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VÍNCULOS. La adjudicación de un sello internacional y hasta la creación de una red de instituciones son parte de las manifestaciones de resguardo.
La de Valdivia es una figura indisolublemente ligada al gran terremoto ocurrido en mayo de 1960. Pese a la importancia histórica del desastre natural, no fue sino hasta 2010, para el cincuentenario, que se realizó el proyecto de conmemoración más grande del que se tenga memoria. Con recursos del Fondart Bicentenario hubo una masiva recopilación de imágenes y testimonios, se publicó un libro e incluso hubo una instalación viajera de rucos, aquellas soluciones habitacionales dispuestas en su momento para los sobrevivientes del terremoto.
El resguardo y la puesta en valor del patrimonio sumó otro importante hito en 2012. Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Museos, en una ceremonia en Valdivia nace la Red de Museos de la Región de Los Ríos. Por primera vez, 23 museos y centros culturales comienzan a trabajar juntos en un plan que considera compartir experiencias y gestionar recursos en beneficio del grupo.
El trabajo organizado de las comunidades también ayudaría, en distintos momentos de los últimos cuarenta años, a lograr la protección de inmuebles y sitios de memoria bajo la Ley de Monumentos Nacionales. En la extensa lista destacan la Casa Carlos Anwandter (1981), la Zona Típica para Calle General Lagos (1991) y la ex Cárcel Isla Teja (2018).
Valdivia igualmente pasó a tener un inusitado protagonismo gracias a la adjudicación del sello Capital Americana de la Cultura en 2016, otorgado por el Bureau Internacional de Capitales Culturales. Ello permitió levantar una agenda de actividades participativas, como por ejemplo la elección popular de los 7 Tesoros del Patrimonio Cultural de Valdivia, en base a 28 candidaturas. Tras aquella experiencia se determinó el primer lugar para el Museo de Sitio Fuerte de Niebla.