Cifras sobre delincuencia
La delincuencia está desbordada en el país y para mala suerte de nuestra región no estamos al margen de esta realidad que afecta a Chile. El último informe Stop de Carabineros en Los Ríos señala que los robos con violencia e intimidación aumentaron un 100 por ciento respecto al año anterior. Hace más de un mes una mal llamada "bala loca" mató a una mujer de 23 años, Danitza Ávila Soto, que cometió el "error" de estar en su casa de la población Guacamayo mientras afuera se producía un enfrentamiento entre bandas. Hace un par de noches, tuvimos un fallecido más en otro hecho delictivo.
La lucha de los grupos crimínales por adueñarse de las calles ha hecho que cada vez tengamos más eventos delictuales, donde el robo sigue avanzando, pero también el objetivo de eliminar a los grupos rivales para así tener supremacía en el control de la venta de droga.Es difícil precisar en qué momento cambió la forma de delinquir en el país. Pero una cosa es clara: la razón principal es el abandono del Estado, que por distintas razones dejó de cumplir parte de la misión que debe realizar en una sociedad. Además de la ausencia de Estado, las políticas para enfrentar la delincuencia y el narcotráfico tampoco han demostrado estar a la altura. Para muestra un botón: esta semana nos enteramos del arribo a la cárcel de Valdivia de reos de extrema peligrosidad de Santiago, acusados de torturas en Colina 1 y que llegan como parte de un proceso de desintegración de las bandas que operan al interior de las cárceles. La pregunta que me hago es ¿por qué nuestra ciudad debe recibir a presos de esa condición, en circunstancias que el problema se produce en Santiago? ¿Por qué nos exponen a un segmento de población penal de tanto riesgo, considerando además que nuestras cárceles no tienen ningún sistema de rehabilitación para los reos?
Cuando las autoridades hablamos de descentralización no es precisamente para que nos traigan a delincuentes avezados, sino justamente para tener voz y participación en decisiones que se toman sin consideración alguna y que lo único que provocan es preocupación entre nuestra gente, que se siente con justa razón postergada y pasada a llevar. Una vez más somos patio trasero de la capital. Esta vez de la cárcel de Alta Seguridad Colina 1.
María José Gatica
Senadora