Valdiviano cuenta cómo ganó más de $15 millones jugando en Casino Dreams
MÁQUINAS. Trabaja hace años en el Cementerio Alemán y recibió invitación para probar suerte.
De la vida hay dos cosas ciertas que nadie discute. Una, que algún día se acaba y la otra, que tiene muchas vueltas. Y quien más que don Andrés Silva Erdman, que no solo tiene edad para contar muchas historias donde la vida, en sus vueltas , le ha dado y le ha quitado, sino además que, por su trabajo, ya que ve a diario el final de la existencia humana por su labor en el Cementerio Alemán de Valdivia.
Don Andrés relata que suele ir al casino a distraerse, conversar con amigos y cambiar de aire, unas dos o tres veces por semana. Al fin -enfatiza- en 36 años junto a su esposa, "hicieron la pega": educaron a sus tres hijos. Un arquitecto, un veterinario y un dentista.
En esa línea, el ahora afortunado ganador contó que un domingo por la tarde le llegó un mensaje de Dreams Valdivia donde le obsequiaban un bono de 4 mil puntos, lo que equivale a unos 30 mil pesos, para probar suerte en las máquinas de azar. Recuerda que los lunes entra en la tarde al trabajo por lo que aprovechó la mañana para ir al centro, hacer unos trámites y, a mediodía, pasó a cobrar el bono para que no se le fuera a vencer.
"Cuando me quedaban 12 de los 30 mil, comencé con jugadas de 1500 pesos, porque el tiempo avanzaba y a las 15 horas debía estar en el trabajo. A la cuarta tirada se para la máquina y aparece la tremenda cifra", relata el aún sorprendido ganador de la jornada, quien, según testigos, repartió propina a todo el personal que estaba cerca de la máquina triunfadora.
"Todos los muchachos y las señoritas son muy amables y ellos me dieron la suerte, creo yo. Por eso, aunque suene feo que lo diga, a todos les dí "sus pesitos" para agradecerle a Dios semejante suerte", recalcó el ganador.
Como el tiempo apremiaba, don Andrés recuerda que tras la buena noticia, se echó los fajos de billete a los bolsillos de su casaca y pantalón, tomó una micro hacia el banco. Allí, depositó y llegó puntualmente al trabajo.
Sobre qué hará con los más de 15 millones de pesos, el afortunado guardó un largo silencio y luego se emocionó hasta las lágrimas. "Uno da todo por la familia y no le puede andar diciendo a los hijos lo que falta y no falta, porque uno primero cumple los sueños de ellos y uno se posterga. Yo siempre he tenido autos viejos. De hecho tengo una Chevrolet Luv 97, por eso decidimos con mi esposa comprarnos un vehículo cero kilómetro con este lindo premio que nos dio Dreams", sostuvo, precisando que ese mismo vehículo nuevo será el que usará ahora para llevar los alimento de las aves exóticas, perros y gatos que cría hace años en un parcela de agrado.