Menos clases; más tareas pendientes
Las vacaciones de invierno adelantadas y extendidas tienen razones sanitarias, pero podrían afectar los procesos escolares. En ese contexto un posible alargue de año parece una alternativa viable que podría ser estudiada, para que no sorprenda a las familias, ni a los sostenedores...
Comienzan las vacaciones de invierno con una modalidad especial. Hasta el 6 de julio se llaman "receso de clases" y algunos establecimientos funcionarán con turnos éticos para atender a niños y niñas que no pueden quedarse en sus casas; luego de esa fecha, cierran y se inicia el descanso oficial para estudiantes, docentes y asistentes de la educación.
En Los Ríos son más de 80 mil los escolares que dejan hoy de ir a clases y lo hacen en una fecha poco habitual y con una extensión mayor para este período marca el cambio de semestre, pues vuelven el 25 de julio. Se deben, estos cambios, a una decisión nacional de los ministerios de Educación y Salud como prevención ante el aumento de enfermedades respiratorias, rebrote de covid-19, que afectan especialmente a los menores de edad. Las UCI pediátricas están a tope.
Las cifras sanitarias hacen del todo comprensible esta determinación; sin embargo, es preciso indicar que el objetivo de evitar contagios también requeriría otro tipo de restricciones en la movilidad, pues si siguen abiertos los centros comerciales, si los viajes interregiones se multiplican y hasta se programan eventos especiales; hay pocas posibilidades de evitar aglomeraciones.
"No se entiende esto de cerrar colegios y dejar funcionar los mall, parece que las prioridades hay que revisarlas" dijo el miércoles Luis Cañas, presidente de la Coordinadora Nacional de Colegios Particulares Subvencionados, en entrevista con www.soyvaldivia, y manifestó la inquietud de su gremio respecto de interrumpir asistencia, considerando lo difícil que fue retomar la presencialidad tras dos años de educación a distancia; además recordó que esto no se condice con el anuncio que las actividades educacionales serían las últimas en eliminarse en caso de emergencias. Cañas también alude a nivelar contenidos y a buscar opciones sobre todo para los alumnos de sectores más vulnerables. Y tiene razón. Los atrasos y brechas son enormes; algo que no se va a solucionar con menos días efectivos en aula.
En ese contexto un posible alargue de año académico parece una alternativa viable que podría ser estudiada desde ahora, para que no tome de sorpresa ni a las familias, ni a los sostenedores.