Por nueve votos a favor y uno en contra, la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, integrada por la parlamentaria de Los Ríos Ana María Bravo, aprobó la "Ley Chao Dicom" para eliminar registros de deudas morosas hasta $2,5 millones, al 30 de abril de este año. La iniciativa en ningún caso caduca los montos impagos; solamente prohibe el uso comercial de los antecedentes sobre ellos.

Si se aprueba, sería la cuarta norma de este tipo aplicada en las últimas dos décadas en Chile. La primera fue promulgada en 2002, cubría hasta $2 millones y buscaba facilitar la reincorporación laboral. En la entonces Provincia de Valdivia favoreció a más de trece mil personas que salieron de Dicom.

Diez años después, en 2012, se determinó restringir el uso de datos sólo para fines financieros. Más de 2,8 millones de deudores accedieron a la medida.

En agosto de 2020, plena pandemia, una nueva modificación a la Ley N°19.628 sobre protección de la vida privada, estableció borrar del boletín comercial a 300 mil morosos por créditos de educación superior. Esa idea corrió paralela a la propuesta que se estudió para eliminar historiales de personas y empresas de menor tamaño, por compromisos contraídos después del estallido social del 18 de octubre de 2019. Ahora, el proyecto en la Cámara recoge ese mismo argumento sobre las dificultades económicas de los últimos tres años, sobre todo para quienes debieron reinventarse.

Todas esas acciones legales han buscado ayudar en momentos de crisis y, en lo inmediato, siempre lo han logrado; pero hay riesgos. De acuerdo al Banco Central, en 2012 la tasa de reingreso al boletín llegó a 21% en doce meses. Es decir, muchos regresaron al mismo escenario de desequilibrio financiero inicial.

Ahora debiera prevenirse esa realidad. Apoyar con un nuevo "Chao Dicom", disminuir la discriminación a los morosos, pero de la mano con educación frente a los condiciones en que se contraten nuevos créditos. Con menos información -en el sistema y para las personas- suben las opciones de sobreendeudamiento. Y esa es una pesada mochila, aunque exista siempre prioridad para saldarla, tal como se vio con el uso dado a los bonos y los retiros de AFP; herramientas que ahora ya no están.

Afines de mayo, representantes de nuestra asociación participaron en Bogotá, Colombia, de la reunión del Consejo Directivo de la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE), organización de la lechería continental que agrupa a más de veinte países y de cual formamos parte a través del Consorcio Lechero.En la lógica de mantenernos vinculados con organizaciones sectoriales a nivel nacional e internacional, hace varios años que participamos regularmente de las actividades de FEPALE.

Dada la importancia que le atribuimos a la inserción internacional, esperamos motivar a algunos asociados para que puedan participar del próximo congreso que se realizará a mediados de octubre en Quito, Ecuador, y adicionalmente generaremos las condiciones para que en 2023 podamos tener una muy buena representación de Los Ríos en el siguiente encuentro panamericano de jóvenes lecheros que se desarrollará en Paraguay.

Respecto al evento de mayo en Colombia, fue importante constatar que el escenario complejo que enfrentamos en Chile a nivel de la producción primaria es transversal a prácticamente todas las lecherías del continente, incluidos actores relevantes como Estados Unidos y Brasil.

La presión de los costos de producción, especialmente en materia de alimentación y fertilizantes, las dificultades de acceso a mano de obra, los problemas logísticos en materia de transporte y el desafío de darle continuidad generacional a las lecherías familiares, no son sólo patrimonio nacional, sino que fueron planteados de manera recurrente por los representantes de los diversos países.

Adicionalmente, se plantearon grandes inquietudes en torno al impacto que podría llegar a tener en el comercio mundial, y en el lácteo en particular, la prolongación excesiva del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, dos actores relevantes en el mercado de los granos y los fertilizantes.

Asimismo, se observa con cautela el efecto que pudiera tener en la demanda por lácteos la presión inflacionaria que se vive en prácticamente todos los países del continente y el mundo.

Entre los desafíos de mediano plazo, la sustentabilidad de la cadena y la competencia muchas veces desleal de productos de origen vegetal se plantean como prioritarios y donde afortunadamente en nuestro país hemos avanzado de manera muy significativa.

Paulina Carrasco Gorman

Presidenta Aproval Leche AG