También me duele la UACh
El Dr. Omar Henríquez escribió hace unos días sobre su dolor por la UACh. A mí me duele la UACh. Duele cuando lo que uno ama es dañado y sufre.
Llegué a la UACh en 1962 como estudiante e ingresé a la carrera académica, por concurso, en 1970, hasta mi retiro en 2007 y he seguido vinculado a ella de diferentes maneras hasta ahora. En mi desarrollo académico, por posgrados e invitaciones, pude conocer universidades en Japón, Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, digo esto no por pedantería, sólo para mostrar mi conocimiento sobre Universidades.
La UACh, a mi parecer, pasa por una enfermedad crónica, todo comenzó a partir de 1973 cuando entró al gobierno universitario la autocracia, comenzaron los gobiernos sin control, la casa central convertida en la dirección suprema, y lo que es más grave, sin control externo. Así hoy tenemos una universidad endeudada, de lo que hay informes serios hechos por propios académicos, en la parte académica se dictan cursos fuera del sistema. Se privilegia la investigación sobre la docencia, lo que describí ampliamente al rector Cubillos y rector Galindo en su oportunidad.
Sin duda la investigación es importante, también trabajé en esa área, pero ésta no debe minimizar la docencia, eso no pasa en las universidades de verdad. Hoy se hace investigación y docencia con el objeto de obtener dinero de proyectos, subvenciones o matrículas, siendo aquellas actividades un medio de financiamiento y no el fin. Esto no sucede solamente en la UACh, sucede también en otras universidades en Chile, sino en todas.
Existen en la UACh, sin duda, académicos con verdadero espíritu científico y con verdadero espíritu de docencia, es eso lo que un gobierno universitario debe proteger, estimular, apoyar.
La huelga del SINDOC ha terminado, pero este paro ha sido un síntoma de una enfermedad grave que hemos visto en la universidad, conocido son los casos Galindo y del directorio. El problema radica, a mi parecer, en que la UACh no tiene un control externo, ni interno tampoco porque no tiene dueño, si bien se dice que es de derecho privado, que el Dr. Henríquez mencionó como autonomía obtenida en 1968, el daño que se pueda hacer por directivos ocasionales no afecta a quien pueda hacer un control o reclamo, afecta a la universidad misma; en consecuencia a sus académicos, trabajadores y estudiantes, como lo hemos visto en este paro .
Así, aunque la UACh sea de derecho privado requiere del control o fiscalización de la Contraloría General de la República toda vez que nació con financiamiento estatal y vive mayoritariamente gracias a financiamiento estatal.
Los artículos 3 y 4 del reglamento de Contraloría son claros en decir que es función de esta entidad controlar los dineros que el Estado entrega a cualquier entidad a la que los otorga. Basta con aplicar el reglamento.
Sigo dando la razón a Simón Rodríguez, el Sócrates de América según Simón Bolívar, "dígase todo lo malo que se quiera sobre el lucro en la educación, y aún se quedará corto".
Dr. Renato Gatica Med.Vet., Ph.D., Profesor Titular, en retiro.
Ad portas del plebiscito
El resultado del plebiscito del 4 de septiembre es fundamental, pues se juegan visiones opuestas para lo que debe ser nuestro futuro.
A mi juicio, estamos eligiendo si hacemos una refundación o continuamos con una democracia liberal representativa, con separación y equilibrio de poderes; un sistema judicial autónomo y políticamente independiente, que garantice el imperio del derecho y la igualdad ante la ley.
Y digo refundación, porque la propuesta constitucional señala que nuestra nación será reemplazada por la plurinacionalidad, con altos grados de autonomía territorial, financiera y política, con sistemas jurídicos distintos. Se perdería, la independencia del poder judicial, ya que quedará sometido a un Consejo de la Justicia, con predominio político y la mayoría que tenga el poder legislativo, lo podrá ejercer sin ningún contrapeso. En materia de seguridad y orden público, los gobiernos carecerán de los instrumentos necesarios para controlar la violencia. Es efectivo, que la propuesta establece una serie de derechos sociales, que son adicionales a los que ya existen y que serían exigibles judicialmente, el problema es que éstos son dependientes de los recursos económicos y que para hacerlos realidad el texto propuesto, es contradictorio con las disposiciones referidas al crecimiento económico, como son el derecho de propiedad, de aguas, entre varios otros, que no sólo tienen problemas de redacción, sino que sus implicancias jurídicas, hacen ver un escenario complejo para el crecimiento del país.
El jurista francés Guy Carcassone, señaló: "Una constitución no puede por sí misma hacer feliz a un pueblo. Una mala, sí puede hacerlo infeliz".
Marta Canto Castro Presidenta Fundación Foro de Los Ríos
Nueva Constitución
Reconozcamos con hidalguía: el borrador actual de la Nueva Constitución carece de una buena introducción y justificación. Eso significa que hay que acercar los criterios divergentes. No tengamos miedo de conversar más y mejorar el texto de esta Constitución: nos lo agradecerán las futuras generaciones.
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleuxpd@gmail.com