¿Por qué la CC no delibera?
¿Por qué la Convención encargada de elaborar un proyecto de Constitución no delibera?. La respuesta es sencilla: porque no puede hacerlo. Me explico: sin perjuicio de lo ya establecido sobre la no democrática elección de una parte significativa de los convencionistas, la mayoría de los miembros de la Convención, las denominadas ahora "Izquierdas", no tienen un proyecto común. Salvo que entendamos por tal la destrucción del Estado nacional y el fin de la República y la democracia representativa.
Son sólo una suerte de aglomeración de intereses de minoría, algunos de ellos de naturaleza corporativa o proto-facista. Son la sumatoria de minorías que supieron aprovechar muy bien las ventajas, tan inesperadas como circunstanciales.
Dado que el proletariado es ahora el principal sostén del capitalismo, estas minorías son los nuevos oprimidos. Es por ello que, no obstante tener intereses contradictorios, están obligados a permanecer y votar juntos en la Convención. De no hacerlo, volverían a la irrelevancia política.
Es por eso que no existe un Anteproyecto de Constitución que se esté discutiendo. Están intentando construir sin plano de edificación. No puede haberlo. En cada una de las Comisiones, integradas por representantes de las diversas montoneras, se ha ido diseñando una parte del edificio. El punto es que las habitaciones no tienen ventanas sino que rejas y los baños están en el comedor. Las partes no calzan y, además, contradicen las normas básicas en materia de construcción. Los edificios mal construidos colapsan, sobretodo en un país sísmico. Por otro lado, la minoría está dividida en dos: aquellos que persisten en la defensa de los valores republicanos y los que bajaron los brazos e intentan salvar algunos enseres. Estuvieron meses prestándose para una discusión inútil, esto es, la referida a los reglamentos de la Convención, tan innecesarios como inconstitucionales.
Sólo cabe oponerse a que este engendro entre en vigencia.
Jorge Vive Dibarrart Abogado jevived@gmail.com
Marxismo y dictaduras
Recuerdo que una vez el padre Ivo Brasseur escribió en boletín Bajo La Lluvia: "El Papa Pío XI, declaró al marxismo intrínsecamente perverso", o sea como un reloj bueno que tiene una pieza mala y por esto no da la hora, no cumple su papel.
El marxismo cree que, suprimiendo la propiedad privada y haciendo todo colectivo, habrá justicia, ignorando algo esencial: en el ser humano está el pecado que lo hace corromper el sistema mejor organizado y habrá siempre unos "vivos" o "pillos" para aprovecharse egoístamente de los bienes que son para todos. "Pero en el dinero y en lo que representa, también hay algo intrínsecamente perverso: manejado libremente en la sociedad de mercado, facilita el abuso y el engaño, la opresión de los pobres e ingenuos por los poderosos y astutos". Otro día expresó "antes Cuba era uno pueblo alegre; ahora no". Hoy, mientras el mundo condena la invasión armada de Rusia contra Ucrania, las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua apoyan al presidente ruso Vladimir Putin.
Derico Cofré Catril derico.cofre@hotmail.com
AFPs y herencia
Una de las particularidades de la capitalización individual, es la posibilidad de dejar herencia sobre los fondos previsionales que no son utilizados como pensión, lo cual es un atributo muy apreciado por las personas según la encuesta Criteria (Octubre 2021), en donde un 93% de los encuestados quiere que sus fondos previsionales sean heredables.
Como dato, en el año 2021 se entregaron USD 210 millones por concepto de herencia, y desde el año 2004 a la fecha se han entregado cerca de USD 2.000 millones.
Si bien la herencia de los fondos previsionales debe ser un tema secundario respecto a las pensiones propiamente tal, nadie puede cuestionar que la herencia fortalece el derecho de propiedad sobre los ahorros previsionales, lo cual junto a los retiros previsionales y a los excedentes de libre disposición, debilitan cualquier visión contraria a la capitalización individual.
Eduardo Jerez Sanhueza eduardo@masprevision.cl
Respeto y convivencia vial
Ciclovías plagadas de autos en distintos puntos de la ciudad; estacionamientos exclusivos para discapacidad utilizados por personas sin credencial de discapacidad; filas de autos estacionados en línea amarillas y sobre veredas en pleno centro de la ciudad; ciclistas que circulan sin ninguno de los implementos que exige la ley y sin respetar normas del tránsito.
En los últimos años Valdivia parece haber vivido un deterioro significativo en la convivencia vial y en el respeto básico a las normas del tránsito. Más allá de la fiscalización -que siempre será limitada por los recursos disponibles- nuevamente parecen ser la educación y el respeto los factores que nos están faltando. Depende de nosotros.
Cristóbal Torres A. Abogado torrescta@gmail.com