Parroquia San Pío X cumple medio siglo y afianza su labor solidaria en Valdivia
ANIVERSARIO. Comunidad retomó la presencialidad de sus actividades, con motivo de la conmemoración en agosto.
Durante una semana se concentraron las actividades de aniversario por los 50 años de la Parroquia San Pío X. La celebración consideró misas y la vuelta a la presencialidad de la comunidad, que tras el inicio de la pandemia debió restringir sus encuentros y optó por seguir conectados vía web.
Pese a la flexibilidad en las medidas sanitarias actuales, en la parroquia se decidió suspender tradiciones, como por ejemplo una muestra gastronómica con platos del mundo. No obstante, se reforzaron las medidas sanitarias para una visita del banco de sangre y para actividades recreativas en dependencias de la parroquia. Hubo desfiles de modas protagonizados por quienes integran la comunidad e incluso se eligió a la Reina de la Solidaridad: Francisca Solís. Es una de las voluntarias que dedica parte de su tiempo libre a colaborar en el comedor solidario.
Nuevos desafíos
Hacia el retorno a la presencialidad, que finalmente ocurrió en agosto, los miembros de la parroquia debieron disminuir la periodicidad en la entrega de alimentos a familias y personas necesitadas. En 2020, frente a la incertidumbre del covid-19, el comedor cerró. En 2021 hubo almuerzos, pero disponibles solamente los lunes, a lo que se adicionó pan disponible los jueves. Ahora, el servicio está nuevamente en funcionamiento, pero con alimentos solo para ser retirados en la parroquia y no para ser consumidos en el comedor.
La cantidad de raciones se calcula mediante solicitudes previas que se van agendando durante la semana a través del área social de la parroquia. La atención es desde las 8 horas, hasta pasado el mediodía. También se puede coordinar la donación de alimentos no perecibles y diversos tipos de ayuda que actualmente también están entregando algunos colegios de Valdivia.
"Creo que una de las cosas más importantes que ha ocurrido en la celebración, es haber podido volver a encontrarnos y sentir que seguimos con la misma energía y ganas de trabajar por nuestra comunidad. Poco a poco estamos recuperando la capacidad de atender a más personas con nuestro comedor solidario, que es una de las obras que no podemos dejar de lado", explica María Regina Jaramillo, catequista y una de las más antiguas integrantes de la comunidad parroquial.
Y agrega: "Con la pandemia se ha notado que hay más personas que necesitan ayuda. Antes visitábamos a las familias en sus casas para llevar un registro, ahora confiamos en que quienes nos vienen a ver lo hacen porque realmente lo necesitan".
El comedor comenzó a funcionar en 1974 por iniciativa del padre Alejandro Deschamps, quien había fundado la parroquia dos años antes. En sus inicios, la atención estaba focalizada principalmente en los niños de barrio (se llegó a atender a cerca de 200) y paulatinamente se abrió a la comunidad en general del sector Inés de Suárez.
"Una de las cosas más importantes que ha ocurrido en la celebración, es haber podido volver a encontrarnos y sentir que seguimos con la misma energía y ganas de trabajar".
María Regina Jaramillo, Comunidad parroquial
80 raciones de alimentos en promedio es lo que entrega la parroquia a familias y personas necesitadas.
200 niños llegaron a ser atendidos en el comedor en sus primeros años de funcionamiento. Fue creado en 1974.
"