"Me siento realizado en todo sentido, con el reconocimiento de la gente..."
RECORRIDO. Durante 44 años fue docente del Instituto Comercial, es presidente del Deportivo Magisterio y dirige fábrica de cocinas.
Profesor de Historia y Geografía, comerciante y dirigente deportivo. Comercialino de corazón. El 28 de febrero de este año, Noé Segundo Sepúlveda Ávila dijo adiós a las aulas, para acogerse a jubilación y dejar de lado una de las actividades que lo han apasionado durante sus 68 años de vida. El Instituto Comercial fue su hogar laboral durante 44 años, desde 1978.
Sin embargo, ahora enfoca toda su vitalidad hacia sus roles como dirigente deportivo y comerciante. El mismo asegura que "la segunda parte de mi existencia la he dedicado y dedico al Deportivo Magisterio". Lo preside desde 1999 y cuentan con cerca de 400 socios, entre jugadores de fútbol y sus familiares. El club perteneciente a la Asociación de Fútbol de Viejos Cracks de Valdivia fue fundado el 16 de diciembre de 1975 y desde entonces ha tenido solo tres presidentes: Luis Rosales, Julio Pincheira (interino) y Noé Sepúlveda, acompañado en el actual directorio por el secretario Juan Carlos Saavedra y el tesorero Eliseo Figueroa.
¿Cómo se ha mantenido tantos años como presidente?
-En las elecciones me siguen apoyando, porque mi trabajo y el de mis directorios ha sido a base de objetivos en cada periodo. Entonces, la gente cree porque ve los avances y el club tiene una infraestructura que es parte de nuestro trabajo. En la parte social, organizamos un grupo de amigas formado por esposas de jugadores, que fueron una base social del club deportivo. Y en este trabajo, quiero hacer una mención especial a mi colega Braulio Pacheco Rojas, quien fue secretario durante 20 años.
¿Cuál ha sido su mayor logro a nivel dirigencial?
-Al asumir como presidente, mi prioridad fue tener un campo deportivo. Cuando era alcalde don Jorge Sabat, el abogado Juan Carlos Vidal hizo el trámite para la subdivisión de la antigua cancha de la Escuela Normal, en la Villa Europa. La municipalidad nos entregó en comodato una cancha de tierra, que estaba prácticamente abandonada y hoy está empastada, tiene una sede social, camarines, tribuna techada, está cerrada y cuenta con iluminación artificial.
¿También se mantiene activo como futbolista?
-Efectivamente. Desde hace 13 años y gracias a la invitación del presidente de Canadela, Víctor Triviños, he sido parte de las series de 55, 60 y 65 años, lo cual me ha permitido conocer prácticamente las ciudades más importantes del norte del país, disfrutando de otro grupo de deportistas, con un grato ambiente y amistad.
¿Cómo fue su experiencia docente?
-Cuando llegué al Instituto Comercial era un colegio de lujo, sus estudiantes eran alumnos top y el profesor sentía el respeto hacia su labor. Ser comercialino o institutano era un sello, eran chicos de grupos sociales medios-bajos, con una formación familiar muy grande, que hacía que podamos desarrollar de la mejor manera nuestra actividad. Los ex alumnos con los cuales me encuentro, felizmente tienen un buen recuerdo de mi persona. Les entregué lo mejor posible para su formación profesional y ellos lo valoran.
¿Ha cambiado la formación familiar de la cual habla?
-Sí y mucho. Me retiré justo ahora, pero al regreso de la pandemia vemos cómo a partir de la revolución tecnológica, que en muchos casos ha sido más negativa que positiva, cuesta mucho entregarles contenidos y conocimientos para que adquieran habilidades y destrezas.
En la parte comercial, ¿qué ha pasado con el histórico negocio de la fábrica de cocinas de Noé Sepúlveda e hijos?
-Mi padre falleció en 1990 y como familia continuamos con el negocio durante 15 años. Desde el 2005 seguí de manera individual y hasta la actualidad manejo la fundición y la fábrica de cocinas, atendiendo ahora en Picarte, frente al Cementerio Municipal N° 2. Los mejores años de la industria fueron en los '70, '80 y '90. Hoy incluso, de repente llega gente que compró su cocina hace 25 o 30 años, para hacerle alguna reparación. Aunque hay materiales que han ido cambiando, somos los únicos de la zona que seguimos fabricando cocinas enladrilladas.
¿Se siente una persona realizada?
-Por supuesto. Me siento realiza en todo sentido, con el reconocimiento de la gente del deporte; como profesor, nunca tuve problemas con mis alumnos y en los negocios me ha ido bastante bien. Al menos ahora ya no me tengo que levantar a las seis de la mañana, si no un poco más tarde.
"Cuando llegué al Instituto Comercial era un colegio de lujo, sus estudiantes eran alumnos top y el profesor sentía el respeto hacia su labor..."
Noé Sepúlveda Ávila, Profesor de Historia y Geografía
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