En el fin de semana en que todo Chile se moviliza solidariamente, con el corazón abierto a entregar nuestros aportes a la gran cruzada de la Teletón, es importante visibilizar la gran deuda de la discapacidad en Chile y las brechas que aún persisten en nuestra sociedad. En este momento, en donde se le pone nombre y rostro a la discapacidad, es importante tener conciencia que esto no se reduce a esta gran acción solidaria, sino que tiene que ver con una realidad mucho más amplia y profunda, que necesita la atención de políticas públicas del Estado, como lógicamente también de la región.
No hemos sido capaces de atender esta demanda ciudadana con políticas públicas adecuadas. Prueba de ello es que ni siquiera tenemos indicadores actualizados que nos permitan visualizar el escenario actual. De hecho, el último Estudio Nacional de Discapacidad, realizado en el año 2015, revela que nuestra Región de Los Ríos se ubica en el tercer lugar del ranking nacional, con un 23,8% de población adulta en situación de discapacidad, le anteceden las regiones de Arica y Parinacota (28,9%) y la Región de Magallanes (24,2%). Pero una cifra más reveladora aún, es que nuestra región se encuentra en primer lugar a nivel nacional, con la cifra más alta de personas en situación de discapacidad severa.
El Registro Nacional de Discapacidad (RND) a septiembre de este año, indica que nuestra región presenta un total de 10.391 personas en esta situación. Como Gobierno Regional tenemos el deber de hacernos cargo, especialmente en lo que tiene que ver con la integración social y las oportunidades de carácter laboral.
Somos conscientes de esta deuda y es por ello que hemos estado avanzando, hermanándonos con la propia Fundación Teletón para entregar apoyo, aumentar cobertura y atender otras dimensiones de las personas en situación de discapacidad, pero claramente no solucionamos el problema de fondo. Este año, destinamos más de $800 millones del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para dos importantes programas, que buscan contribuir a la inclusión social de los niños, niñas y adolescentes que se atienden en el centro de rehabilitación y adquirir equipamiento terapéutico para tener diagnósticos oportunos, terapias simultáneas y trabajar con inteligencia artificial.
Años atrás, como Gobierno Regional aprobamos recursos para un programa de ayudas técnicas que jamás logró concretarse. Lamentablemente, servicios públicos pequeños y centralizados, como el Servicio Nacional de la Discapacidad, que cuentan con muy pocos funcionarios y con barreras burocráticas impresionantes, no permiten llevar adelante iniciativas regionales como las que hemos intentado impulsar. Afortunadamente, el proceso de descentralización del país, le da esperanzas a las regiones. Esperamos que con la transferencia de competencias y con la nueva dinámica de la Ley de Presupuestos, se generen los instrumentos necesarios.
"Nuestra región tiene la cifra más alta del país de personas en situación de discapacidad severa..."