Ser madre hoy
A lo largo de la historia las mujeres han debido cumplir un rol asociado al ámbito reproductivo, siendo la maternidad en épocas pasadas una de sus principales tareas.
Ser madre hoy es un desafío que muchas mujeres optan por asumir desde la valentía y no necesariamente desde la idealización del maternal, produciéndose en esta decisión la paradoja de que, aunque ser madre ya no es el destino único para la mujer, tampoco al desarrollarse en otras áreas se logra el equilibrio necesario entre maternidad y trabajo remunerado, implicando ambas cosas una doble carga laboral y presencial.
Aquí aparecen las supermamás que lo pueden "todo".
Esta doble presencia quedó en evidencia al inicio de la crisis sanitaria, la cual obligó a las personas a mantenerse dentro de sus casas. Las madres con un trabajo remunerado debieron cumplir con las demandas laborales que nunca disminuyeron y, al mismo tiempo, encargarse del cuidado de los hijos e hijas.
Este escenario dejó al descubierto lo incipiente de la corresponsabilidad en la crianza y el gran problema que existe en el mercado del trabajo, que no permite a cabalidad la conciliación de la labor remunerada y la experiencia de ser madre.
Hoy, de regreso a la presencialidad, nuevamente aparecen las supermamás que rápidamente han debido reordenar las piezas de este rompecabezas, para cumplir con las demandas y múltiples exigencias en los diferentes ámbitos de sus vidas.
No hay que olvidar que las supermamás pagan un costo muy alto: tensiones, estrés, culpa que van dejando huellas invisibles, pero que tarde o temprano se dejaran ver.
En este sentido, es imperioso que como sociedad avancemos hacia la reivindicación de la maternidad desde una mirada nueva, que permita avanzar a las mujeres en el mundo público productivo y a la vez se les posibilite el disfrutar de la experiencia de ser madres. Ese es el verdadero desafío.
Ivonne Maldonado Psicología UDLA
Tan lejos de la casa común
Ha sido frustrante ir constatando que lo aprobado hasta ahora, por la Convención no está respondiendo a las esperanzas que depositaron cientos de chilenos y veo con preocupación que lo redactado tiene un carácter refundacional y partisano.
La Convención ha ignorado la evidencia y los mensajes directos de la ciudadanía, ya que lo razonable hubiese sido que el órgano constituyente se basara en las experiencias comparadas y en nuestra propia historia política, para decidir que principios de la actual Constitución funcionan y cuales había que perfeccionar, suprimir y añadir.
De manera contumaz, se persistió en eliminar el Senado y al revés, se ha demostrado en nuestra historia que es bueno que existan cámaras espejo y que las leyes sean repensadas y analizadas varias veces, sobre todo cuando el impacto es tan directo en las regiones y que requieren de mirada estratégica y de largo plazo.
Queda poco para que termine el trabajo de la Convención y no es inocuo hacer una apreciación, sobre la calidad y los posibles efectos del trabajo desarrollado.
Es lamentable constatar signos de voluntarismos en los convencionales, junto a su insistencia en hacer políticas públicas específicas,en la redacción del texto constitucional. Lo aprobado y redactado hasta ahora en el pleno, no me da garantías que sea representativo de la casa común que aspiramos los chilenos.
Marta Canto Castro. Adm. Pública y académica marta.canto45@gmail.com
¿Pancutras o pantrucas?
Las pantrucas, también conocidas como pancutras o pancuchas, palabras de origen mapuche, que significan : "sopa con masa de harina de trigo".
Antes de la llegada de los españoles a nuestras tierras, las pantrucas fueron uno de los platos preferidos que guisaban nuestros ancestros, con algunos aderezos naturales y aliños, ajos, caldo de ave, grasa animal y otros para darle sabor.
También existen, hasta nuestros días, otros alimentos derivados con los mismos ingredientes, es decir en base a harina de trigo, como los conocidos Chapaleles, Concones y las populares Leucas, que se saborean, íntimamente, como un "tentempié",con ají, mate y al pie de la olla.
Mi cónyuge (orgullosa de su origen chilote), le llama a las pantrucas "resbalosas" o "tíramelas a la olla"y otros nombres graciosos, típicos de la picardía criolla.
Con la proximidad de meses fríos y lluviosos, es recomendable, ese nutritivo y ancestral plato, como almuerzo.
Es un guiso económico, con productos baratos, al alcance de todo bolsillo, ya que se cocina tal como lo hacían nuestros antepasados.
En las zonas rurales de la región, algunos les agregan caldo de ganso ,trocitos de carne, zanahorias rayada, pimientos, huevos, sin perder su esencia original.
Una vez servido calientito ( para entibiar el cuerpo), se le agrega un rociado de cilantro y a degustar, al calor de una fraternal reunión familiar.
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com