Cada 1 de diciembre es el Día Internacional de la lucha contra el VIH-Sida. Se conmemora en recuerdo del primer caso de esta enfermedad detectado en Estados Unidos, en 1981, con el objetivo de generar conciencia sobre la atención de quienes la enfrentan, sobre la prevención de ella y su detección temprana.

De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, en Chile hay casi 70 mil hombres y mujeres que viven con este mal. Lamentablemente, la pandemia dejó atrás planificaciones de labor y las tasas han subido, calculándose un alza significativa de casos nuevos en 2022 en relación a 2019.

La mayor preocupación está en las alzas detectadas entre los jóvenes de 15 a 29 años, que marcan un 20% de subida, y que son las de más crecimiento tanto a nivel país como en Los Ríos. Las razones para este incremento podrían deberse a algún grado de "normalización" del riesgo de la transmisión a través de las relaciones sexuales, que es la vía más frecuente de contagio. Recordemos que ya en 2017 la Encuesta Nacional de Salud advertía que cerca del 70% de los jóvenes chilenos no utilizaba preservativos y que las campañas de educación quedaron postergadas en los tres años recientes.

Además, la crisis sanitaria también obligó a aplazar los planes que existían para cumplir a nivel nacional con las "Metas 90-90-90" propuestas por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas Onusida. Ellas buscan que el 90% de las personas que vive con el VIH conozca su estado; que el 90% de los diagnosticados reciba terapia continuada y que del 90% de estos, tengan una carga viral indetectable, es decir que la enfermedad sea crónica y que baje el riesgo de transmitir el virus.

El plazo para cumplir esa propuesta vencía en diciembre de 2020, pero las prioridades cambiaron. Ahora es momento para retomar el trabajo para alcanzarlas , considerando que el lema propuesto para el Día Mundial del Sida 2022 es "Igualdad, Ya!" aludiendo a la urgencia de retomar esos procesos y garantizar el acceso a todas las personas a atención adecuada. En nuestro país existe una buena base desde la cual reiniciar esta tarea, pues el VIH-Sida forma parte del Plan Auge desde 2013. Pero no basta.

En Chile se estima que para el 2050 alrededor del 20% de la población tendrá sobre 65 años, lo que posiciona a la vejez como un desafío importante en la formación de futuros profesionales de la salud (Observatorio del envejecimiento, 2022). Comprender a la persona mayor desde el modelo biopsicosocial, implica concebir que el individuo posee características biológicas y genéticas; dotado de un aspecto psicológico moldeado por sus pensamientos, emociones y conductas; y que, a su vez, se encuentra inserto dentro de un contexto sociocultural particular. De esta manera, se debe establecer la relación e interdependencia de estos tres componentes como determinantes principales en su estado de salud y bienestar.

Respecto a ello, es interesante que desde la academia se fortalezca la formación de pregrado sobre las personas mayores desde una perspectiva multidisciplinaria, y que involucre, además, a carreras del área social y económica para enfrentar de manera integral esta nueva realidad sociodemográfica.En virtud de lo expuesto, en la U. San Sebastián se crea el proyecto colaborativo de Vinculación con el Medio "El desafío de envejecer en el siglo XXI", liderado por Psicología, con el trabajo en conjunto de Nutrición y Dietética, Ingeniería Comercial y Derecho, con el propósito de actualizar la información sobre el envejecimiento integral de las personas mayores de Los Ríos. Los temas abordados en esta oportunidad corresponden a inseguridad alimentaria, derecho, comportamiento del consumidor y bienestar psicológico.

Este proyecto se basa en que estudiantes y docentes confeccionen pautas de entrevistas de manera colaborativa desde sus áreas disciplinares, para posteriormente ser aplicadas por estudiantes de Psicología con resguardos éticos y supervisión docente. Asimismo, esta innovación pedagógica pretende potenciar habilidades trasversales y valóricas como: el trabajo entre pares, vocación de servicio y valoración por el trabajo bien hecho.

En diciembre se presentarán los resultados preliminares del proyecto a través de una jornada de sensibilización sobre el envejecimiento integral abierta a la comunidad, la cual pretende visibilizar las necesidades locales actuales de este grupo etario, para que, desde la reflexión como comunidad académica, se puedan plantear estrategias de abordajes pertinentes sobre estos temas.

Natalia Ojeda

Académica Psicología USS Valdivia