Antonio Oyarzún vuelve a la presencialidad con obras de su último libro
PROYECTO. "Lluvia de acuarelas" fue lanzado en 2020, pero la crisis sanitaria obligó a posponer las actividades públicas.
Casi dos años tuvo que esperar Antonio Oyarzún para volver a exponer con público en sala y presentar las obras escogidas para su libro "Lluvia de acuarelas".
El pintor lanzó en 2020 su segunda publicación gracias a recursos del fondo Conarte. El plan original era acompañar el lanzamiento con una muestra que finalmente no se concretó debido al confinamiento. Por eso es que ahora, de regreso a la presencialidad, busca ponerse al día con su agenda personal y con una exhibición pendiente que le ha servido para reencontrarse con el público local.
"Lluvia de acuarelas", abrió en la sala Universidad Austral de Chile del Club de la Unión. Considera una selección de cuadros que dan cuenta del Valdivia urbano, rural y marino que fueron hechos exclusivamente para el libro.
"La pandemia dejó a los artistas en una situación compleja. Durante el primer año de la crisis pensé en cuál podría ser un proyecto pertinente para desarrollar en condiciones difíciles y como hubo mucho tiempo de trabajo en taller, opté por pintar exclusivamente con miras a un libro", dice Oyarzún.
Y agrega: "Es súper importante estar registrado en este tipo de formatos, al que en su momento no optaron otros grandes de la pintura como Ricardo Anwandter. Se trata básicamente de generar un archivo, de dar cuenta de los procesos creativos y de los que nos ha interesado pintar en distintas épocas".
Signo de los tiempos
Para pintar durante el 2020, en los meses más duros de la pandemia, Antonio Oyarzún se las tuvo que ingeniar. A medida que se flexibilizó el confinamiento, aprovechó cada salida para tomar apuntes in situ y hacer registros fotográficos de paisajes para su proyecto.
Y generó una radiografía del momento con un sello particular: la ausencia de personas en espacios públicos.
"Es algo de lo que me percaté una vez que comenzó a tomar forma la propuesta en general. Y efectivamente es una señal de lo que estábamos viviendo en ese momento en que el paisaje se volvió más protagonista que nunca. Esa energía es la que traté de rescatar en las obras, al conservar los mismos colores o incluso al buscar otras locaciones que nunca antes había pintado como por ejemplo la caleta de Bonifacio. En cierta manera hubo un descubrimiento de lugares que ahora la gente puede también descubrir", aclara.
La muestra se podrá ver hasta el sábado 20 de agosto en Camilo Henríquez N° 540 entre las 11:00 y las 19:00 horas. Entrada es liberada.
"Pese a la pandemia, la colección busca mantener el lado positivo de las cosas. No hay cuadros tristes y en todos procuré conservar el color".
Antonio Oyarzún, Acuarelista
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