La semana pasada fue celebrado el 275º aniversario de Correos de Chile, institución creada oficialmente en 1747 por la corona española y encomendada a Ignacio de los Olivos, quien estableció la comunicación oficial entre Santiago y Buenos Aires, permitiendo que la primera carta entre ambas ciudades se enviara en 1748. Un siglo más tarde, cuando el país ya se había convertido en una República independiente, fue emitido el primer sello postal chileno: era 1853 y la imagen correspondía a Cristóbal Colón.

Mucho ha tiempo ha pasado desde entonces y nadie podría negar la importancia de la institución en el desarrollo de las comunicaciones nacionales. Actualmente es una empresa estatal autónoma, se calcula que sus envíos recorren diariamente 32 mil kilómetros en el territorio, ha debido adaptarse a las necesidades tecnológicas y se presenta como actor clave en materias que van desde el servicio de envíos internacionales, a un colaborador en campañas comunitarias diversas. Una de las más visible es la de Navidad, impulsada por sus trabajadores y trabajadoras, acción que en Valdivia marca un hito cada año.

La celebración aniversaria incluyó una emisión postal conmemorativa, creada por el artista Mauricio Navarro, en base a los trabajos ganadores de un concurso nacional en el cual participaron personas de diversas regiones, en seis categorías separadas por edades, desde 4 años, hasta mayores de 59. Los sellos son seis y ya se encuentran disponibles en todas las oficinas, para que los coleccionistas puedan pedirlos.

No es menor contar con un material así, pues son momentos valiosos de la historia que quedan registrados para siempre como homenaje. Por ejemplo hay sellos por la creación de la Región de Los Ríos (2007), otros con motivo de los 400 años de la fundación de Valdivia (1952) y en 1961 apareció la serie postal "España a Chile", obsequiada por el gobierno español como ayuda para los damnificados por el terremoto de 1960.

Algunas de estas piezas pueden conocerse en el Museo R.A.Phillipi de la Universidad Austral de Chile, donde se encuentra la colección filatélica donada por Norberto Petersen, con 9 mil piezas que ayudan a dimensionar la importancia de los sellos y del Correo como servicio ciudadano.

Año a año vemos con preocupación la pérdida de hectáreas productivas para nuestros alimentos, forraje y crianza de animales, lo que disminuye o afecta el abastecimiento nacional.

No hay que ir muy lejos para darse cuenta de que los accesos a nuestra ciudad están siendo poblados, ya no vemos cultivos, sino casas y urbanizaciones escondidas haciendo desaparecer periódicamente el territorio que por años fue utilizado con fines agrícolas. Según cifras del Servicio Agrícola y Ganadero se han generado a nivel nacional 186 mil lotes de los cuales 152 mil corresponden a lotes de media o una hectárea que claramente dejarán de estar destinadas a sistemas agroproductivos y de sustentabilidad local.

Esta ocupación se produce por el alto interés en la búsqueda de una mejor calidad de vida, donde muchos han decidido migrar desde la ciudad al campo solo como destino habitacional, sin embargo, esto ha afectado de manera sustancial zonas rurales otrora agrícolas, provocando alta congestión en caminos secundarios y exceso de consumo de agua con la perforación para pozos profundos que afectan las napas destinadas a riegos productivos.

Además, debemos considerar que las distancias productivas se están alejando de los centros urbanos afectando los valores de traslados que finalmente se traducen en un mayor valor del producto final.

La alta demanda por las llamadas parcelas de agrado ha generado un alza en el valor de los terrenos agrícolas, este fenómeno está llevando a muchos agricultores a decidir entre seguir produciendo a altos costos con las crecientes dificultades de los mercados actuales o vender sus tierras, teniendo en cuenta los precios que están pagando por ellas. Si bien esto está siendo un modelo de negocio atrayente, es necesario mejorar la planificación y regulación ante la creciente y preocupante pérdida de zonas agroproductivas. A nivel mundial la producción de alimentos se está viendo cada vez más disminuida, es necesario tomar en cuenta que nuestros campos son la base de la creación alimenticia y no podemos seguir perdiendo terreno.

Una correcta planificación de desarrollo rural va de la mano con un mejoramiento en la habitabilidad de los centros urbanos donde es necesario crear ciudades mas amigables.

Mónica Oettinger W.

Directora Saval F.G.