En noviembre de 2023 Valdivia será sede del Encuentro Iberoamericano de Municipalistas. Reunirá a más de 500 autoridades llegadas de diferentes países y desarrollará conferencias y reflexiones en torno a dos temáticas importantes transversales a las realidades internacionales: cómo dotar de más atribuciones a los gobiernos locales y cómo responder a los desafíos que plantea el cambio climático para la vida cotidiana de las comunidades.

Se trata de materias ampliamente atingentes en la realidad de Los Ríos. Por una parte está la aspiración permanente por una descentralización efectiva, que se traduzca en mayores posibilidades de resolver problemas de la ciudadanía; mientras por otra alude a la voluntad compartida de lograr desarrollo sostenible en el tiempo, respetando el medioambiente.

Así visto, sin dudas que este Encuentro dejará saldos positivos, sobre todo en las reflexiones importantes para estructurar miradas de futuro, reconociendo y observando soluciones distintas a problemas que aquejan a esta zona de la misma manera que a otras en latitudes diversas. También porque ese poner en común permite generar alianzas y aprendizajes.

Por otra parte, la actividad implica un gran desafío para la recuperación de acciones para convertir a la región en un atractivo de turismo de negocios y de eventos todo el año. Esa es una aspiración de larga data, que no ha podido materializarse en toda su dimensión, pero que sigue siendo una estrategia de aprobación compartida y transversal a actores públicos y privados.

En ese contexto, y pensando en una estrategia de más largo plazo, es que resulta importante prestar atención al desarrollo del IX Congreso Latinoamericano de Investigación Turística, que convoca el Instituto de Turismo de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Austral de Chile (Facea) y que se desarrollará desde el 7 al 11 de noviembre de 2022. Una mirada desde la academia, para apoyar la reactivación de uno de los pilares de desarrollo económico local.

El evento de la Uach tiene como lema "Construyendo turismo responsable, integrados y a escala humana" y se engarza también con la propuesta de los municipalistas, de pensar el desarrollo con foco en los territorios y las personas que los habitan.

Este 31 de octubre se cumplen 505 años desde que el monje alemán Martín Lutero exhibe en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus 95 tesis destinadas a cuestionar las doctrinas de la iglesia católica, especialmente la venta de las indulgencias.

A partir de entonces, las Religiones Evangélicas y Protestantes han tomado para sí, un día simbólico que trajo como consecuencia el surgimiento de las iglesias nacionales en Europa, y producto de las guerras religiosas, movimientos migratorios de protestantes a la costa Atlántica de Norteamérica.

A pesar de las restricciones impuestas por la monarquía española en tiempos coloniales, personas de otros credos entre ellos protestantes, se las arreglaron para llegar a Chile. Sin embargo, a pesar de la independencia, las personas que profesaban otra religión que no fuera la católica, se les relegaba a ser sepultados en los cerros de las ciudades o a que las olas del mar se encargaran de sus cuerpos.

Con el auge del liberalismo político a partir de la segunda mitad del siglo XIX, toma fuerza la profundización del laicismo, y con ello el reconocimiento de otros credos que no sea el católico, que por lo demás formaba parte de Estado chileno. Con los años, las iglesias evangélicas aumentaron en número y también sus seguidores.

A partir de 1975 las Iglesias Católicas tendrán su primer tedeum de acción de gracias en honor al proceso de independencia de Chile. En el 2008 el Estado chileno estableció como feriado legal el 31 de octubre en honor a las iglesias evangélicas y protestantes.

Hoy en Chile, luego de la Iglesia Católica, las iglesias evangélicas concentran en segundo lugar el número más alto de participantes. Su labor con el tiempo, no sólo está presente en la actividad religiosa, sino también en su rol social que han cumplido las Iglesias Evangélicas y Luteranas, así como el porcentaje significativo de sus fieles que crece año a año, aportando a nivel institucional al país desde una perspectiva solidaria y también a la convivencia social.

Es importante destacar la devoción que han demostrado cientos de miles de personas que profesan el evangelio en las Iglesias Luteranas y Evangélicas llegando a cifras cercanas al treinta por ciento de la población de nuestro país.

En lo referente al mensaje sobre la libertad de culto en nuestro país, representan estas conmemoraciones una evolución necesaria para una sociedad verdaderamente democrática, y justa para quienes profesan su religión.

Gastón von Mühlenbrock

Diputado por Los Ríos.