Más de un millón de pesos por tonelada pueden llegar a pagar en estos días los agricultores del país y de Los Ríos por la urea, uno de los insumos básicos para fertilizar. Aunque los precios han tendido a estabilizarse, ese valor significa un 282% más de lo que costaba el mismo producto hace un año, de acuerdo a estimaciones de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).

Y pasa igual con el potasio y el fósforo, otros fundamentales para la buena cosecha de hortalizas, cereales, granos y papas, por ejemplo; como también para las praderas, que alimentan al ganado para leche y carne.

La guerra en Europa y la inestabilidad internacional están en la base de estas alzas. Rusia y Ucrania son los principales exportadores; mientras que nuestro país importa todo lo que necesita desde esa zona y China, principalmente. Por ello la situación se ha vuelto tan compleja

A nivel nacional, pocas empresas generan fertilizantes sintéticos (Anagra, Vitra, CNA Chile, son algunas de las más conocidas) y menos aún los orgánicos o biofertilizantes. En la región hay algunas experiencias, como un emprendimiento que creó -con ayuda de investigadores de la Universidad de Valparaíso y apoyo de la Uach- fertilizantes foliares (Nitrofor, para las hojas, no para suelo) usando guano y miel de la zona; o como Valvox, ganador de Avonni 2017, con un bioestimulante en base a algas.

En este contexto es que resulta acertado y oportuno el programa "Fertilizantes para Chile" generado desde el Ministerio de Agricultura a través de Indap (Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario) para entregar estos materiales especialmente a los pequeños agricultores, para asegurar siembras de alimentos básicos. A nivel país la inversión supera los 14 mil millones de pesos y regionalmente destinarán $853 millones para llegar a 4.500 beneficiarios. Cada adjudicación es de hasta 7 sacos de 25 kilos cada uno de urea, mezcla o equivalente; además de hasta 25 sacos de 25 kilos cada uno de fertilizante orgánico; compost, guano, algas o equivalente.

Claramente esta ayuda llega en buen momento y será positiva. Lo ideal, sin embargo, es que ella pudiera extenderse también a los productores mayores.

Valdivia, además de ser una ciudad cultural y turística, también se caracteriza por ser el epicentro de la actividad remera, deporte que tiene su origen a fines del siglo XIX, alcanzando éxitos importantes a nivel mundial.

Ciertamente los atributos geográficos de los ríos que cruzan la ciudad permiten desarrollar este tipo de deporte en condiciones óptimas, acompañadas de una costanera ancha y dos puentes que sirven como mirador, otorgándole cualidades muy atractivas, sólo comparable con muy pocas ciudades en el mundo.

En la ciudad se han instalado una cantidad relevante de clubes relacionados con la práctica del remo, donde llevan años instruyendo a grandes y a chicos atraídos por el deporte aventura. Por ejemplo, el club Phoenix a partir de 1880 fue pionero en desarrollar el remo en la ciudad, logrando con los años triunfos significativos a nivel mundial, dejando a Chile y a Valdivia en lo más alto de esta disciplina deportiva. En el caso del club Arturo Prat, tampoco se ha quedado atrás, desde 1888 han logrado empujar con fuerza este deporte, aportando experiencia entre los jóvenes, alcanzando meritorios reconocimientos a nivel nacional e internacional.

La ciudad, poco a poco comenzó a ver en el remo, un espacio para disfrutar de la competencia, y de la naturaleza. El interés por practicarlo, propició en un aumento de instituciones dedicadas a esta actividad deportiva, así surgieron: el Club de Remos Centenario y el Club de Remos Regatas Valdivia.

El remo pone en práctica valores importantes para el desarrollo de la vida, como lo son la resistencia, el trabajo en equipo y la técnica. Es un deporte que requiere constancia, disciplina y práctica. Los grandes triunfos a nivel mundial en los últimos años, no sólo ha logrado atraer a gente de nuestra región a practicarlo, sino también de otros lugares del país. Es también notable el interés de niñas menores de 18 años por integrarse a la práctica del remo, lo que augura un futuro prometedor para el deporte valdiviano.

Es también relevante mencionar, el compromiso asumido por algunos establecimientos educacionales con el remo, y eso también nos pone muy felices, porque el deporte ayuda no sólo mantener una salud confortable, sino también al trabajo en equipo, reflejándose en una sociedad más empática y constructiva.

Gastón von Mühlenbrock

Diputado