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Firmes

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en la fe

En tiempos de tantas desgracias naturales y conflictos provocados por los hombres, la inseguridad presente y la incertidumbre por el futuro, sería fácil caer en un pesimismo sobre la vida del mundo, del país y de la propia vida personal y familiar. Además, muchos aparecen dando malos augurios, creando aún más desesperanza y tribulación en la gente. Esto también sucedía en los tiempos de Jesús, como nos lo señala el evangelio de este domingo (Lc 21, 5.19).

Jesús no desconoce que habrá muchas aflicciones, guerras y desastres, pero su invitación es a enfrentarlas con una actitud distinta.

Primero nos insta a estar atentos y a no dejarnos engañar por los falsos profetas; y segundo, a no asustarse ante las situaciones del mundo y de la vida: "No se espanten cuando oigan hablar de guerras y disturbios".

Sin embargo, también Jesús le dice a sus discípulos que junto con todas estas situaciones negativas, se darán persecuciones y conflictos a causa de su Nombre, es decir por profesar la fe. Ya en muchas latitudes sabemos de hermanos en la fe que son perseguidos ante esta causa, como por ejemplo en Nicaragua. También en nuestra sociedad se vislumbran discriminaciones y burlas a aquellos que profesan la fe cristiana.

Ante estas dificultades y persecuciones, Jesús hace una propuesta curiosa: "Propónganse de corazón no preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras y sabiduría". No es nuestra elocuencia y preparación la que vendrán en defensa de nuestra fe, sino que el propio Espíritu Santo es el que actuara en nosotros. De parte nuestra, en cambio, la perseverancia es la que nos ayudará a salvar nuestras vidas. Nuestra constancia y paciencia ante las dificultades de la vida son las que nos ayudarán a mantenernos firmes en la fe.

"Nuestra constancia y paciencia ante las dificultades de la vida son las que nos ayudarán a mantenernos firmes en la fe".

Mario Armando Delgado Castro: El "Tío Mario" vive en el recuerdo

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Hace un año, el 12 de noviembre de 2021 se marchó para siempre. Ese día se borró la sonrisa y se apagó la voz amable y cariñosa del actor valdiviano Mario Armando Delgado Castro, conocido popularmente como el "Tío Mario". Pese a su eterno optimismo y disposición a superar los obstáculos de la vida, una rebelde enfermedad se lo llevó para siempre. Mario Armando Delgado Castro nació en Valdivia el 10 de febrero de 1952 y fue hijo de Mario Delgado Kaechele e Irene Castro. Tuvo 10 hermanos: Víctor Hugo, Teresa, Guillermo, Carmen, Mario Fernando, Nancy, Pablo, Mónica, Miguel Ángel y Horacio. El recordado "Tío Mario" estudió la enseñanza primaria junto a su hermano Víctor Hugo en la antigua Escuela Anexa a la Normal y luego la enseñanza secundaria en el Instituto Comercial, establecimiento desde el cual egresó de la carrera de la especialidad de Ventas y Publicidad. En 1973 ingresó a estudiar Teatro en la Universidad Austral, pero a fines del mismo año la carrera fue cerrada. Sin embargo, su amor por el teatro y las artes escénicas fue mayor y gran parte de su vida estuvo ligada a los escenarios. Fue creador del Teatro Independiente de Cámara, integrante del Taller Municipal de Teatro, protagonista original de la comedia "Petición de mano" e integrante del elenco de la teleserie "La Torre 10" de TVN, en el año 1984. Paralelamente fue el creador del "Show del Tío Mario", espectáculo infantil presentado con gran éxito en radio y presencialmente en toda la región. En otras fases de su vida laboral, trabajó en el área de ventas, fue funcionario de la Caja de Compensación La Araucana y en su última etapa laboral tuvo a su cargo el kiosco saludable del colegio Windsor School. Fue padre de Gabriela y Fernanda, además de su hija de crianza Alejandra. El 18 de octubre de 1991 contrajo matrimonio con Cecilia Espinosa Villarroel. A un año de su partida, Mario Armando Delgado Castro es recordado como un hombre alegre, cariñoso, atento, respetuoso, que nunca se olvidó de sus amigos, alegre, positivo y generoso. Su cuerpo descansa en el Cementerio Parque Los Laureles de Valdivia.

12 de noviembre de 2021 partió hacia el Más Allá el recordado "Tío Mario", recordado personaje del ambiente artístico valdiviano. Tenía 69 años de edad.

María Elizabeth Palma Espinoza: Adiós a una madre y abuela ejemplar

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A los 52 años de edad, el lunes 7 de noviembre pasado abandonó el mundo terrenal María Elizabeth Palma Espinoza, quien nació el 8 de junio de 1970 en Valdivia y residía en la Villa Austral. Sus padres fueron Sabino Anselmo Palma Riquelme y Adela de las Mercedes Espinoza Carrasco, quienes también fueron progenitores de otros tres hijos: Sabino Eliecer, Mauricio y Víctor. Luego de cumplir con su enseñanza básica en la Escuela España, María Elizabeth Palma Espinoza continuó sus estudios en el Liceo Técnico de Valdivia, establecimiento desde el cual egresó como técnica en educación parvularia. Durante más de 20 años y hasta el momento de su jubilación ejerció en el Jardín Infantil Bambi, perteneciente al Hospital Base de Valdivia. Paralelamente, realizaba clases en la Escuela Dominical de la Iglesia Evangélica Arca de Noé, en la población Independencia. Casada con Luis Octavio Vergara Flores -de quien se divorció- fueron padres de dos hijos: Enzo Diego y Naomi Fernanda. La descendencia se prolongó a dos nietos: Alice Elizabeth y Diego Abdiel. Durante su juventud, María Elizabeth Palma Espinoza jugó básquetbol por el Liceo Técnico y también fútbol femenino. Era aficionado a la pintura y en alguna ocasión ganó un segundo lugar en un concurso municipal; le gustaba conocer su región; era amante de la cocina; le gustaba escuchar música cristiana y la palabra de Dios. Su hijo Enzo Diego señala que "lo que más admiraba de ella era su gran capacidad de perdonar y no guardar rencor. Estoy orgulloso de haber tenido una madre como ella. Amó mucho a sus hijos y nietos. Teníamos una muy buena comunicación. Siempre fue mi sostén, estuvo en los momentos difíciles y cuando debía corregirme, lo hizo con la retraoalimentación necesaria y siempre estuvo preocupada de la parte pedagógica y educativa de sus hijos y nietos". María Elizabeth Palma Espinoza falleció el lunes 7 de noviembre en el hospital de Temuco, sus funerales se realizaron el jueves 10 y su cuerpo descansa junto al de su padre, en el Cementerio Parque Los Laureles de Valdivia.

7 de noviembre de 2022 se marchó para siempre María Elizabeth Palma Espinoza. Fue funcionaria del jardín infantil del hospital valdiviano por más de 20 años.