Argentina sufrió hasta los penales para conquistar su tercera estrella
QATAR. La Albiceleste empezó ganando, pero Francia reaccionó y estiró la definición dos veces. Los tres goles de Mbappé no fueron suficientes para evitar que Messi, figura del partido, levantara su primera Copa del Mundo con 35 años.
Como en 1978 y 1986, Argentina sufrió hasta el final, pero levantó su tercera Copa del Mundo en Qatar 2022, torneo marcado por la jerarquía de Lionel Messi, que continúa escribiendo con letras doradas su nombre en los libros de historia.
Batallando contra una bestia del fútbol, como Kylian Mbappé, el partido se alargó más de la cuenta y se terminó definiendo en penales, donde la Albiceleste se sacó el recuerdo del 2014 y esta vez fue fuerte de mente para darle un cierre a la historia de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, que terminó ovacionado por el público que repletó el estadio Lusail de Doha.
Lionel Scaloni sorprendió con la inclusión de Ángel Di María desde el inicio y por la banda izquierda, una función que no había hecho durante el torneo, pero con un sentido ofensivo para atacar la banda de Jules Koundé, el lateral más débil de los galos.
Ya en el inicio, el equipo trasandino demostró que quería ser protagonista, aprovechando algunos errores de la retaguardia rival para recuperar rápido y probar al portero Hugo Lloris, que no tuvo mayores complicaciones para detener los remates de distancia de Rodrigo De Paul.
Hasta que la estrategia del entrenador de la Albiceleste dio resultado y, tras una buena jugada colectiva, Di María entró al área desde la izquierda, Ousmane Dembélé le creyó un amague y el argentino cayó ante un leve contacto de su oponente.
Aunque quedaron dudas sobre si fue infracción, el árbitro cobró el penal y Messi, que apenas había tocado el balón en 20 minutos, se hizo cargo del lanzamiento, definiendo cruzado e hizo explotar las gradas llenas de hinchas del combinado sudamericano.
Pero no fue lo único de Argentina, que demostró estar en un estado de éxtasis constante, y en un contraataque marcaron el 2-0 parcial.
Nahuel Molina quitó atrás y encadenaron una serie de toques rápidos, que terminaron con Alexis Mac Allister entregándosela a Di María para que el "Fideo" definiera de primera ante un arquero rendido.
En 40 minutos, Francia ni siquiera estuvo cerca de rematar y el entrenador Didier Deschamps acusó el golpe, haciendo cambios antes del descanso.
A pesar de su buena Copa del Mundo, Olivier Giroud fue reemplazado por Marcus Thuram y Mbappé pasó a ocupar el puesto de centrodelantero. Además, Dembélé salió por Ronald Kolo Muani.
El segundo tiempo siguió la tónica del partido y la Albiceleste tuvo superioridad absoluta, aprovechando algunas apariciones de Messi, que cuando estuvo desmarcado fue capaz de desequilibrar.
Pasaron remates de todos los jugadores de la ofensiva argentina, pero ninguno hizo daño, y Scaloni, para cuidar el resultado, sacó a Di María por Marcos Acuña. El cambio marcó el trámite del partido y le permitió a Francia avanzar en el campo, a pesar de la poca chispa de los atacantes.
Reacción inesperada
Deschamps siguió sorprendiendo y sacó a dos de sus figuras en el certamen, Antoine Griezmann y Theo Hernández, por Kingsley Coman y Eduardo Camavinga.
Modificaciones sorpresivas, pero que le dieron un último aire a los europeos, que a pesar de parecer rendidos, tuvieron una última palabra.
A poco más de 10 minutos del final, y con Mbappé cada vez más participativo, el delantero de 23 años armó una buena jugada con Kolo Muani, que cayó en el área ante una falta de Nicolás Otamendi y el árbitro cobró penal.
Pese a los esfuerzos de Emiliano Martínez por distraer a Mbappé, el futbolista del PSG no se puso nervioso y definió a la derecha del arquero, que no alcanzó a evitar el descuento a pesar de adivinar el lado.
El gol fue la inyección anímica que necesitaban los galos y tardaron apenas 60 segundos en empatar el partido para forzar el alargue.
En una conexión magistral entre Mbappé y Thuram, el goleador de los europeos y de la competencia entró al área y no dudó en rematar fuerte y cruzado, como dice el manual, para marcar el 2-2.
Alargue de infarto
La prórroga marcó una oportunidad para Argentina de reponerse a los fatídicos minutos finales y volver a luchar por la Copa que no pudieron conseguir en 2014.
Tocado por una varita mágica, o para algunos por Diego Armando Maradona, Lionel Messi, con una cuota de suerte, capitalizó un rebote tras un remate de Lautaro Martínez y definió de primera para adelantar a su equipo, aunque tuvieron que esperar la ratificación del VAR para celebrar.
Pero Mbappé no iba a dar tregua y, a poco de terminar el compromiso, sacó un remate en el área que dio en el brazo de un zaguero y, otra vez, el juez cobró penal.
Para convertirse en el segundo jugador en anotar tres goles en una final del Mundo, el delantero volvió a poner en partido a su selección con una sólida definición.
En la última del alargue, Martínez le tapó un remate a Kolo Muani a quemarropa que anticipó lo que vendría en los penales.
Una atajada y una copa
Agrandado por la jugada final del partido, el guardameta de la Albiceleste afrontó la tanda de penales con personalidad, pero antes de su aparición estelar, Mbappé y Messi abrieron la definición con goles.
Martínez apareció para taparle el remate a Coman y luego Paulo Dybala ratificó la atajada poniendo en ventaja a Argentina.
Aurélien Tchouaméni falló su remate y Leandro Paredes convirtió, traspasándole la responsabilidad a Kolo Muani, que hizo el segundo para los franceses.
Así, todo quedó en los pies de un héroe inesperado: Gonzalo Montiel. El lateral derecho, que ingresó para refrescar en la banda derecha, ya había anotado en la tanda contra Países Bajos, y esta vez no fue la excepción. Con un tiro cruzado y un portero rendido, la Albiceleste bajó su tercera estrella, y lejos de celebrar con euforia, las lágrimas se apoderaron de los trasandinos, que demoraron un rato en darse cuenta de que escribieron un pedazo de la historia del fútbol.
3-3 terminó el marcador después de los 120 minutos de partido. En penales ganó Argentina por 4-2.
2 goles convirtió Messi ayer en el estadio Lusail, guiando a la selección trasandina hacia su tercera estrella.