Ver el texto definitivo
Amigos y conocidos me han dicho que sólo decidirán su opción para el Plebiscito de Salida luego de conocer el texto definitivo del Proyecto de Nueva Constitución. Ignoran o quieren soslayar que el "texto definitivo" ya existe y contiene numerosas disposiciones, que ya fueron aprobadas por el Pleno. Veamos algunos ejemplos significativos.
Nuestro país dejará de ser un Estado unitario, transformándose en uno fragmentado, compuesto por unidades territoriales sobrepuestas con capacidad de autogobierno, lo que incluye la cautela del orden público. Tratándose de los pueblos y naciones indígenas, podrán, si así lo desean participar plenamente en la vida política del Estado. Podrían no desearlo.
Se establece que la naturaleza tiene derechos, o sea, que los objetos del derecho se transforman en sujetos de derechos. Ray Bradbury tiene seguidores aventajados.
Se define al Estado como intercultural. En consecuencia, deberá promover el diálogo entre las diferentes cosmovisiones, o sea y por ejemplo, entre aquellas de la Edad de Piedra y las del Siglo XXI.
Se acordó que los Consejos Regionales, ahora Asambleas Regionales, podrán aprobar la creación de empresas públicas regionales (¿garantes del derecho al placer?) y solicitar al Congreso la transferencia de la potestad legislativa.
Se garantiza el derecho al aborto, sin plazos y sin causales. Se establece que la administración de justicia será ejercida por los tribunales de justicia y las autoridades de los pueblos indígenas. Se reconocen los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas, sistemas que no existen hoy y que, habiendo existido, son contrarios a los derechos fundamentales.
Finalmente, en la Comisión respectiva está incubándose el paso del gobierno presidencialista a uno de asamblea. Será una pesadilla.
Continuará.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
El Collico
Esta generosa y hermosa tierra donde se acuna el río más hermoso de Chile, también tiene historias que es bueno recordar.
Hoy me viene a la memoria el famoso vapor "Collico", que recorrió por años las aguas de nuestro dorado río con destino a Punucapa, Los Maitenes, Santa Juana, Locuche y otros lugares desde 1910 hasta 1980. Las aguas lo llevaron por viajes de ensueños a lugares donde vivían muchas personas que en esos años no tenían otro medio para viajar.
El histórico capitán del Collico, Hernán Rosas, de sonrisa generosa, gentil y humilde recibía a sus pasajeros en la proa. Don Hernán vivía en calle Cochrane esquina Pérez Rosales. Nunca supe si su familia estaba con él; lo que sí sabía es que se levantaba a las 5 de la mañana rumbo al muelle para hacer funcionar la caldera que manejaba Alfonso Mansilla, su amigo, otro hombre generoso que tuve el honor de conocer.
En 1968 tome mis esperanzas como maestro rural para irme a trabajar a la escuela rural Nº 46 del Tambillo cerca de Punucapa y ahí comencé a enseñar, siendo un joven que quería ver un mundo diferente. Ahí construí los anhelos de muchos niños rurales quizás hombres hoy y que nunca volví a ver.
En más de una oportunidad, mientras cobraba pasajes, Don Hernán me decía: profesor tome el timón y ayúdeme un poco. Con mucho temor muchas veces lo hice.
Quise contar esta linda experiencia para la historia de los que leen aquí y que quizás recuerden al Collico como una de las reliquias mas bellas de nuestra historia valdiviana. Su gemelo el "Venus", otro vapor, también hizo historia, pero murió en el olvido.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com
Educación de la sexualidad
Los derechos sexuales y derechos reproductivos son parte de las deudas que el Estado de Chile ha mantenido por décadas con las personas que habitamos este país. En este aspecto ha sido la incansable lucha de las mujeres, de las organizaciones feministas y de las disidencias sexuales, las que no han renunciado a usar todas las posibilidades para seguir demandando estos derechos; un ejemplo de ello es el derecho a la Educación Integral de la Sexualidad, y con ello, contar con normativas que permitan acceder a información fiable para decidir sobre la propia sexualidad, acceder a servicios de salud respetuosos con las diferencias y con políticas pertinentes para la población que se atiende; accesos a métodos de protección y medicamentos a precios justos y con la garantía de su eficacia, acceso a decidir sobre la vida reproductiva, a ser madre y/o padre o definitivamente no serlo, son solo algunas de las cuestiones largamente demandadas.
Nos encontramos ad portas que estos derechos se consagren en la propuesta de una nueva Constitución. Reconociendo el trabajo de la gran mayoría de los y las constituyentes hoy estamos más cerca que nunca de lograrlo y reconociendo que ha sido complejo vincular el derecho al placer o a la información como un derecho humano, aun así, estamos cerca.
Débora Solís Directora ejecutiva de Aprofa