Seguridad pública
Hace algunos días el Presidente de la República, hizo el destacado anuncio del aumento de recursos por parte del Estado en materia de Seguridad Pública, para el presupuesto del próximo año. Con una cifra de 4,5 % más en comparación a los recursos entregados el último año para enfrentar la delincuencia en el país, y que se enfocaría principalmente en mayor recurso para las policías y su equipamiento, el Gobierno pretende dar una señal de especial preocupación por un problema que parece, hasta aquí, escapársele de las manos y que por lejos es la principal inquietud de la ciudadanía.
Nadie podría negar que es una señal importante, pero ¿es suficiente? Definitivamente no lo es. Entender que la crisis que se vive en materia de seguridad se soluciona solo en la entrega de recursos es un error. Las señales políticas, más allá del aumento de recursos son urgentes. Es que, ¿La disminución de la dotación de Carabineros, incluidas solicitudes de bajas o disminución de postulaciones para ingreso a la institución, es por falta de vehículos nuevos o insuficiente tecnología? La respuesta es No. ¿La baja cantidad de condenas efectivas a delincuentes detenidos es principalmente por falta de recursos? La respuesta también es No.
Definitivamente las fuerzas policiales necesitan respaldo político, necesitan señales comunicacionales y administrativas claras, sin medias tintas. Bastante tenemos con publicaciones en redes sociales de hace no tanto tiempo, de algunos quienes son hoy altas autoridades de Gobierno, que en otros roles anteriores no dudaron en hacer juicio de la acción policial.
Y otro tema no menos importante, el discurso frente a algunos actos delictuales o problemas de orden público no debe ser ambiguo ni relativizado jamás.
Entonces, solo entonces, el bullado aumento del 4,5%, a mi juicio aún insuficiente, será tan efectivo como todos esperamos.
Peter Zippel Presidente Regional Renovación Nacional
Felicitaciones, muy bien
Felicitaciones a las autoridades locales, ¡por primera vez tenemos en Valdivia un funeral narco! Por años escuchamos los fuegos artificiales y balazos cada vez más cerca a nuestros hogares, cada vez más intensos, incluso tuvimos una balacera frente a un colegio en el centro de la ciudad, y luego balaceras e inocentes asesinados en las poblaciones.
Ahora celebramos con balazos y al mejor estilo de los carteles de droga sin que las autoridades muevan un dedo por la seguridad de la ciudad. Ríos de droga corren por las poblaciones, pues ya no se trafica con gramos, sino que ahora son kilos. Los narcos luchan por el control territorial de la ciudad, ¡pero, ey! ¡Las fotos en instagram de nuestros representantes tienen muchos likes y se ve como que hacen algo!
No hay encargado municipal de seguridad pública, no hay un plan de seguridad ciudadana, no hay focos de control y Gendarmería sigue trayendo a cientos de presos de alta peligrosidad a nuestra ciudad para llenar la cárcel, incluyendo a integrantes del Tren de Aragua. Reitero, felicitaciones a nuestras autoridades, lo están haciendo muy bien.
Mauricio Obreque Pardo Abogado mauricio.obreque@gmail.com
Nueva Constitución
Casi dos de cada tres chilenos votamos Rechazo en el Plebiscito de Salida (en realidad, de escape). Aunque a veces parece que algunos no lo perciben, se trata de la derrota política del "octubrismo", del gobierno y de los partidos que lo sustentan.
Fue el triunfo de todos quienes queremos transitar por los caminos de la democracia, la moderación y la reforma. El 62 % obtenido es mucho más que la suma de dos o más sectores políticos. No nos engañemos. Se trata de un fenómeno distinto. Fue la Patria, hubiera dicho Eduardo Frei Montalva.
Es hora de construir una propuesta para toda la Nación. Para los millones que votaron Rechazo y también para aquellos que ahora si están dispuestos a defender la democracia liberal o representativa.
Durante la Campaña dijimos que había que rechazar el texto propuesto y que sólo de esta forma sería posible elaborar una nueva Constitución. El cómo hacerlo es un tema discutible. Sin embargo, resulta evidente que no puede ser desde una Convención como la emanada del estallido anti-social, como muy bien lo ha expresado Sergio Muñoz Riveros.
Es indiscutible, asimismo, que hay normas e instituciones que ahora estarán fuera de la discusión, ya sea porque han funcionado adecuadamente y no deben modificarse o bien, porque carecen de sentido.
En este nuevo contexto post plebiscitario, después de años de discusión y teniendo presente que los temas a debatir no van a ser tantos, no me parece prudente ni sensato descartar a priori que esta construcción se haga en el Congreso, apoyado por especialistas y que la Carta sustitutiva sea sometida a un Plebiscito de Salida, con voto obligatorio.
Cuestionar hoy la legitimidad del Congreso Nacional para asumir esta tarea equivaldría a desconocer la legitimidad del mandato del Presidente y de toda la institucionalidad. No creo que ese sea el camino.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com