Lina Meruane: "Tengo una vocación 'Contreras'"
La autora de "Contra los hijos" y académica de la Universidad de Nueva York revisa y reafirma sus opiniones a contracorriente en "Ensayo general", antología de sus trabajos en la prensa y academia.
En días convulsionados por las visiones públicas de las más diversas índoles, la escritora chilena Lina Meruane regresa a las estanterías con "Ensayo general", de Ediciones Universidad Diego Portales (UDP). Son más de 70 textos, en los que la autora repasa el acontecer nacional y mundial en sus propios términos. También pone énfasis en la enfermedad y el feminismo, siguiendo la ruta de sus último libros: "Sangre en el ojo" y "Contra los hijos".
Hoy es el plebiscito y Meruane señala que "es un deber que (las mujeres) nos ganamos a pulso. No votar, teniendo ese privilegio, sería tremendo". Ella sufragará en Madrid, España, pese a que gran parte de su vida la ha concretado en Nueva York, Estados Unidos. En esta última ciudad "nunca me inscribí porque siempre he ido a votar (a Santiago). Normalmente no estoy en la primera vuelta porque cae en noviembre, pero me las arreglo para aterrizar en el lugar de votación. Hace unos meses cambié mi padrón a Madrid. Supongo que a fin de año lo volveré a cambiar a Santiago".
La escritora, en tanto, continúa trabajando en la sede española de la Universidad de Nueva York (NYU), donde fue enviada por dos años, en "un programa que se llama Global Liberal Studies (GLS), como 'Estudios humanísticos globales'. Ahí enseño cultura y literatura latinoamericana, arte y literatura moderna, junto con algún curso sobre enfermedad, siempre en un contexto bien global", explica.
-¿Cómo fue volver a leer (para su libro) 23 años de trabajo propio?
-Fue súper interesante, porque una va escribiendo sobre la marcha y no vuelve a revisar lo que pensaba hace 20 años sobre un tema. Una escribe mucho: primero fueron reportajes, entrevistas. Después comencé a ser columnista y ahí forjé una serie de opiniones e ideas. Empecé a reflexionar. Luego hice un doctorado. Todo este proceso pensaba que me había transformado de manera completamente radical. Y me encontré con que más que transformar mis ideas, me había permitido profundizar en ellas. Yo sí cambié mucho cuando salí del colegio, esa fue mi verdadera transformación ideológica, en términos de género.
-¿Por qué?
-Me fui a pasar un año a una universidad norteamericana y ahí abrí los ojos (sonríe). Después de eso, asenté una posición ideológica sobre una serie de cosas que he ido profundizando con los años y he ido cambiando en la medida en que la realidad cambia. Porque, precisamente en el tema de género, hubo hartas transformaciones en los últimos 20 años. Incluso en el lenguaje con que nos referimos a ciertas identidades, problemáticas, cambios en la legislación. Esa transformación ha implicado volver a pensar ciertos temas. Por ejemplo, la idea de reivindicar la figura de la mujer, ya sea como diferente o igual al hombre, ha sido un gran debate dentro de los feminismos. Y, ahora estamos en un momento en que estamos cuestionando la categoría de mujer, porque sigue estando dentro de lo binario, respecto al género.
-¿Cómo fue llegar a momentos incómodos en sus textos? Por ejemplo, la polémica de las "diamelitas", donde un crítico la citó como pequeña copia de la Premio Nacional de Literatura Diamela Eltit ("Lumpérica"). O, incluso su relación agridulce con Roberto Bolaño ("2666")?
-Al juntar el material para este libro descubrí que me había metido en más polémicas que las que recordaba (ríe). Parece que tengo una vocación "Contreras", como decía mi abuela. Y, en efecto, tenía razón. No le he quitado el bulto a responder, enfrentar ciertas cuestiones que me parecen, o me han parecido en su momento, radicalmente injustas. Y discriminatorias en algunos puntos. Y, violentas también en otros momentos. Entonces yo ahí me veo llamada por el deber de poner "los puntos sobre las íes" y aclarar la situación, o decir que no me parece eso que se ha dicho. Pero no me había dado cuenta (hasta esta antología) que lo había hecho en tantas oportunidades. También creo que escribo desde la rabia, esa situación de injusticia y de discriminación activa mi necesidad de escribir.
-Todo texto parte de un cómo o un qué.
-Claro. Está el contenido, pero también hay como una energía que surge en momentos en que yo percibo que se ha cometido una gran injusticia, o se ha hecho daño.
-La polémica con la docente Lorena Amaro ("Vida y escritura. Teoría y práctica de la autobiografía") fue larga.
-Para mí eso fue una polémica muy interesante, porque respondí al artículo de Lorena con el que no estaba completamente en desacuerdo. Lorena Amaro es una académica leída e inteligente, pero precisamente porque es alguien que también admiro, me pareció importante contestar. Ella emite una opinión desde un lugar de saber y de poder. Ella es directora de la Escuela de Estética de la Universidad Católica (UC) y fuimos compañeras en Periodismo. Entonces con todo respeto, me pareció que no estaba de acuerdo y le contesté, luego ella me contestó. Yo ya no volví a contestar porque me parecía que ya había dicho lo que necesitaba decir, pero lo que fue muy interesante en ese momento, que nunca he visto antes, es que de pronto hubo 20 voces de escritoras y ensayistas que pensaron el problema y tenían algo que decir. Fue una especie de momento ensayístico potenciado. No suelo ver a mis colegas escribir tantos ensayos, por lo que me pareció extraordinario. Además con mucho nivel, o sea también eran textos, dentro de lo polémico, respetuosos, volcados a pensar las ideas y no a atacar a las personas, lo cual me parece importante cuando se entra en una discusión pública.
Lina meruane recibió el premio sor juana inés de la cruz por su novela "sangre en el ojo".
"Ensayo general"
Lina Meruane
Ediciones UDP
368 páginas
$25 mil
Por Valeria Barahona
"No he quitado el bulto a responder, enfrentar ciertas cuestiones que me parecen, o me han parecido radicalmente injustas".
aune ainson