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Francisco Javier Ruiz Bastidas: Recuerdo a seis meses de su partida

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Hace exactamente seis meses, el 20 de mayo de 2022 y a poco de cumplir los 65 años de edad se marchó para siempre Francisco Javier Ruiz Bastidas, un valdiviano que destacó como tambor mayor de la banda de guerra del Liceo de Hombres de Valdivia (LARR). Francisco Javier Ruiz Bastidas nació en Valdivia el 18 de agosto de 1957 y fue hijo de Fernando Ruiz Soto y Nory Bastidas Miranda, quienes también fueron padres de Ricardo y Ana María. Sus estudios primarios los realizó en la Escuela N° 3 y los secundarios en el Liceo de Hombres. En el LARR y como miembro de la banda de guerra fue corneta, corneta mayor, comandante y tambor mayor. Una vez egresado de enseñanza media, comenzó su vida laboral en el antiguo Supermercado Kapel, que se ubicaba en Picarte, frente a la Plazuela Berlín. El siguiente paso lo llevó a Molinos Kunstmann, donde se desempeñó en la sección de Levaduras y también fue dirigente del Sindicato N°1 de la empresa. Su trayectoria continuó de manera independiente: compró un automóvil y fue colectivero en la Línea N° 15 San Luis-Centro, en la cual posteriormente se desempeñó como inspector. Durante 38 años y hasta el último de sus días, Francisco Javier Ruiz Bastidas compartió los caminos de la vida con su compañera de ruta Ana Luis Parra Quintana, quien recuerda a su esposo como una persona especial, comenzado por la buena relación que tenía con sus vecinos del pasaje 9 de la Villa don Max Sur. "Le tenían mucho aprecio y confianza por su buena voluntad, ya que les cuidaba las casas cuando ellos se alejaban de la ciudad", recuerda. Recalca: "Estuvimos 38 años juntos y lo voy a recordar y extrañar siempre". Y agrega: "Cómo no recordar las ocasiones en que se juntaban las familias y Francisco nos deleitaba tocando el piano, interpretando valses y tangos. También, entre sus hobbies le encantaba escuchar marchas alemanas, resolver puzzles y también era fanático de la Universidad Católica. En sus ratos libres le encantaba sacar a pasear a sus mascotas, especialmente a su perro Curi". Francisco Javier Ruiz Bastidas falleció el alleció el 20 de mayo de 2022 y su cuerpo descansa en el patio 27 del Cementerio Municipal N° 1.

20 de mayo de 2022 dejó de existir Francisco Javier Ruiz Bastidas. Había nacido el 18 de agosto de 1957.

María Inés Fernández Gómez: Vive en el recuerdo de su familia

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Dos años del fallecimiento de la dama valdiviana María Inés Fernández Gómez se cumplieron el 14 de noviembre. Nació en San José de la Mariquina el 6 de octubre de 1940 y fue hija de Atilio Fernández Aguayo y Tránsito Gómez, quienes también fueron padres de Adolfo, Natividad, Justina y Eva. María Inés Fernández Gómez estudió en Madre de Dios y San José, donde vivió sus años de juventud. En 1957 emigró a Valdivia, pero después del terremoto de 1960 regresó a Madre de Dios, donde conoció a quien sería su esposo, el profesor Orlando Lovera Albarracín. Se casaron el 19 de mayo de 1963 en la capilla de la Casa de Huérfanas de Valdivia y fueron padres de tres hijos: César, Pamela y Jasna. La descendencia se prolongó a sus nietos Matías, Tomás, Rodrigo, Paula, Pamela, Nahiara y César Philippe. En 1979, la familia se radicó en Valdivia. María Inés Fernández Gómez se caracterizó por su voluntad de ayuda a los demás y perteneció a organizaciones sociales, como centros de madres y Amigas de Pediatría. Fue una mujer cariñosa, dedicada a entregar lo mejor a sus hijos y nietos, por quienes siempre se preocupó y fue su guía y acompañante. Su familia la recuerda como "una excelente anfitriona" y "una persona con un timbre de voz muy particular, una dama, de sonrisa fácil, elegante, alegre y colaboradora, que socializaba con todo el mundo y veía a todos como iguales. También, le encantaba juntarse con sus amigas y amaba tejer a crochet, técnica que aprendió de sus ancestros. Era una entusiasta de la farándula de la realeza y seguía en las revistas de papel couché las aventuras de reyes y princesas de Europa. Le gustaba viajar con su marido y recorrer destinos nuevos. En 1999 recorrió Europa y conoció diversos países. Incluso, más tarde tomaron un crucero que los llevó a distintos destinos como Uruguay y las Malvinas", recuerda la familia. Su esposo Orlando Lovera Albarracín fue un reconocido profesor y supervisor de Educación en Ciencias Sociales, Historia y Geografía. Nació en Valdivia el 28 de marzo de 1935 y falleció el 5 de agosto de 2022 de forma natural. "Vivió una vida tranquila y próspera, inculcando siempre enseñanzas y valores cristianos. Echó mucho de menos a Inés, como él le decía y la extrañó hasta el último de sus días. Hoy están nuevamente juntos disfrutando la vida eterna", agregan sus familiares.

14 de noviembre de 2020 se marchó para siempre la dama valdiviana María Inés Fernández Gómez.

Un rey

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que salva

El relato bíblico de este domingo es la crucifixión de Jesús, según la versión del evangelista san Lucas (Lc 23, 35-43), que nos regala uno de los episodios más conocidos y más emblemáticos de la muerte de Jesús: el diálogo del Señor con los dos malhechores crucificados junto con él.

Jesús es crucificado junto a estos dos hombres que están ahí porque cumplen la condena por sus delitos. Jesús en cambio, ha sido condenado injustamente y la razón que se argumenta es porque se ha declarado el Mesías, el elegido y rey de los judíos.

Esta es la razón con la que convencen, en parte, a Pilato para condenarlo a la cruz. Por eso, éste último decide colocar el letrero sobre la cabeza de Jesús que dice: "Este es el rey de los judíos". Los jefes se burlaban de él, enrostrándole que si era rey, se salvase a sí mismo. Los propios soldados romanos que lo crucificaban le hacían burlas por la misma razón.

La liturgia de la Iglesia coloca esta lectura justo en el día de hoy, en que se recuerda a Cristo como rey del universo, para recordar que la realeza de Jesucristo no tiene que ver con las realezas y las autoridades de este mundo, sino que una realeza distinta.

Los que se burlan de Jesús le piden que use su poder de rey para librarse, pero Jesús no responde y sólo contesta al ladrón crucificado junto a él, que le pide que "se acuerde de él cuando esté en su reino".

Jesús no usa su vida y su poder en beneficio propio, sino para servir a los demás. Y su servicio más grande es la donación de su propia vida y poder de rey y Mesías para la salvación de cuantos crean en él.

La salvación de Dios ofrecida por su Mesías es para quines lo necesitan y la piden: "Hoy estarás conmigo en el paraíso", le promete Jesús al malhechor que reconoce su culpa y reprende a aquel otro malhechor que se burla y le reclama.