Crear albergues y más conciencia
La mayoría de los animales callejeros llegó a esa condición por irresponsabilidad humana: abandono o cuidados esporádicos. En Valdivia hay aproximadamente 45 mil mascotas y un 35% de ellas vive en la vía pública. Muchas reciben alimentos, pero no cuidado sanitario, ni esterilización...
De acuerdo a cifras de la Municipalidad de Valdivia, en la capital regional hay un perro por cada 5,9 personas y un gato por cada 6,9 habitantes. Se estima, entonces, una población de 45 mil mascotas, de las cuales un 35% viviría en las calles. Pero no todas en ese grupo callejero son abandonadas; más de la mitad recibe alimentos y cuidados rudimentarios de los vecinos de un sector, aunque nadie se hace responsable directamente por ellas.
En ese cuidado esporádico y la ausencia de vínculo con un dueño o dueña, radica uno de los principales problemas de los animales llamados "vagos". Tienen comida y energía, reconocen un territorio, pero no cuentan con controles sanitarios, ni están esterilizados, de modo que contribuyen a la reproducción de sus historias. Se estima que en Chile nacen más de 700 mil cachorros al año, pero la capacidad de adopción es menor al 50%; de ahí que el control de natalidad sea un primer y básico paso (lyd.org).
En este contexto se hace necesario que existan albergues que ayuden a enfrentar la realidad de estos animales. En la región y en Valdivia hay recintos y proyectos particulares sustentados por organizaciones de voluntarios (como el que se planifica en Cabo Blanco, en un terreno entregado en comodato por Bienes Nacionales), pero ellos requieren de apoyos formales para continuar su tarea, tal como plantearon los representantes de varios de esos grupos en un reportaje publicado ayer por Diario Austral.
En 2018 desde la Municipalidad de Valdivia fue anunciada la creación de un canil comunal, pero diversas razones han postergado esa idea. Lo que sí hay es una Clínica Veterinaria, campañas sociales para esterilizar y la entrega de fondos para iniciativas de Tenencia Responsable de Mascotas. Sin embargo, se mantiene la urgencia de contar con espacios seguros para el rescate de animales en condición vulnerable.
Sin dudas que un lugar ayudaría mucho en esta causa. Habría recepción y protección. Sin embargo, lo que realmente puede hacer la diferencia es crear conciencia sobre el origen humano de esta "incivilidad". Si las personas se hacen cargo de los factores que ellas generan en su entorno, la presencia de perros vagos sería menor y no un problema complejo, como ocurre en la actualidad.