"Si al jubilar se quedan en la casa, van a terminar aislándose de todo"
81 AÑOS DE EDAD. La destacada vecina de Máfil fue recientemente incluida en la primera de los "100 Líderes Mayores" de Chile.
Por más de 50 años se desempeñó como paramédico en su natal Máfil, labor que le permitió ganarse el cariño y reconocimiento de toda una comunidad. A sus 81 años de edad y ya retirada de esa actividad, Margarita Vallejos, continúa ayudando a sus vecinos aunque desde otra faceta.
Al alero de la Unión Comunal de Adultos Mayores, colabora con mafileños de avanzada edad y en situación de dependencia severa, gestionando a través de proyectos la entrega de insumos y equipamiento médico.
Esta labor, sumada a su trayectoria anterior, han llevado a que sea distinguida en innumerables ocasiones. Incluso, al cierre de esta edición, era reconocida por un grupo de autoridades y amigos, debido a aporte y liderazgo en el desarrollo de Máfil.
Pero, sin duda, uno de los más importantes premios recibidos ha sido su nombramiento entre los "100 Líderes Mayores" de Chile, distinción entregada por El Mercurio, Fundación Conecta Mayor y la Universidad Católica de Chile.
María Margarita Vallejos Sánchez nació el 14 de junio de 1940 en Máfil. Cursó hasta sexto año básico en la ex Escuela N°58 (hoy Liceo Gabriela Mistral); y años más tarde estudió de séptimo básico a primero medio en el Liceo Armando Robles de Valdivia. Posteriormente, ya adulta, completó su enseñanza media en el Liceo Gabriel Mistral.
¿Cómo y a qué edad llegó a trabajar en la posta de Máfil?
-Fue cuando tenía quince años. Yo fui buena alumna en la escuela y me conocían, por eso me buscaron para llevar los Libros de la Farmacia.
¿En qué consistía específicamente esa función inicial?
- Por un lado, tenía que lavar el material. Además, cuando llegaban los medicamentos de San José, había que ingresarlos al Libro de Farmacia y a medida que se iban entregando había que actualizar el registro para que cuadre con el stock.
¿Cómo llegó a convertirse en paramédico?
- En su momento yo no pude seguir estudiando porque no contaba con los medios para hacerlo. Antes no se podía ir a Valdivia a estudiar y volver en la tarde, como se hace ahora.
Mientras trabajaba en la posta de a poco fui aprendiendo. Pasaron los años y cuando venía la ronda médica de San José, ya me conocían. Una enfermera de Valdivia me dijo que tenía que estudiar y hacer el curso de paramédico para que me pueda contratar, porque así como estaba sólo me podían contratar como auxiliar de servicio.
¿Cómo fue ese proceso de estudiar para ser paramédico?
- Primero tuve que ingresar al (ex) Liceo de Hombres de Valdivia para hacer de séptimo a primero medio, porque ese era el requisito para ingresar al curso. Me costó porque trabajaba y estudiaba, pero logré completar mi primero medio.
Luego me presenté en el Hospital Base para postular al curso de paramédico, y quedé. Me fue bien, y estuve un año estudiando. En 1970 me recibí como paramédico, me destinaron a la posta de Máfil y quedé como encargada.
¿Qué sintió al convertirse en paramédico?
- Me alegró mucho, a pesar de que antes de serlo jamás nadie me criticó por no tener estudios. De hecho, los profesionales que venían del Consultorio de San José destacaban mi trabajo.
¿Cómo describiría su trayectoria laboral?
- Pude ver cómo fue creciendo la posta hasta transformarse en consultorio y luego en Cesfam. Recibí la primera ambulancia, después llegaron dos colegas más de Valdivia, también contrataron un auxiliar de servicio, tuvimos un médico residente. Luego llegó más personal, enfermeras, médicos. Eso hasta que me jubilé en 2005.
Siempre tuve una muy buena relación con todos mis compañeros y pacientes. La gente todavía me reconoce y me respeta. Nunca tuve ningún conflicto con nadie, por lo que siento que me gané el cariño de la comunidad.
¿Qué sintió al ser incluida en la lista de los "100 Líderes Mayores"?
- Me sorprendió mucho. No es algo que yo ande buscando. Me postularon de la municipalidad también junto a un sobrino. Un día estaba en la Casa del Adulto Mayor y me llamaron de Santiago, me hicieron muchas preguntas para confirmar información de mi vida, y yo no sabía cómo sabían tantas cosas. Después me volvieron a llamar para confirmar que había sido incluida entre los 100 líderes mayores, y participé en la ceremonia por internet. Después recibí muchas felicitaciones de todas partes.
¿Actualmente a qué se dedica?
- A través de la Unión Comunal de Adultos Mayores, trabajo por las personas con dependencia severa de Máfil. Postulamos a proyectos del Senama, y los recursos los invertimos en pañales, en ayudas técnicas, o sillas de ruedas. Hasta antes de la pandemia, la municipalidad nos prestaba una camioneta para repartir la ayuda una vez al mes, pero ahora ya nos podemos exponer.
"Me alegró mucho completar el curso de paramédico, aunque antes de tener estudios jamás nadie criticó mi trabajo".
Margarita Vallejos, Paramédico mafileña.
"