Retorno seguro a clases escolares
El regreso a las aulas es una necesidad que se reconoce transversalmente. Pero el alza de contagios vuelve a sembrar dudas. Altos niveles de vacunación y toma de medidas en los establecimientos, son argumentos para retornar a las aulas en colegios municipales de la región de Los Ríos.
El próximo 2 de marzo, más de tres millones de estudiantes del país deberán iniciar el año escolar 2022. La fecha ya es oficial, pero todavía persisten dudas respecto de la presencialidad debido al violento avance de los contagios de covid-19 y la imposibilidad de muchos colegios de cumplir con todas las normas sanitarias.
Pese a que casi el 80% de los menores de 17 años está vacunado con dos dosis, persiste la inquietud en el Colegio de Profesores y en la Federación Nacional de Enfermeros y Enfermeras. Estos últimos han levantado voces para postergar el ingreso a las aulas o, al menos, hacerlo híbrido usando tecnologías, dividiendo grupos y tomando prevenciones extras como medir niveles de partículas en las salas, mejorar ventilación y asegurar testeos dos veces por semana.
Hay coincidencia en la necesidad urgente de recuperar la normalidad del vínculo de niños y niñas con sus respectivas comunidades educativas, por razones académicas y de salud mental también; pero los llamados apuntan a demorar esa decisión ante la presencia de ómicron y -desde ayer- de la variante ómicron dos.
En Los Ríos son 80.173 los alumnos y alumnas que regresarán a escuelas y liceos. De acuerdo a la programación anual, seguirán en clases hasta el 2 de diciembre (más vacaciones de invierno en julio) y muchos de los alcaldes locales han anunciado su determinación de cumplir con las fechas sin cambios en los 219 (de 467 en total) establecimientos de dependencia municipal, aunque la región presenta el segundo índice más alto de casos de covid-19 a nivel nacional.
Su determinación se basa en los altos niveles de vacunación y en que las doce comunas ya tienen desde 2021 aplicadas las normas de retorno seguro en los edificios estudiantiles. Lo que sí han enfatizado la mayoría, es pedir flexibilidad en algunas reglas como el uso de uniformes, reconociendo que la economía de las familias se ha visto afectada en pandemia.
El tema se mantiene en la agenda pública y es importante tomar definiciones al respecto. No olvidemos que el ritmo de la vida nacional y regional gira en gran medida en torno al calendario educacional, que estructura la cotidianidad de las familias; algo que se ha visto desafiado desde marzo de 2020, cuando comenzó la crisis sanitaria.