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Cumplidos ya siete meses en su segunda experiencia en Club de Deportes Valdivia -esta vez como entrenador- Luis Marcoleta Yáñez resume este periodo como un regalo de la vida, donde ha tenido la oportunidad de reencantarse con la profesión y de paso, devolver con triunfos y alegrías "un poco de todo el cariño que los hinchas y el valdiviano en general me ha demostrado desde que comenzamos nuestra relación, hace más de 30 años".
Y es que no hay que olvidar que el "Profe" Marcoleta es el goleador histórico de la institución con 37 tantos oficiales, anotados en las competiciones que disputó entre las temporadas 1988 y 1989, periodo en el cual el club estuvo en la Primera División Profesional. Posteriormente y ya en el epílogo de su carrera como futbolista, Marcoleta se retiró del fútbol profesional en el año 1991, en Huachipato. Pero esa no sería su despedida definitiva, ya que al año siguiente y continuando el apego con esta zona, vistió los colores del Deportivo Valdivia, equipo que representaba a la ciudad en la Tercera División, luego de la desaparición del antiguo Deportes Valdivia por problemas económicos y administrativos en aquella época.
Tras "colgar los zapatos", Luis Marcoleta decidió dar sus primeros pasos como entrenador y lo hizo precisamente en Valdivia, aunque esta vez en Deportes Las Ánimas y posteriormente en Regional Valdivia, antes de dar el salto en 1997 a Naval de Talcahuano, donde fue campeón de la Tercera División en 1999, obteniendo además el primero de siete ascensos que pavimentaron su fama de entrenador "ascensorista" durante su carrera en la banca de diferentes equipos.
¿Cómo se ha sentido en este nuevo periodo en la ciudad?
-Yo estoy muy feliz por esta nueva oportunidad que me da la vida de estar en Valdivia, que es un lugar donde he sido muy feliz y donde la propia gente me hace sentir muy bien. Acá tengo grandes momentos como futbolista y también como entrenador, ya que también acá di mi primeros pasos en ese aspecto. Aquí también tuve un cambio importante en el ámbito espiritual, además de conocer gente maravillosa. Por esto y otras cosas, me encantaría quedarme por muchos años más en la ciudad y en este club.
¿Ha cambiado su filosofía de juego y entrenamiento a lo largo de los años?
-Si comparamos los estilos de juego de mis primeros equipos con este Deportes Valdivia, siento que la filosofía de juego es la misma, ya que sin temor a equivocarme la base se mantiene, que es la intensidad, el sacrificio, buscar el buen trato del balón, además de anotar y evitar que nos marquen.En eso no ha cambiado nada.
Ahora bien, la metodología, el trabajo en la semana y la preparación han cambiado totalmente debido a las nuevas tecnologías, las que he ido incorporando a mi trabajo con el paso de los años, mientras he tenido que adaptarme a ellas y también estudiarlas. Hoy, estas nuevas herramientas te simplifican un montón la vida y nos obligan a estar a la vanguardia, pero hay que saber utilizarlas; no hay que olvidar que acá se trabaja con personas, que tienen buenos y malos días, lo que una máquina o los datos no te lo van a advertir.
¿Siente un respeto por parte del plantel más allá de ser el entrenador?, considerando su pasado como figura y goleador del club.
-Yo siento que estos chicos me tienen un respeto muy grande, pero es por mi forma de ser y lo cercano que trato de ser con cada uno de ellos, además del propio respeto que le tengo a cada uno. Acá, la gran mayoría ni siquiera nacía para la época en que jugué en Deportes Valdivia, entonces no tienen la obligación de saber el legado que tengo o del cariño que los hinchas del club sienten por mí.
De todas maneras, debido a conversaciones con otras personas, varios en el plantel han buscado en internet y se han encontrado con esa sorpresa. Y es que todos o la gran mayoría se quedan solo con mi etapa como entrenador y desconocen que fui jugador. Si bien no es una necesidad primordial, creo que el jugador se siente más identificado con su entrenador cuando sabe que éste también fue jugador, que era lo mismo que pasaba conmigo.
¿Cuáles son los objetivos del club o de usted en estos momentos?
-Son dos los objetivos principales que trabajamos en estos momentos. Lo primero es darle una mecánica y un funcionamiento al equipo, considerando que el 90% de los jugadores son nuevos en el plantel, sin dejar de lado la juventud de cada uno de ellos. Entonces, tenemos que ir trabajando paralelamente conceptos del juego en varias de sus facetas. Luego tenemos como consecuencia de lo anterior, ganarnos el respeto de nuestros rivales, que ellos sepan que jugar con nosotros será difícil y superarnos mucho más, sobre todo en condición de local.
¿Ascender a la Primera B está dentro de los objetivos más generales?
-Yo creo que todos tienen esa ilusión, pero en lo personal primero me concentro en conseguir los primeros objetivos y si los conseguimos, seguramente estaremos cerca o dentro de los candidatos a subir de categoría. No puedo ser irresponsable y decirle a nuestros hinchas que jugaremos por el ascenso, sin tener el funcionamiento, ni jugadores, ni las condiciones para hacerlo. Con esto no quiero decir que no tenemos como ilusión subir a la Primera B, pero vamos a ir paso a paso.
¿Hay necesidad de un nuevo estadio en Valdivia?
-Para comenzar, el estadio del Parque Municipal se mantiene igual que para la época en que yo fui futbolista y defendí estos colores. Hablamos de más de 30 años en que no se ha avanzando nada y, si es que se hizo algo, hoy no se ven resultados. Creo que la ciudad y la región, no solo el club deportivo, se merecen un estadio con estándares FIFA, tal como ocurre en todas las demás capitales regionales e incluso ciudades que no lo son. En este momento, por la situación de pandemia es difícil solicitar un estadio porque hay urgencias más inmediatas, así que espero que una vez que pase esto, se pueda comenzar a trabajar o reanudar lo que se estaba haciendo.
Este es un plantel joven como dice, pero también hay jugadores consagrados, como por ejemplo Paulo Garcés. ¿Cuál es la importancia de ellos?
-Para el club, es un honor poder contar con Paulo Garcés, quien ha jugado en los clubes más importantes del país y también en la selección nacional. También es sumamente positivo contar con Carlos Opazo, Cristian González y el mismo Emiliano Bonfigli, quienes forman parte de la historia de este club y de buena manera. Todos ellos han venido a entregar su experiencia a este plantel, afuera y también dentro de la cancha. Siempre, en todos los equipos es bueno tener una mezcla de experiencia y juventud y acá no es la excepción.
¿Ve de reojo al fútbol joven?
-De todas maneras. En particular, este año hemos subido a varios jugadores que hemos encontrado interesantes, además de mantener conversaciones con los cuerpos técnicos de estas series, quienes nos comunican constantemente de la evolución de ciertos jugadores. En ese sentido, nos encantaría tener a más jugadores locales en el primer equipo, pero es un proceso lento y quienes han podido llegar, por diferentes motivos no han podido continuar. Precisamente, ahora es un periodo difícil por el hecho de la pandemia y que el fútbol joven estuvo mucho tiempo inactivo. Eso provocó la partida de muchos chicos, no solo acá sino en la mayoría de los clubes a nivel nacional.
¿Cómo ve a los valdivianos que se encuentran en la Primera División, como el caso de Erick Wiemberg, Felipe Méndez y Antonio Castillo?
--Son un gran orgullo para Valdivia y la región, porque son titulares en equipos protagonistas y además, son figuras. Salir de Valdivia siempre ha sido difícil, ya que por muchos años no hubo fútbol profesional, pero siempre hubo algún jugador que por méritos propios llegó a destacar a nivel nacional, como Pedro González , Arturo Norambuena y Dagoberto Currimilla, pero tengo entendido que nunca hubo tantos jugadores destacando al mismo tiempo, a excepción de la vez que el equipo estuvo en Primera División. Méndez, Wiemberg y Castillo son un ejemplo de que con dedicación, se puede triunfar en el fútbol profesional.
¿Qué opina de la selección chilena y su no clasificación al Mundial de Qatar?
-Es algo que me dolió, ya que como futbolero me hubiera encantado ver a este equipo en un nuevo mundial y con la posibilidad de que la Generación Dorada se despidiera de gran manera. Pero acá se hicieron muchas cosas mal, partiendo desde la base que a los jugadores emblemas se les exigió más de la cuenta. No hay que olvidar que son personas y por más extraordinarios que sean para esto, no son súper héroes. A eso hay que sumar las pocas oportunidades para el recambio, varios problemas administrativos que seguramente también afectaron al plantel y traer cuerpos técnicos que sinceramente no dieron el ancho. El equipo, por nombres merecía estar en Qatar, pero por juego, especialmente en la última fecha doble, también merecía no clasificar.
¿Cuál es su mensaje para el hincha valdiviano?
-Que estoy totalmente agradecido por las muestras de cariño que he recibido en esta nueva etapa en el club y que en general me han dado. También, que confíen y apoyen al equipo, que por nuestra parte trabajamos diariamente para mejorar y llevar a Deportes Valdivia al lugar que le corresponde en el fútbol chileno.