Muchachos de las guerras
Muchos veteranos, tuvimos la oportunidad de leer libros de luchas de jóvenes contra otros jóvenes que ni siquiera se conocían, menos tenerse odio o rencor, con lamentables saldos de víctimas por ambos lados, sin saber el por qué. Ahí tenemos, a los jóvenes en "Los desnudos y los muertos", de Norman Mailer; "Sin novedad en el frente" de Erich María Remarque"; "Por quién doblan las campanas" de Ernest Hemingway (espantosa guerra Civil Española, entre hermanos), por nombrar algunos. Obras que nos mostraron los sufrimientos y horrores que padecieron jóvenes estudiantes, compañeros y amigos, que se convirtieron en camaradas de armas, para llevarlos obligados o engañados, a los frentes de batallas. Eran tan jóvenes, que en los momentos de agonía llamaban como súplica a sus madres.
El último libro de esas horrendas características que leí, fue "Los muchachos de Zinc", de la autora rusa Svetlana Alexiévich, Premio Nobel de Literatura 2015. Trata de una cruenta guerra, de un millón de tropas soviéticas en Afganistán (murieron y desaparecieron más de 15 mil jóvenes soviéticos, entre 1979 y 1989). Debo admitir, que leí sólo, la primera parte de la obra, por razones de congoja y sensibilidad personal. Los detalles del sufrimiento de los imberbes soldados son escabrosos ; hechos censurables, que no deberían repetirse jamás. Sin embargo, los hombres reinciden y todo lo escrito, quizás leído posiblemente por los diplomáticos y líderes mundiales, pareciera que no les sirvió de nada.
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
Atraso escolar
Es positivo el retorno a clases presenciales, para así revertir la catástrofe que ha ocasionado la modalidad virtual de enseñanza y aprendizaje. Sabemos que los más afectados han sido niños y niñas que se encuentran en los niveles iniciales de la escolaridad.
Ahora es amplio el trabajo que deberán realizar los profesores, con tal de nivelar los objetivos de aprendizaje declarados en el currículo nacional. No será una tarea fácil, ya que está en juego el dominio de los aspectos disciplinares de cada asignatura, pero, además, el desarrollo de aquellas habilidades y actitudes que hacen que el ser humano aprenda para subsistir para la vida.
Seamos conscientes que todo lo que no se logró aprender por motivos de la pandemia, se restituya con responsabilidad y sin tener a los docentes y estudiantes con la 'soga al cuello' por intentar que se enseñe y aprenda lo que aún no se logra comprender. Debemos darnos el tiempo necesario para hacer un diagnóstico de cada una de las asignaturas del sistema escolar, para que luego, tener la claridad por dónde empezar.
Por sobre todo en la etapa escolar básica, infantes que no pueden aprender bajo una suerte de presión, sino que, habrá que ser capaces de recurrir a estrategias de enseñanza - aprendizaje que propicien dinámicas distintas a una clase de 'plumón y pizarra'. No olvidemos que esta tarea debe involucrar a todos los actores: directivos, docentes, estudiantes y apoderados.
Carlos Guajardo Castillo Director Pedagogía en Educación General Básica UCEN
Ucrania, la punta del iceberg
La situación en Ucrania es crítica y el orden mundial está cambiando. Hace 50 años Henry Kissinger visitó China en secreto. Creía que las relaciones entre China y Rusia eran tensas y que incorporar al país asiático al comercio internacional podría -además de beneficiar a ambos países- presionar indirectamente a la Unión Soviética. Tenía razón. Nixon firmó un tratado con Mao, y el crecimiento económico logrado permitió que los soviéticos no pudieran mantener el ritmo de gasto en armamento. Hoy vivimos la situación contraria. China ha continuado creciendo y Estados Unidos ha perdido su posición de líder absoluto. Rusia es hoy un factor de desbalance a favor de China, pero el nuevo protagonismo de Rusia no se debe al liderazgo de Vladimir Putin; es la debilidad de Estados Unidos lo que permite que sea estratégico para Rusia imponer su posición por la fuerza. Estados Unidos ya no tiene la fuerza de los 90 y Rusia lo sabe. Esto es evidente desde el punto de vista chino. Hoy son "la fábrica del mundo", líderes en tecnologías como el 5G y su PIB llega al 70% del americano con proyecciones de superarlo. El liderazgo chino permite que países como Rusia dependan en menor medida del sistema financiero y económico occidental: la sanción europea que impide a Rusia vender gas natural era predecible y no podemos descartar acuerdos de compraventa con China. El equilibrio de poder cambió y presionar para mantenerlo sólo traerá más tensiones. Por suerte existen alternativas para occidente: Estados Unidos podría avanzar hacia una unión política con países que comparten sus valores (los países de origen anglosajón y hasta la Unión Europea). Lamentablemente, para que estas iniciativas prosperen se requiere que los estadounidenses reconozcan que perdieron su lugar privilegiado; difícil pero no imposible. Ucrania es la punta del iceberg que significa la reorganización del poder en el plano internacional. Esperemos que nuestras autoridades ya hayan definido una estrategia acorde a la magnitud del desafío.
Gonzalo Valdés Centro de Políticas Públicas UNAB