Bioseguridad para apoyar el turismo
Se acerca la temporada alta y Los Ríos se presenta como una alternativa bella, pero también segura para los visitantes. Proyecto llevado adelante por profesionales de Enfermería y Turismo de la Uach busca capacitar para crear una cultura preventiva en la zona.
Crear una "cultura de la bioseguridad" es uno de los objetivos del proyecto FIC que lidera la académica Romané Véliz y que reúne a profesionales de Enfermería y de Turismo de la Universidad Austral de Chile. La propuesta suma esfuerzos públicos, privados y de la academia, para enseñar e instalar protocolos de prevención de contagios de enfermedades, acción sanitaria y de higiene, formas de trabajo y de atención a usuarios que garanticen experiencias seguras a los visitantes que lleguen a la región de Los Ríos y a los equipos que los atiendan durante su estada en la zona.
La propuesta comenzó hace varios años, pero fue en pandemia cuando sus alcances se comprendieron más, pues las medidas de autocuidado se convirtieron en requisitos básicos para todas las actividades en el país y en la zona. Lavado de manos, uso de mascarillas, ventilación, aforos, manejo correcto de residuos, distancia social, nuevos hábitos de vinculación con los espacios debieron aplicarse con rapidez y se internalizaron. Además, la gente comenzó a exigirlos y a preferir lugares que dieran más garantías de protección. Es decir, la "bioseguridad" se convirtió en un rasgo diferenciador.
El proyecto, entonces, mostró la importancia de generar conciencia y capacitar a quienes se dedican al turismo para tomar las medidas correctas en cada caso, de modo que las personas que lleguen puedan disfrutar de un lugar sin riesgos para ellas, ni para el espacio que recorren.
Ahora la meta es que esos aprendizajes se multipliquen y se mantengan en el tiempo. Si bien han disminuido las restricciones por covid-19, no se debe olvidar que la pandemia no terminado y que en la región -como en muchas zonas del país- también hay otras realidades que deben manejarse adecuadamente desde el punto de vista de la salud y el cuidado ambiental: la presencia de virus hanta; del alga didymo (que daña los paisajes y cursos de agua); de enfermedades respiratorias; contaminación por desechos.
Un lugar más confiable es el que se hace cargo de esas realidades. Así, prevenir se convierte en una ventaja competitiva que incide en la economía, pues los turistas podrán elegir restaurantes, agencias, hoteles, transportes y otros que les garanticen un mejor resguardo. Y el proyecto ofrece la certificación respectiva.