Plebiscito y pasar agosto
A poco más de un mes del plebiscito de salida lo más seguro es que, en materia de encuestas, los resultados comiencen a estrecharse. Esto, qué duda cabe, era algo que se veía venir una vez que comenzaran las campañas. De esta manera no es extraño ver el despliegue territorial y callejero, a nivel nacional, de la opción "apruebo" mientras el "rechazo" sigue usando la vitrina de medios de comunicación y redes sociales para llegar instalar sus ideas.
En el caso del "rechazo" su estrategia presenta un problema: siguen hablándose a sí mismos, a las mismas elites de siempre, sin acercarse ni estar presentes en las calles, en las regiones, en las comunas.
Con todo, y con el desgaste propio que conllevan las campañas, será interesante observar que opción llega mejor aspectada al domingo 4 de septiembre, pero eso sí: primero deberán pasar agosto de la mejor manera posible.
Rodrigo Durán Guzmán rodrigo.duran.guz@gmail.com
¿Muchas naciones?
La propuesta oficial de la nueva Constitución de la Convención es un experimento irreversible e irreformable. Si gana el apruebo, Chile podrá tener varias naciones, con diferentes derechos y sistemas de justicia. Esto no lo inventé yo: así aparece textualmente en el Capítulo 1, artículo 2, página 5, de la proposición de la nueva Constitución. Cito: "La soberanía reside en el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones" publicado el 4 de julio de 2022.
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleuxpd@gmail.com
¿Apruebo o Rechazo?
En la vida hay tres cosas que jamás vuelven: "el vuelo de las palomas, la flecha lanzada por un arquero y las oportunidades". Por esto resulta muy lamentable, que por él capricho ideológico de una mayoría circunstancial de la constituyente, se desaprovechara la oportunidad de haber generado una propuesta que no sólo represente un nuevo paradigma en el desarrollo económico, político y social del país, sino qué además, fuera capaz de recrear y fortalecer el Alma de Chile, tal como lo definiera el Cardenal Raúl Silva Henríquez, en momentos en que como ahora, estaban heridos la fe pública, el respeto y los valores compartidos.
Es necesario comprender que el drama de Chile no es sólo la falta de normas legales. El problema es que se ha consagrado un sistema injusto y perverso donde no se fiscalizan ni se respetan los marcos normativos más básicos. Saltarse las normas no tiene consecuencias. Vivimos en una sociedad permeada por la corrupción, acostumbrada a la mezquindad humana, cebada con la pobreza y el más débil. El inframundo en el que viven los pensionados es un espejo de la crueldad social a la cual nos ha conducido el actual modelo de desarrollo. La inseguridad y la violencia se han trasladado a las calles.
(...) Probablemente, una nueva Constitución, no será suficiente para superar tanta impudicia. Sin embargo, esta es una gran oportunidad para empezar a cambiar esa realidad, a pesar del escenario en el cual se desarrollará el plebiscito, como ya hemos dicho en medio de una crisis global, donde la política no tiene ideas, los intelectuales no tienen influencia y donde abundan los falsos profetas. En ese contexto los chilenos deberán el próximo 4 de septiembre, ejercer su derecho para influir en el tipo de país en el que desean vivir y heredar a sus hijos.
Iván Neira Navarrete ioctavio.neira@gmail.com
Una tarea de adultos
La encuesta de Monitoreo Educacional en Pandemia, elaborada por las Universidades de Chile y Católica, señala que la asistencia presencial ha bajado desde un 77% a un 68% -durante el primer semestre- y alerta ante el riesgo de exclusión escolar. Estas cifras han generado diagnósticos diferentes: la necesidad de planes de seguimiento, especialmente cuando la familia no es un apoyo; la baja valoración que los niños, niñas y adolescentes (NNA) le dan a asistir a clases, ya sea por bajo desempeño escolar o por la violencia en las escuelas. Todas estas causales tienen algo en común: se refieren a situaciones que ya están desplegadas. Seguimos llegando tarde. Algo que como Fundación San Carlos de Maipo hemos aprendido en el trabajo con la Universidad de Washington es que podemos asegurar el desarrollo positivo de los NNA cuando nos focalizamos no en la conducta, sino en los factores de riesgo que están a la base de las mismas.
Asimismo, ocurre con la deserción escolar, que tiene los mismos factores de riesgo que la delincuencia o el consumo de drogas. Estos factores se relacionan con el monitoreo parental, el fracaso escolar temprano o el valor que le dan los NNA al proceso educativo, pero tienen como principal actor no al NNA, sino a los adultos que los rodeamos. Ahí está nuestra responsabilidad: padres, madres, cuidadores, profesores, vecinos, tenemos que mirar lo que estamos haciendo para cambiar el contexto en el que se desarrollan nuestros NNA.
Si queremos que un árbol crezca, no le gritamos "crece"¿Somos capaces de generar las condiciones para un crecimiento saludable? Ese es el desafío de la prevención.
Raúl Perry Fundación San Carlos de Maipo