Se acerca un nuevo Día de las Regiones
Durante trece años, cada 31 de marzo ha traído una invitación para pensar en cómo construir una verdadera descentralización. Desde Los Ríos esta es una temática comunitaria presente hace cuatro décadas, cuando las voces ciudadanas se levantaron para solicitar equidad.
El jueves próximo será el Día de las Regiones. Es la décimo tercera vez en que se conmemora y, ahora, encuentra al país en un escenario muy distinto al de 2009, cuando se propuso la idea de designar una fecha especial para hablar de descentralización y recordar que "Todo Chile es Chile".
En ese tiempo no había autoridades elegidas democráticamente en cada zona. Los Gobiernos Regionales fueron creados en 1993, pero eran dirigidos por el intendente nombrado desde La Moneda y existía un Core (Consejo Regional) designado según porcentajes electorales definidos en las municipales.
Los primeros consejeros que ganaron elecciones directas asumieron recién en 2014 y, en 2021, fue el turno de los primeros Gobernadores Regionales con respaldo ciudadano. Paralelamente, los Delegados Presidenciales recibieron los roles de Interior (coordinación de gabinete y seguridad entre otros) para mantener la mirada del gobierno central en la aplicación de políticas públicas. Aquí hay un desafío actualmente en revisión, sobre todo para lograr verdadera integración que garantice gobernabilidad.
Todos estos cambios señalados requirieron modificaciones constitucionales, que podrían profundizarse con una nueva Carta Magna. De hecho, la Convención ya definió para su borrador que Chile será un Estado Regional y propuso otra forma de administración del país, con estructuras políticas nuevas, que aún no se encuentran del todo delineadas. O comprendidas públicamente. Falta claridad frente al concepto de "país unitario" (hay consenso respecto de su mantención) y frente a la asignación de recursos, tanto nacionales como propios. Esto es algo básico para el desarrollo económico de cada región, pero también del país en su conjunto. No se trata de repartir pobreza, sino de abrir mecanismos para que -de verdad- no se transforme en desventaja nacer en algunos lugares de Chile.
Por otra parte, en lo cotidiano, hace trece años este tema no se encontraba en la discusión comunitaria chilena como está hoy. Aunque no se le ve libre del temor que siempre causa la distribución del poder, ahora sí forma parte de una agenda compartida para cuestionar el centralismo.
En Los Ríos esta inquietud suma casi cuatro décadas y es bueno recordarla, cada 31 de marzo.