, al tiempo me llamaron para ir a Portugal y tomamos la decisión de que me vaya.

¿Cómo fue la experiencia en Portugal, su puerta de entrada a Europa?

-Me fui sin saber absolutamente nada. En ese tiempo no había jugadoras que uno tenga como ejemplo, de cómo era el tema. Yo llegué y extrañé mucho, porque era harto tiempo: ocho meses que tenía que irme y antes de eso solo iba a los campeonatos y el mayor tiempo que había estado fuera, fue en Ecuador, que estuve un mes y medio. La decisión que habíamos tomado era irme un año, para probar. Me fue bien y me quisieron fichar para un equipo con más dinero y un plantel mejor. Me entusiasmé y me fui quedando un año y después me llamaron de España, que era una mejor liga con mejor sueldo. Así me fui quedando hasta hace un par de años, cuando me 'jubilé', por decirlo de alguna manera, por mis hijos.

¿Cómo complementó el deporte, con sus estudios y su vida personal?

-Antes de irme había empezado a estudiar Educación Física, lo congelé y nunca lo retomé. Allá hice cursos, pero no estudié ninguna carrera, porque tampoco me daba el tiempo y como era extranjera, era mucho lo que se me exigía. Entrenábamos dos veces al día y en realidad me dediqué 100% a jugar.

¿Qué es lo que más destaca del deporte en su vida?

-Lo que más me ha dejado son las amistades, las personas que he conocido en todo este tiempo, eso es lo que más destacaría.

¿Qué le inculcaron sus padres para motivarlos a hacer deporte?

-La perseverancia. También recuerdo que mi mamá siempre me acompañaba a los entrenamientos y a todos los partidos, los fines de semana.

Emprender en familia, por el amor a los animales

E-mail Compartir

Hace siete años, Tatiana y su hermano Johnny comenzaron a construir Paraizoo, un sueño que se transformó en un emprendimiento familiar que surgió por su amor hacia los animales y que posteriormente se concretó en una granja educativa, que además contempla un quincho y juegos.

Respecto a la iniciativa, Tatiana Gómez relató que "vienen visitas de colegios y familias, por ejemplo, donde las personas pueden alimentar a los animales e interactuar con ellos de forma segura".

En 2021 comenzaron a construir este espacio educativo y asegura: "Estamos contentos por los resultados y la buena respuesta de la gente". En el lugar, los visitantes pueden encontrar animales como ovejas, emúes, tortugas, boas, ciervos, caballos, gallinas, conejos y vacas, entre otros.

Paraizoo Valdivia está ubicado en el sector Cabo Blanco. También tienen una página en Instagram: Paraizoo _ y en Facebook: Paraizoo.