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UACh en Hora de Incidentes
A través de este espacio queremos aclarar los recientes dichos del diputado Alejandro Bernales ante el pleno de la Cámara, respecto de las negociaciones colectivas y la situación financiera de la Universidad Austral de Chile.
Nos parece extremadamente delicado que el diputado se permita afirmar que existen problemas económicos y a partir de una premisa errada, solicite oficiar al Ministerio de Educación para "revisar cómo la Universidad está invirtiendo y gestionando fondos públicos".
La Ley de Educación Superior establece que las universidades están obligadas a someterse anualmente a estrictos procesos de auditorías administrativas y financieras, reportes que deben ser informados anualmente a la Superintendencia de Educación Superior (SES).
A su vez, la Superintendencia emite un análisis detallado para considerar en procesos de acreditación institucional de CNA (Comisión Nacional de Acreditación) o Mineduc.
Ninguno de estos reportes sugiere problemas de gestión administrativa y financiera.
También se equivoca sobre las negociaciones colectivas, ya que hemos llegado a acuerdo con los Sindicatos de la Fundación Leiva Mella y de Docentes. Si bien aún el Sindicato de Trabajadores continúa movilizado, ha habido acercamientos significativos.
Sin duda nos preocupa el bienestar de la comunidad universitaria; si el escenario macroeconómico hubiese sido más favorable (IPC de 3% en lugar de un 13% proyectado), hubiéramos ofrecido mejores condiciones en los contratos colectivos.
Es extremadamente delicado que un parlamentario realice afirmaciones tan graves, desconociendo la realidad institucional.
La UACh es una de las instituciones de educación superior más importantes del país que contribuye de manera relevante al desarrollo social y material de las regiones del sur austral.
Por lo anterior, la Universidad no tolerará que irresponsablemente se ponga en tela de juicio nuestra gestión de los recursos públicos.
Dr. Hans Richter Becerra Rector Universidad Austral de Chile
Mijaíl Gorbachov
Para muchos, incluyendo el actual líder ruso Vladimir Putin, la figura de Mijail Gorbachov, recientemente fallecido, fue una suerte de "traidor", dado que facilitó la caída de la Unión Soviética a finales de 1991.
Estos grupos miran con nostalgia el poder y prestigio soviético, y añoran volver a la época en que EE. UU. y la U.R.S.S. negociaban las grandes decisiones de política internacional.
No obstante, aquellas personas olvidan que la genialidad del último líder soviético recae en su capacidad de abstraerse de la clásica política internacional, esa dictada por el interés nacional y la sobrevivencia del estado.
En contraposición, Gorbachov simplemente se enfocó en tratar de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, dejando de lado mezquindades tales como la carrera armamentista y la represión al pueblo soviético.
A mi juicio y, en resumen, Mijaíl Gorbachov, a pesar de su posición como líder del Partido Comunista de la U.R.S.S., no era un hombre controlado por la ideología, sino que simplemente una persona con un formidable sentido común.
Juan Pablo Sims Sève Centro de Estudios de Relaciones Internacionales Universidad del Desarrollo
Trayectorias educativas
El anuncio del cambio del reconocimiento a los puntajes nacionales por una "distinción a las trayectorias educativas" de los estudiantes que rendirán la PAES ha generado controversia. La medida fue presentada por la Subsecretaría de Educación Superior como una forma de "distinguir los logros académicos que obtienen las personas en sus contextos".
Las reacciones han sido dispares. Por una parte, la medida ha sido felicitada por los que ven en esta alternativa una instancia de justicia, de visibilización de esfuerzos y méritos que traspasan ciertas condiciones de origen. En contraste, también se interpretó como un ejercicio metodológico influenciado ideológicamente para forzar los datos de un fenómeno natural, instalando una igualdad artificial y como una trivialización del mérito al igualar el esfuerzo con variables como sexo o lugar de origen.
Creemos que la controversia en torno al reconocimiento es más bien estéril.
En términos concretos, la distinción no tiene una función más allá de lo simbólico: no tiene implicancias reales en términos de beneficios de financiamiento, prioridad en procesos de selección, etc.
Lo que proponemos es avanzar en aspectos de fondo en la discusión educacional y que tienen que ver con el incentivo para establecer relaciones significativas entre educadores y estudiantes. Creemos que un currículo que se enfoca en el trabajo con conocimiento académico, y que recoge e interpela la experiencia vivida de cada uno, tiene un mayor potencial para proveer espacios para la concreción de una educación integral y transformadora.
Rodrigo Fuentealba Jara Decano Facultad de Educación U. Autónoma