El regreso de la congestión vial
La pandemia trajo meses con menos tacos y poca contaminación; ahora, sin embargo, todas esas situaciones han vuelto a las calles. La cantidad de vehículos en Los Ríos se ha duplicado en los últimos diez años. Entonces, trabajar por la convivencia vial es una tarea colectiva...
Las restricciones de movilidad mantenidas por la pandemia hasta mediados del año pasado hicieron bajar la cantidad de personas y vehículos en las calles, como también la contaminación ambiental que genera el transporte.
Ese escenario, sin embargo, ha cambiado drásticamente este 2022. Basta mirar las vías de Valdivia y reconocer la antigua historia de los largos tacos en los puentes y en la ruta a la costa; los atochamientos en las avenidas céntricas y el alza exponencial de molestias como el ruido.
Y lo anterior no se debe solamente a los turistas, como algunos pudieran pensar. El parque automotriz ha crecido en toda la región. De acuerdo a antecedentes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Los Ríos pasó de tener 1,5 vehículos motorizados por cada diez personas registrados en 2010; a 2,9 móviles por cada decena de habitantes en 2020.
Además, en pandemia creció la compra de automóviles. No se veían tanto en las vías públicas, pero ahora están ahí y se multiplicarán más desde el 2 de marzo, al retornar las clases presenciales.
Con claridad, estas no son buenas noticias, porque los problemas de tránsito y demoras de traslados deterioran la calidad de vida.
Pero ¿qué hacer frente a esta realidad? Desde la Agrupación Tembici -que funciona a nivel nacional con servicios de uso de bicicletas- propusieron hace pocos días al público "una revisión de las decisiones personales" y priorizar otras formas de movilidad que diminuyan el impacto ambiental y promuevan la vida sana. En Valdivia está conciencia está instalada y se debe reconocer el trabajo de la seremi de Transportes por modernizar la locomoción colectiva; pero todavía falta apoyo para quienes eligen caminar o utilizar las bicicletas. Por ejemplo, se hace urgente fiscalizar el uso de las ciclovías como estacionamiento, acción frecuente entre los choferes, pero no solamente en el área urbana sino en sitios como el camino a Torobayo. Eso obliga a los usuarios a salir del espacio demarcado y exponerse al tráfico.
Velar por el derecho de todas las personas a usar las rutas y mantener la convivencia vial es un paso importante que se debe dar de manera colectiva. Si se logra, podría hasta quedar una herencia favorable después de la crisis sanitaria.