Colaboración para cuidar humedales
La Municipalidad de Valdivia creó una Ordenanza que involucra a la comunidad en la protección del patrimonio natural. Cinco son las áreas priorizadas, pero la comuna tiene 77 en el sector urbano y 10 en el periurbano; casi 3 mil 300 hectáreas de un patrimonio natural único...
En enero de 2020 fue promulgada la Ley de Humedales Urbanos, que entró en vigencia en noviembre de ese año, en plena pandemia. Esta semana, gracias a las atribuciones que la norma otorga, fue creada y aprobada por el Concejo Municipal la Ordenanza de Protección de Humedales de Valdivia, que es la primera de su tipo en el país y fue elaborada tras un trabajo de seis meses con instituciones estatales, de sociedad civil, academia, empresas (ver p.5).
La iniciativa cuenta con elementos altamente innovadores, como un estilo nuevo de gobernanza ciudadana (Comité Comunal de Humedales) y la creación de "inspectores voluntarios". Ambas ideas son muy importantes. Primero, porque recogen un espíritu local ya instalado de organización comunitaria, que ha permitido el cuidado de lugares como el Parque Urbano Catrico, Parque Urbano El Bosque y Humedal Angachilla. Segundo, porque al involucrar a los vecinos se colabora con una tarea que la municipalidad no podrá hacer sola. Tiene las atribuciones (la voluntad, que es básico) y la obligación, pero no los recursos suficientes para monitorear las casi 900 hectáreas declaradas bajo su responsabilidad. A las tres ya mencionadas áreas se debe sumar las de isla Teja y Krahmer. Y esos cinco son sólo los priorizados. En total, de acuerdo al Inventario Nacional, Valdivia tiene 77 humedales en zonas urbanas y 10 en periurbanas, que suman 3 mil 300 hectáreas aproximadamente en total; el 3,3% de las más de 100 mil que abarca la superficie comunal (en toda la región hay 149.647 hectáreas de humedales).
Otro elemento importante es que se estableció un Plan Estratégico Comunal de Humedales, pensado como una hoja de ruta de revisión bianual en la materia; lo cual implica resguardo, pero también inclusión de estos criterios en la planificación, asumiendo que la presión inmobiliaria es la principal amenaza de estos ecosistemas.
El desafío asumido por el municipio es grande. Pero el proceso de generar la Ordenanza demostró que no está solo en la tarea que debe liderar y que, sin dudas, podrá ser ejemplo a nivel nacional de involucramiento público-privado en la protección del patrimonio natural común. De hecho Los Lagos, Panguipulli y La Unión deben seguir la misma senda.