Buena respuesta, pero todavía falta
La comunidad reaccionó bien ante las alertas preventivas de ayer, lo cual indica la importancia de educar en esta materia. La erupción producida en Tonga tuvo efectos por todo el Pacífico Sur. En Los Ríos, las olas dañaron el muelle de Las Coloradas en la Isla del Rey.
La jornada de ayer estuvo marcada por las alertas de tsunami activadas en la tarde, debido a la llegada a las costas chilenas de las olas causadas tras la erupción del volcán subterráneo Hunga Ha'apai, en Tonga, Oceanía. El fenómeno telúrico fue captado por los satélites y las imágenes que mostraban su magnitud se difundieron profusamente a nivel internacional, mientras los efectos del hecho alcanzaron lugares tan lejanos, como Japón y el muelle Las Coloradas en la Isla del Rey en Corral, a más de diez mil kilómetros de distancia (ver páginas 7-13; www.soyvaldivia.cl).
Hasta el cierre de esta edición la noticia aún se encontraba en desarrollo, pero fue necesario evacuar las playas, suspender la navegación y activar medidas de prevención. En Los Ríos, las alertas enviadas desde la Onemi (Oficina Nacional de Emergencias) de manera sucesiva entre las 15 y 18 horas fueron acatadas por la comunidad sin contratiempos, con apoyo de personal de municipios, Bomberos, Armada y Carabineros, quienes además contribuyeron a mantener la calma y a informar sobre la evolución de lo sucedido.
Todo lo anterior se logró con relativa tranquilidad y rapidez, lo cual habla de una creciente conciencia y mejor organización frente a este tipo de fenómenos naturales. Además, demuestra que la educación para responder ante los riesgos es altamente necesaria y que debe mantenerse de manera continua en la agenda pública.
Este contexto permite, también, llamar la atención sobre la importancia de realizar ejercicios de emergencia. El más reciente a nivel local se efectuó en mayo de 2021 y estuvo dirigido a medir la capacidad de respuesta de los organismos públicos, pero no contó con participación de pobladores. Fue positivo, por supuesto, pero lo ideal sería retomar la práctica masiva de simulacros en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan, con escolares y ciudadanía en general.
Paralelamente, lo vivido ayer puso otra vez en evidencia la precaria conectividad vial de Valdivia con la costa. El tema suena reiterativo -y lo es- pero se debe seguir hablando de él, porque un atasco de tránsito de las proporciones que sufre el puente Pedro de Valdivia contribuye muy poco a la seguridad colectiva.