Pasó el plebiscito; se efectuó el cambio de gabinete y, en medio de esos hitos de la atención comunitaria, debiera realizarse la convocatoria para iniciar un nuevo proceso constitucional, camino en el cual existe acuerdo político transversal. De hecho ayer se inició el diálogo en el Congreso entre parlamentarios, líderes de partidos y la nueva ministra secretaria general de la Presidencia Ana Lya Uriarte.

De esas primeras acciones debiera salir pronto un itinerario a seguir. Como señaló la alcaldesa Carla Amtmann en una entrevista con www.soyvaldivia.cl, lo ideal sería tener antes de octubre delineado un calendario que permita dar certezas a la comunidad.

Desde las regiones, esa guía puede ayudar a estructurar propuestas para que la descentralización sea incluida en las futuras conversaciones. Autonomía, gobiernos más fuertes, atribuciones para decidir sobre recursos, efectiva articulación con las comunas y municipios (que son la primera puerta que tocan las personas con sus necesidades) no debieran faltar en la discusión.

Sobre los plazos y según señaló el Servel antes del plebiscito, se requieren 125 días para organizar una nueva elección de Convencionales (el Presidente ya indicó que esa debiera ser la alternativa). Con ese horizonte de tiempo claro, podría activarse preparación. ¿Y cuánto debe durar el proceso luego? En opinión del ex ministro Juan José Ossa (CPP de la U.San Sebastián), seis meses es un tiempo ideal y se debiese considerar insumos ya existentes, como el material iniciado con la ex Presidenta Bachelet, entre otros (www.soyvaldivia.cl).

Concientes del valor de estos pasos, los gobernadores y gobernadoras de las diversas regiones hicieron un llamado "a la unidad, al diálogo abierto y participativo"; además de ponerse "a disposición del proceso al que el Presidente Gabriel Boric ha convocado, por el bien de Chile y de las personas que lo habitan".

Es de esperar que su disposición a contribuir sea considerada a la hora de definir nuevas formas de administración del territorio nacional, materia en la que el anterior texto sumó acuerdos.

Los tiempos de cambios generan incertidumbres y temores, dijo la alcaldesa Amtmann y tiene mucha razón. Este es un período de cambio; las señales prontas y claras resultan importantes ahora.

La primera función que se nos viene a la mente cuando pensamos en la Universidad es la generación y divulgación del conocimiento, así como la formación de profesionales de las más distintas áreas, sin embargo, hay muchísimas otras actividades relevantes que son inherentes a una institución como ésta, y que incluso pueden no ser muy conocidas por la comunidad universitaria.

Hoy quiero destacar aquellas referentes al apoyo a los emprendedores/as y microempresarios/as de nuestra región, que a través de los centros de negocios Sercotec operados por la Universidad Austral de Chile en Valdivia, La Unión y Panguipulli reciben asesoría técnica gratuita, así como vinculación con el sistema productivo local para asegurar exitosos resultados en sus negocios.

Este apoyo consiste en un diagnóstico que verifica las potencialidades y necesidades de cada uno, con un acompañamiento de mediano a largo plazo para la implementación de un plan de desarrollo que permita que la empresa se formalice, tenga sostenibilidad y pueda por lo tanto aumentar sus ventas y generar nuevos empleos, es decir un círculo virtuoso.

Este acompañamiento, que tiene un carácter personalizado y a escala humana, se basa en la real aspiración de surgir basado en el esfuerzo, constancia y compromiso de cada uno de los emprendedores para llevar adelante sus negocios.

Durante esta fructífera relación, se integran a la economía del territorio y participan de manera competitiva en los mercados con identidad cultural de alta calidad e innovación, y tanto ellos como la institución trabajan sobre un paradigma de desarrollo que pone en valor los recursos sociales, culturales y naturales del territorio, y por lo tanto, también pasa a ser una función natural de la universidad, con un beneficio mutuo al facilitar la interacción de estudiantes, tesistas, docentes y actores locales a través de un sistema de aprendizaje que conforme una comunidad que dialogue permanentemente sobre las estrategias del desarrollo propuestas.

La generación de estos vínculos de cooperación para fortalecer capacidades de diálogo, concertando esfuerzos entre pares y con otros actores sociales públicos y privados va en el camino correcto para el desarrollo armónico, sustentable y empoderado de nuestra región…¿como puede ser eso otra cosa que nuestra máxima aspiración?

María Alejandra Droguett López

Directora Oficina Relaciones Nacionales y Regionales UACh