Una muy buena noticia es la entregada por el gobierno respecto de financiar por completo las atenciones de los usuarios de Fonasa (Fondo Nacional de Salud) que están cubiertos en el tramo C de la división de ese servicio; es decir, aquello cuyos ingresos mensuales superan los $380 mil mensuales y llegan hasta los $554.800; como también a los del tramo D, con sueldos superiores a esta última cantidad. Hasta ahora estas personas tenían un "copago" en las atenciones médicas que recibían; pero desde septiembre ese monto será cero.

Un ahorro familiar siempre es positivo. Sin embargo, resulta necesario aclarar que el beneficio solamente se aplica en la red de servicio público. O sea, quienes usen sus bonos Fonasa en la modalidad "libre elección" para consultar a profesionales que no atiendan en Hospitales u otros establecimientos del sistema estatal, deberán seguir cancelando las diferencias actuales de cobertura: 10 por ciento en el tramo C y 20 por ciento en el D.

Algunos análisis publicados ayer también añaden que ese cambio implica que, si todos los destinatarios eligen usar la gratuidad anunciada -actualmente sólo el 10% la usa para especialistas, por ejemplo- , la red pública aumentará su demanda permanente en 5 millones de personas. Por lo mismo, algunos parlamentarios, como el senador Iván Flores, llamaron a extender este copago cero a la libre disposición, recordando que el gasto fiscal el 2021 en copago institucional fue $25.000 millones y en libre elección fue $406.000 millones.

En Los Ríos, el 84,3% del total de habitantes se atiende por Fonasa, un porcentaje significativamente más alto que el 78% nacional; además la región presenta el mayor índice del país con personas efectivamente inscritas en un recinto de salud primaria: 96%; como también los números mayores en cobertura para menores ingresos (Fonasa.cl). Por lo mismo, que se otorgue atención sin cobro representa un alto impacto local; pero no se debe olvidar que datos del Ministerio de Salud hablan de casi 75 mil atenciones Auge (garantizadas por ley) en lista de espera este año en la región. La pregunta que surge ante esos datos es ¿cómo se podrá garantizar el acceso libre, efectivo y a tiempo a nuevos pacientes, si hoy la red no da abasto?

En las últimas décadas, se ha venido registrando un aumento significativo de población de adultos mayores de 60 años hacia arriba en Chile. Estudios basado en información censal establecen que, para el año 2050, se proyecta que serán el 32,1% (3 de cada 10 habitantes) quienes superarán los 60 años de edad.

Esta realidad implica desafíos públicos y privados, porque aún no se ha avanzado lo suficiente en la materia. Hasta ahora se han ido desarrollando políticas públicas alineadas a buscar mejoras en este sector de la población, entre las que se destaca la instalación de instituciones públicas como el Servicio Nacional del Adulto Mayor; o normas destinadas a garantizar la atención preferencial, como la ley Cenabast donde se rebaja el valor de los medicamentos de mayor uso, y lo mismo con la tarifa del transporte. Pero es preciso ir más allá.

Por un lado, existe la necesidad de aumentar la cantidad las políticas públicas, por cuanto hoy la esperanza de vida esta cercana a los 80 años, y eso significa que vamos a tener a fines de la primera mitad del siglo XXI, una pirámide muy amplia en la base, con una cantidad de jubilados muy alta.

¿Chile está preparado para hacerse cargo en el futuro de las demandas sociales destinadas a fortalecer a los adultos mayores? La respuesta es no. Ni siquiera estamos cerca para proteger debidamente la calidad de vida de nuestros adultos mayores en todos sus ámbitos.

En Europa tempranamente previeron lo que se les venían, y regularon sus normas para enfocarse a atender los efectos de tener una población envejecida. Chile aún está lejos de eso y, si bien es cierto que los distintos gobiernos han abordado la situación, es evidente que aún falta mucho camino por recorrer para articular normas y políticas públicas que respondan a encontrar el camino para responder a las necesidades del país en esta materia.

Las cifras y proyecciones se deben considerar, más aún cuando se trata de una situación que podría afectar a millones de chilenos, con consecuencias muy complejas si se atienden a última hora. Es por eso, en mi opinión, prevenir, y considerar este tema como de vital importancia para poder asumir con responsabilidad como país un problema que se traduciría en no tener los medios necesarios para nuestros adultos mayores, que por lo demás se merecen tener un buen vivir y trato en el Chile del futuro.

Gastón von Mühlenbrock

Diputado