¿Información ó Intervención?
El gobierno del presidente Boric y su neutralidad en el proceso constitucional que concluye el día 5 de septiembre con la votación en el plebiscito de salida es el tema de hoy... ¿Información ó Intervención?, esa es la cuestión... Veamos un ejemplo...
Si usted está aprendiendo a manejar y quiere comprarse su primer auto, ante sus dudas, su profesor de manejo, le cuenta de las principales características con que debe contar su primer auto, seguridad, comodidad, relación kilómetros/bencina, etcétera, eso es información para su elección...
Ahora si los comentarios de su profesor de manejo, solo se remiten exclusivamente a una marca determinada de autos, destacando muy interesadamente sus características, sin ni siquiera mencionar que existen otras marcas, que también tienen lo suyo, eso es Intervención en su elección...
Luis Enrique Soler M.
Mejorar la salud mental
La actividad física tiene múltiples beneficios, uno de los principales es mejorar la salud integral (mental, emocional y física). La falta de esta es uno de los efectos de la pandemia que aún estamos viviendo, sumado a las dificultades que pueden tener diferentes grupos de la población, tal como los estudiantes, quienes reintegran a la presencialidad, enfrentando dificultades tanto económicas como familiares.
Las posibilidades de un futuro tan incierto frente al escenario que recientemente vivimos y las diversas dificultades mencionadas generaron que los índices críticos asociados a la salud mental y emocional, estuvieran dentro de sus más altos peaks.
Pese al riesgo que pudo suponer la presencialidad, la posibilidad incluso de poder caminar hacia el lugar de trabajo y estudio, es un aporte para nuestra salud. Otra de las tareas importantes a considerar al momento de usar la actividad física como herramienta para nuestra salud mental es la constancia.
Es necesario comprender que la motivación al momento de comenzar con una rutina, varía acorde a la realidad cotidiana de cada persona, por lo que es importante ir recuperándola, teniendo en consideración el ritmo y no hacerlo sentir una carga o responsabilidad más. Si bien, la salud física aporta enormemente a nuestra salud mental, debe estar acorde a lo que nuestra mente y cuerpo necesitan en algunos periodos.
Blanca Tralcal.
Suicidio constitucional
"Chile se deliza hacia el suicidio constitucional" es el título de una columna publicada el pasado domingo en The Wall Street Journal, en la que se señala que el borrador de la propuesta de nueva Constitución reduce la libertad personal y aumenta el poder del Estado; debilita los derechos de propiedad; aleja al país de la democracia representativa y lo acerca al gobierno de las masas; y permite a la legislatura unicameral decidir por mayoría simple qué pasará con los ahorros previsionales, con el "justo precio" de las expropiaciones y con otras libertades individuales.
La propuesta de la Convención Constitucional no construye "la casa de todos"; por el contrario, genera una profunda división entre los chilenos, un quiebre violento con nuestra tradición constitucional y establece las bases de un régimen totalitario.
Chile se encuentra en un momento crucial de su historia, que me hace recordar las siguientes palabras de Alone: "Llega un momento en la existencia de los pueblos, como en la de los individuos, en que surge la tentación de morir".
Adolfo Paúl Latorre.
Asesinato de trabajador
A esto hemos llegado. Un ser humano, trabajador, hijo, padre, hermano, abuelo... fallece producto de un vil ataque terrorista. A esto nos hemos limitado como sociedad, a entristecernos por el asesinato de un ser humano; y los gobiernos de Chile -todos incluidos cual más cual menos- a sumar un fallecido más a las cifras.
Quien crea que la extrema izquierda, liderada por el comunismo chileno, no es responsable por la derrota de la democracia y la justicia en nuestro país, realmente no conoce la esencia de quiénes empuñan su mano honrando la lucha de clases, el egoísmo y la desarticulación de los valores que sustentan a una sociedad como la nuestra.
Tal vez sea realmente más culpa nuestra que la de ellos, pues sentados en nuestros escritorios y calentando nuestros cuerpos frente a la chimenea pensábamos que todo estaba bien. Si continuamos creyendo que las revoluciones ideológicas solo se transan por medio de la violencia, más aún somos culpables de lo que nos sucede como sociedad; otrora ejemplo de una Sudamérica carente de modelos de superación a seguir. Hoy somos presos de nuestro propio desvanecimiento. Llamo a una revolución, más allá de la ideología, sino aquella que levante no una mano empuñada, sino aquella que sostenga todos y cada uno de los trozos de patria que aún nos quedan.
Claudio A. Mendoza S.