Durante el primer semestre de este año deberá quedar clarificada la compra de terrenos para construcción de viviendas sociales en Los Ríos. Esa adquisición deberá hacerla Serviu con dineros aportados por el Gobierno Regional, poniendo así fin a una polémica que marcó el cierre de 2021 por diferencias en los plazos para uso de los recursos.

La fecha fue estipulada en noviembre pasado entre la Comisión de Vivienda, Habitabilidad y Ciudad del Consejo Regional junto al Subsecretario de Vivienda, Guillermo Rolando. En la ocasión se definió pasos a seguir: la adquisición -con presupuesto 2021 de fondos ministeriales- un terreno en Puerto Nuevo (La Unión); pedir autorización para invertir (presupuesto 2022) en el Pasaje Apoquindo de La Unión; en Malalhue (Lanco) y Pochirropulli (Paillaco). Posteriormente, informar sobre otros seis también en cartera. En total, diez espacios, en seis comunas.

El acuerdo para este proceso incluye también una constante comunicación para seguir los avances, considerando el déficit habitacional, que en la región llega a doce mil viviendas, de acuerdo a datos de la Cámara Chilena de la Construcción.

En este contexto cabe recordar que el gobierno ha expresado su voluntad formal para avanzar en esta materia. De hecho antes de Navidad se hizo entrega de un "oficio de compromiso", para que familias beneficiarias de distintos planes de vivienda tengan certeza jurídica acerca del terreno donde se desarrollará su proyecto habitacional.

Todo lo anterior suma para disminuir las esperas, que hoy resultan demasiado largas. Una muestra son los doce años que han perseguido una casa propia las 62 familias que esta semana asistieron a la postura de la primera piedra de la villa que las albergará en Valdivia. Son comités de los campamentos Los Girasoles, Eladio Rojas La Estrella, Lan y Geywitz; además de allegados del grupo Calle Calle. ¡Más de una década! Y no son los más antiguos, lamentablemente.

Ante esta realidad, se debe velar para que nada demore ese proyecto, ni los planes para los terrenos; que se sumen voluntades políticas y se agilicen los trámites, poniendo a las personas en el centro de la labor estatal. Solamente así se honrará el discurso de vivienda como prioridad y derecho, que se escucha hoy transversalmente.

El viernes tuvimos una nueva reunión con todas las comunidades afectadas a propósito del corte de la ruta costera.

Se trató de una reunión que muestra las formas en que debemos articular respuestas y acciones entre la comunidad y las autoridades, cuando hay situaciones que nos afligen y nos preocupan de sobremanera. ¿Y por qué creo que son las formas? En primer lugar, porque hay una comunidad organizada y articulada a través de un petitorio único, donde han establecido puntos que reflejan un problema estructural: el abandono y la deuda que existe desde la institucionalidad con la zona costera de nuestro territorio.

En segundo lugar, la capacidad organizativa. No solamente hay unidad, sino también hay dirigentes y dirigentas con claridad en torno a sus decisiones, el modo de actuar y con la disposición, a través del diálogo claro y abierto, de exigirnos a las autoridades compromisos concretos, efectivos y medibles en el tiempo.

En tercer lugar, saludo la disposición de las autoridades para escuchar, dialogar y dar respuesta. Pese a todas las diferencias y distancias políticas que tenemos con el gobierno actual, hemos tenido la capacidad de reunirnos y articularnos en torno a esta problemática que nos aqueja sin distinción alguna. Sin dudas hay respuestas que corresponden a Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, otras al Municipio y otras al Gobierno Regional, pero a la gente no le interesa quién la entrega, sino que espera por la respuesta y su efectividad.

En cuarto lugar, lo que siempre surge y nos aqueja en estas situaciones: el centralismo. Si esto estuviese pasando en alguna comuna de la capital, sería tema nacional en los grandes medios de comunicación y veríamos a todos los ministros preocupados y visitando la zona afectada. Y precisamente, uno de los acuerdos que surgió el viernes, es pedirle al ministro de Obras Públicas que venga al territorio o que al menos envíe personal del nivel central a conocer esta realidad, a darse cuenta de porque necesitamos que se decrete Estado de Emergencia. La ciudadanía requiere de la atención del gobierno central, es un acuerdo transversal de la reunión del viernes y seguiremos insistiendo desde Valdivia, combatiendo el centralismo que invisibiliza las necesidades de tantas comunidades.

Carla Amtmann Fecci

Alcaldesa de Valdivia