Ordenanza por lagos enfrenta a las comunidades y particulares
EN PANGUIPULLI. Luego de los recursos de protección presentados, distintos actores entregan sus argumentos para rechazar o apoyar la prohibición de navegación de embarcaciones motorizadas, mientras que experto apunta a mayor regulación y a la zonificación lacustre.
La ordenanza que prohíbe la navegación de embarcaciones motorizadas en la cuenca del lago Calafquén no genera consensos. El 28 de diciembre de 2021 fue aprobada por el Concejo Municipal de Panguipulli con cinco votos a favor y una abstención. En el detalle, la ordenanza "regula la navegación de embarcaciones a motor por los siguientes lagos: Calafquén, Pellaifa y Pullinque, prohibiéndose el desembarco, circulación y navegación de toda clase de embarcaciones que funcionen en base a cualquier tipo de combustible hidrocarburo tales como: diésel, gasolina y kerosene"; y excluye de esta restricción: vehículos acuáticos de emergencia, de servicios públicos para efectos de fiscalización, inspección o levantamiento de datos, y de investigación científica que tiene que ser consensuada previamente con la comunidad.
Conocida su aprobación y lista para entrar en vigencia, el ingreso por parte de la Armada de una consulta a Contraloría acerca de la legalidad de la ordenanza y la solicitud urgente de un pronunciamiento, así como la presentación de dos recursos de protección de particulares ante la Corte de Apelaciones de Valdivia en contra de la Municipalidad, mantienen suspendida la entrega en vigor de dicha ordenanza.
Protección de las aguas
Tanto la Municipalidad como las comunidades mapuches de la cuenca del lago Calafquén que fueron las que impulsaron -desde octubre de 2021- la creación de este instrumento, esperan el pronunciamiento del órgano contralor así como de los Tribunales de Justicia.
Sin embargo, las comunidades han emprendido acciones en defensa de la resolución de los lonkos y de esta ordenanza, las cuales -destacan- "son hitos de un proceso de resguardo y protección de los cuerpos de agua, como un bien común de significancia espiritual y que es urgente proteger con acciones concretas, para no lamentar en el futuro situaciones de contaminación como la ocurrida con el lago Villarrica". En octubre de 2017, el Ministerio del Medio declaró al lago Villarrica como "zona saturada".
En ese escenario, han iniciado un amplio proceso de difusión, haciendo un llamado a la ciudadanía y a las organizaciones a sumarse a la protección y cuidados del agua. Al respecto, Beatriz Chocori, una de las voceras de las comunidades, afirmó que "no estamos en contra del turismo, mucha gente de nuestras comunidades vive también del turismo".
"Queremos un turismo respetuoso, sustentable y que no agote los recursos hoy, sino más bien que los cuidemos para que a futuro Panguipulli efectivamente pueda destacarse como una comuna que protege el medioambiente y donde el turista o el visitante que llega tiene la posibilidad de disfrutar de lo que ahí existe", agregó.
Concejo municipal
A favor de la ordenanza municipal está el ex alcalde y actual concejal Alejandro Köhler, quien argumentó para respaldar esta iniciativa que "la mayoría de nuestros lagos en la cuenca lácar Valdivia, a excepción del lago Pullinque, son de origen glaciar, es decir, eventos únicos de la naturaleza provocados por la última glaciación
y, por lo tanto, irrepetibles. Estos lagos maravillosos no cuentan con ninguna regulación que los proteja, y la única autoridad que administra y gestiona su uso es la autoridad marítima y ésta no tiene ningún instrumento de regulación efectiva para su protección ecológica".
En esa línea, Köhler destacó que la Municipalidad y el Concejo iniciaron un diálogo con las comunidades y sus autoridades ancestrales de la cuenca del Calafquén y producto de ese diálogo se estableció una ordenanza municipal de protección. Acerca de ésta dijo que "yo espero que a partir de esta ordenanza y, en concordancia con la necesidad de protección de nuestros lagos, se inicie un debate político parlamentario y ecológico que ponga el foco en la necesidad de proteger y resguardar para el futuro nuestros lagos de origen glaciar, si no lo hacemos hoy, en 50 años estas maravillas de la naturaleza serán lagunas".
Además, el edil planteó que el Convenio 169 de la OIT establece un marco jurídico de protección a los territorios habitados por los pueblos originarios, en este caso del pueblo mapuche.
El concejal David Ruiz se abstuvo en la votación al considerarla una medida arbitraria y que no fue planificada. A juicio del edil, esta ordenanza se elaboró en muy breve plazo y fue presentada al Concejo sin estudios que la avalaran. "En el Concejo le pedí al alcalde de que hubiese un Estudio de Impacto Ambiental y le planteé que, en este caso, no se hizo consulta ciudadana, como sí en otras iniciativas que estábamos decidiendo; tampoco hubo un informe de organismos como cámaras de comercio, de turismo, y tampoco vi que la autoridad marítima emitiera un informe sobre la ordenanza. Creo que faltaron antecedentes antes de tomar la decisión", afirmó.
Por otra parte, Ruiz dijo que "mi duda siempre estuvo en la potestad que tiene el municipio sobre el lago", y además apuntó a que si se busca un turismo sustentable las medidas deben ser planificadas y proyectadas en el largo plazo, "esta ordenanza responde a la solicitud que hicieron las comunidades mapuches, pero no a una estrategia de desarrollo comunal".
Y, ¿cuáles son los argumentos de los particulares que se oponen a la medida? Uno de los recursos de protección fue presentado por un grupo de propietarios de inmuebles, residentes y turistas de los sectores ribereños del lago Calafquén; se plantea en el recurso que "la decisión edilicia impugnada, resulta brutalmente arbitraria, ilegal e inconstitucional" y que "en el caso de los recurrentes, desde hace años se ha privilegiado el uso de motores de navegación de 4 tiempos, los cuales tienen la ventaja de ser más eficientes, menos ruidosos y sustancialmente menos contaminantes que los de dos tiempos (...) Siendo así, no se puede atribuir al uso de embarcaciones de motor la supuesta contaminación de las aguas del lago Calafquén y sus alrededores, a la cual aduce arbitrariamente la ordenanza objeto de esta acción".
Un segundo recurso de protección -de la Inmobiliaria San Nicolás- sostiene que "ni la Constitución ni la ley prohíbe el desembarco, circulación y navegación de toda clase de embarcaciones que funcionen en base cualquier tipo de combustible hidrocarburo (...)".
Efecto en ecosistemas
Quienes defienden la prohibición de navegación apuntan a los daños que lo s vehículos acuáticos motorizados podrían causar a los ecosistemas .
¿Y cuáles podrían ser los eventuales daños? Ignacio Rodríguez, director del Centro de Humedales Río Cruces, explicó las posibles amenazas. La primera y una básica está vinculada con el mantenimiento de las embarcaciones; en esa línea, dijo que hay que adoptar buenas prácticas; por ejemplo, llenar los estanques de combustible en tierra y no en el agua para evitar que éste caiga, dado que -señaló- "los hidrocarburos son, en general, muy contaminantes del agua".
Segundo, las velocidades. Y al respecto, dijo que "se entiende que estas actividades acuáticas atraen turismo, pero no son bienvenidas en todos los lugares. En los grandes lagos, es importante que se limiten algunas áreas y, sobre todo, cuando hay fauna u organismos más sensibles".
Y tercero, el ruido, que afecta a la fauna que habita en los cuerpos de agua. "Esto tiene que ver con el tipo de turismo que uno quiere hacer, y ahí hay que tomar una decisión y es complejo, porque todos queremos compatibilizar las diferentes formas de vida y de costumbres", plateó y, en esa línea, dijo que los humedales, como los lagos, son lugares compartidos, no sólo de una persona y requieren compatibilizar los intereses y esto está asociado al impacto que generen, "si hay una embarcación que genera una contaminación fuerte, obviamente no puede existir, pero si hay algunas que demuestran que no están siendo una fuente de contaminación y pueden estar en lugares que están bien zonificados me parece que pueden navegar".
Frente a estas amenazas, Ignacio Rodríguez indicó que son necesarias las ordenanzas y regulaciones al respecto, porque -afirmó- "no tenemos la cultura de entender que hay lugares más sensibles que otros ni de entender que la fauna, la flora y la calidad de agua mantienen la estructura ecológica de los sistemas. Y hay muchos ejemplos de lugares que se degradan, ya sea por exceso de nitrógeno, por el vertimiento de desechos a los lagos, por exceso de hidrocarburo o porque muchas lanchas a motor superan la capacidad de carga y tienen mal manejo".
28 de diciembre de 2021 fue aprobada la ordenanza municipal que prohíbe la navegación de embarcaciones motorizadas en la cuenca del lago Calafquén, en Panguipulli.
2 recursos de protección fueron presentados en la Corte de Apelaciones de Valdivia contra la Municipalidad de Panguipulli. La acción fue interpuesta por particulares.
3 lagos están considerados en la ordenanza municipal: Pellaifa, Calafquén y Pullinque. La normativa que prohíbe la navegación en ellos está suspendida.