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Germán Riquelme Quijada: Hijo ilustre de la comuna de Paillaco

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El martes 20 de septiembre de 2022 emprendió su último viaje el vecino paillaquino Germán Riquelme Quijada. Nacido el 24 de mayo de 1926, desde el año 2010 era Hijo Ilustre de la comuna de Paillaco. Ligado estrechamente al deporte de la comuna de Paillaco, fue ciclista, dirigente del club deportivo Colo Colo y rayuelero. Precisamente, esta trayectoria comunitaria motivaron a que fuera nombrado Hijo Ilustre de la comuna. Posteriormente, en el año 2015 el Complejo Deportivo de la Asociación de Rayuela de Paillaco recibió el nombre de Germán Riquelme Quijada, tras la propuesta de la municipalidad que fue inmediatamente aceptada por la asociación. Ante el deceso del vecino, el alcalde de la comuna, Miguel Ángel Carrasco señaló que "Don Germán es parte de la historia de Paillaco. Fue uno de los primeros habitantes y formó familia en nuestra incipiente comuna, trabajó como obrero en la construcción de las calles que hoy recorremos y realizó grandes acciones como dirigente social, político y deportivo. Junto al Concejo Municipal le enviamos nuestras más sinceras condolencias a la familia, esperando que encuentren la paz en sus corazones". También el concejal Raúl Cortez, a través de sus redes sociales se refirió al deceso de don Germán Riquelme Quijada, señalando que "admiraremos por siempre la sabiduría que había en don Germán, y las experiencias vividas a lo largo de su vida, que lo convierten en un vecino inolvidable. Ha partido uno de los destacados habitantes de nuestra comuna, testigo de la historia y desarrollo de Paillaco y patriarca de una reconocida y querida familia. Para sus, hijos, nietos y bisnietos nuestra solidaridad y cariño". El velatorio de Germán Riquelme Quijada se realizó en su domicilio, ubicado en la calle Manuel Rodríguez y sus funerales se realizaron el jueves en el Cementerio Municipal de Paillaco, después de una misa en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes.

96 años de edad tenía el vecino de Paillaco, Germán Riquelme Quijada. Nació el 24 de mayo de 1926 y fue un destacado dirigente comunitario y deportivo de la comuna.

Ricos y

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pobres

El profeta Amós, en la primera lectura de este domingo (Am 6,1.4-7) denuncia la aparente prosperidad que vive Israel, desafortunadamente sostenida con injusticia social. El profeta arremete contra los ricos despreocupados de ayer y de hoy, creyendo que la vida de ostentación es el camino de la felicidad; mientras ignoran el mal que produce su indiferencia hacia los demás. Dios les advierte que la vida les pedirá cuenta de todo lo defraudado. El problema del rico es que no escucha, sólo mira por sí mismo y los suyos, incapaz de conformarse y de pensar en los necesitados que viven de migajas.

Pablo nos recuerda a través de la carta a Timoteo (1Tim 6, 11-16) el compromiso de toda la comunidad creyente, llamada a ejercer y desarrollar virtudes personales que redunden en favor del bien común.

La Iglesia está llamada a ser los brazos de Dios, que han de cargar y encargarse de la realidad del sufrimiento.

La parábola del rico y del pobre Lázaro (Lc 16, 19-31) sigue en continuidad con el evangelio del domingo pasado: "No se puede servir a Dios y al dinero".

El relato presenta dos estilos de vida: el rico, que se jacta de su lujo, de vestidos finos y de sus banquetes diarios; y Lázaro: mendigo, hambriento y cuya mendicidad lo lleva a una marginación total.

Sin embargo, la muerte nivela a todos, pero en este caso el pobre Lázaro es llevado por los ángeles al seno de Abraham, mientras que el rico es sepultado y destinado al reino de la muerte.

La advertencia de esta parábola no es sólo para los ricos, sino para todos, porque el pecado de la indiferencia nos sucede a todos. Por eso es tiempo de "discernir" y tomar la opción por Jesús, antes que la muerte nos sorprenda.

"La advertencia de esta parábola no es sólo para los ricos, sino para todos, porque el pecado de la indiferencia nos sucede a todos".

Sergio Enrique Barrera Gallegos: Adiós a un suplementero valdiviano

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Conocido entre la comunidad valdiviana por su oficio de suplementero en el sector de calle Chacabuco, al llegar a Camilo Henríquez, además de atleta senior y miembro de la comunidad evangélica, el lunes 19 de septiembre se marchó para siempre Sergio Enrique Barrera Gallegos. Tenía 87 años de edad. Sergio Barrera Gallegos nació el 2 de agosto de 1935 en Chillán y a fines de los años '50 junto a su familia viajó hacia el sur, para radicarse definitivamente en Valdivia. Casado con Luisa Alvarez Pitrui, fueron padres de cinco hijos: José Gabriel, Sergio Moisés, Rosa Rebeca, Egla Magdalena y Adán Oseas, quienes prolongaron la descendencia a quince nietos. Durante su vida laboral, Sergio Barrera Gallegos fue operario de la antigua empresa valdiviana Immar (Industrias Metalúrgicas Mecánicas Reunidas S. A.), pasando posteriormente a desarrollar durante gran parte de su vida el oficio de maestro pintor y desempeñarse finalmente como suplementero. Paralelamente, también incursionó como atleta, desde el año 1987 y hasta 1998 con los colores del club Manuel Plaza en pruebas de larga distancia. Sus hijos José Gabriel y Sergio Moisés lo recuerdan como un hombre introvertido y que después de su separación matrimonial vivió solo, aunque nunca se olvidó de sus hijos y siempre los acompañó, en la medida de sus posibilidades. "Alcancé a estar más cerca de él en los últimos años y lo recuerdo como un padre cariñoso, que me iba a ver cuando yo estaba en Santiago y que siempre trató de ser cercano a sus hijos", recuerda Sergio Moisés y agrega que en los últimos años su padre sufrió de una enfermedad que terminó por llevárselo para siempre. Sergio Enrique Barrera Gallegos se marchó de este mundo durante la madrugada del lunes 19 de septiembre de 2022, sus funerales se realizaron el miércoles 21 y su cuerpo descansa en el mausoleo de los trabajadores suplementeros, en el Cementerio Municipal N° 1 de Valdivia.

87 años de edad tenía Sergio Barrera Gallegos, al momento de su partida. Durante los últimos años desarrolló el oficio de suplementero, en el centro de Valdivia.