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Desarrollan un algoritmo que detecta la esquizofrenia a partir de la huella dactilar

BARCELONA. Investigadores españoles desarrollan herramienta para el diagnóstico del riesgo de la enfermedad, cuyo estudio fue probado en 700 pacientes de todo el país con esta patología y 850 personas sanas.
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Agencias

Expertos españoles desarrollaron un algoritmo que detecta el riesgo de esquizofrenia a partir de las huellas dactilares con una fiabilidad del 70%, lo que permitirá mejorar el diagnóstico precoz en pacientes que ya presentan síntomas o que tienen predisposición genética.

El estudio de esta herramienta, publicado en Schizophrenia Bulletin, se desarrolló y probó con 700 pacientes con esquizofrenia de toda España y 850 personas sanas, y está pendiente su patente y últimos estudios de validación para ponerse en práctica en centros hospitalarios, explicaron sus responsables.

Su investigador principal, Raymond Salvador, explicó en Barcelona que en el período de gestación el tejido de la piel y el del sistema nervioso susceptible de desarrollar más adelante enfermedades como la esquizofrenia es el mismo, lo que hace posible encontrar información relevante en la huella dactilar desde pequeños.

Desde los años 70 se venían desarrollando estudios sobre las huellas dactilares y la esquizofrenia o la bipolaridad y el autismo, pero este nuevo avance aporta la novedad de la inteligencia artificial del algoritmo que es capaz de ir más allá y "ver patrones más complejos".

Salvador apuntó que pese a que es un avance profundo, "no se trata de una herramienta para determinar de forma absoluta" el riesgo de esquizofrenia, pues con un 30% de no fiabilidad se darían muchos casos de falsos positivos de una enfermedad con prevalencia del 1% de población.

Los límites

Ese mismo argumento, añadió, desaconseja que se pueda realizar la prueba dactilar a toda la población y que se limite su recomendación de uso a los dos grandes grupos de riesgo: personas con familiares con esquizofrenia y predisposición genética, así como personas que presentan los primeros síntomas de la enfermedad.

La coordinadora del estudio, la psiquiatra Edith Pomarol-Clotet, señaló la relevancia de la herramienta a la hora de detectar de forma precoz la esquizofrenia.

"Cuanto antes se diagnostica, más se puede afinar con el tratamiento y mejor es la evolución", explicó.

"El diagnóstico definitivo de la esquizofrenia requiere un mínimo de seis meses y frecuentemente sus síntomas se confunden con los de otras enfermedades de salud mental, como el trastorno bipolar. Por ello es tan importante este hallazgo", añadió Pomarol-Clotet.

Relacionado con ello, los investigadores destacaron que además se abre la puerta a desarrollar otros algoritmos posibles para determinar otras enfermedades mentales a partir de las huellas.

Detrás del estudio están el Centro de Investigación Biomédica en Red Cibersam y el Fidmag Hermanas Hospitalarias. De este último complejo, la investigadora encargada de la recogida de muestras por nueve unidades y centros asociados, María Ángeles García, mostró cómo en pocos segundos se recogen las huellas con una simple aplicación que después de captar la imagen la "filtra" con el algoritmo.

70% de fiabilidad arroja el resultado del algoritmo que mide el riesgo de esquizofrenia mediante la huella dactilar, lo que puede generar muchos falsos positivos.

Condenan a una anciana de 97 años por complicidad en 10.500 asesinatos del nazismo

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Un tribunal alemán condenó a dos años de libertad condicional a una nonagenaria que fue secretaria del campo de concentración nazi de Stutthof, en territorio polaco, al declararla culpable de complicidad en el asesinato de más de 10.500 prisioneros.

La Audiencia Provincial de Itzehoe responde así a la petición de la Fiscalía de dos años de libertad condicional para la nonagenaria, mientras que la defensa había solicitado su absolución.

Tras un total de 40 días de juicio, el juez condenó a la acusada Irmgard Furchner, de 97 años, por complicidad en asesinato en más de 10.505 casos, así como por complicidad en tentativa de asesinato en otros cinco, según informó la cadena pública regional NDR.

En 14 meses, los expedientes del juicio se engrosaron hasta alcanzar unas 3.600 páginas, a las que se suma una memoria USB con dos mil actas de interrogatorio.

Catorce testigos prestaron declaraciones, ocho de ellos supervivientes del campo de concentración de Stutthof.

El juicio, cuyo inicio tuvo que posponerse después de que la acusada se diera a la fuga, se inició finalmente el 19 de octubre del año pasado.

Entre marzo y abril quedó interrumpido por enfermedad de la acusada y tanto los supervivientes como sus abogados temían que la nonagenaria no regresara más al tribunal; no obstante, se recuperó y el proceso, el primero de este tipo contra un empleado civil, se pudo retomar el 26 de abril.

La acusada trabajó entre junio de 1943 y abril de 1945, de los 18 a los 19 años, en calidad de empleada civil como taquígrafa y mecanógrafa de la comandancia en el campo nazi de Stutthof, cerca de Gdansk, en Polonia.

Debido a su entonces juventud, la fiscal exigió una sentencia en base a la ley que regula la responsabilidad penal de los menores y que, según el caso, se aplica hasta los 21 años de edad del acusado.

La fiscalía expresó su convencimiento de que con su trabajo de oficina, Furchner contribuyó a garantizar el funcionamiento del campo, donde durante la II Guerra Mundial murieron unos 65.000 prisioneros, entre ellos muchos judíos, principalmente por debilitamiento y enfermedad, mientras que al menos 200 prisioneros fueron asesinados en la cámara de gas y en el interior de un tren clausurado.

Los Museos Vaticanos devolverán los fragmentos del Partenón de Atenas

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El Papa decidió devolver los fragmentos de mármol del Partenón de Atenas, una cabeza de caballo y dos humanas, custodiados en los Museos Vaticanos desde el siglo XIX, anunció la Santa Sede.

La decisión del pontífice argentino sigue su "sincero deseo de proseguir el camino ecuménico" (movimiento que busca la unidad de las ramas cristianas) con la iglesia ortodoxa griega, por lo que la "donación" irá en favor del arzobispo de Atenas y cabeza de la iglesia ortodoxa en Grecia, Jerónimo II.

Los Museos Vaticanos poseen tres fragmentos de mármol pentélico -una cabeza de caballo y dos humanas- desde el siglo XIX, procedentes de la decoración escultórica del Partenón ateniense, construido en el siglo V a.C y expoliado a lo largo de la historia.

"El Santo Padre Francisco, como señal concreta de sincero deseo de proseguir el camino ecuménico y de testimonio de la Verdad decidió donar a Su Beatitud, Jerónimo II, arzobispo de Atenas y de toda Grecia, los tres fragmentos del Partenón, desde hace siglos custodiados con cuidado en los Museos Vaticanos y expuestos a millones de visitantes llegados de todo el mundo", dice una nota.

El Vaticano en 2007, en tiempos de Benedicto XVI, negó la devolución de estos tres vestigios, llegados a sus fondos hace dos siglos tras una serie de operaciones de compraventa, pero uno fue prestado a las autoridades helénicas para una exposición en 2015.

Las tres piezas pertenecen a la decoración escultórica del principal templo de la acrópolis ateniense, erigida en el siglo V a.C, edad de oro de la cultura helénica, por voluntad de Pericles, y su autoría está atribuida a la mano del maestro Fidias.

La cabeza de caballo procede del frontón occidental del edificio, en el que se representaba la disputa mitológica entre la diosa de la sabiduría Atenea y el de los océanos Poseidón por el dominio de la región griega del Ática.

El animal, de hecho, formaba parte de la representación de la cuádriga de la diosa guerrera y protectora de la ciudad.

En cuanto a los otros dos mármoles, representan la cabeza de uno de los niños encargados de hacer las ofrendas en el templo y la de un hombre barbudo que formaba parte de la representación del mito de la Centauromaquia, relatado en las metopas meridionales del Partenón.

La devolución vaticana de estas piezas sigue la voluntad de Francisco de tejer buenas relaciones con la iglesia ortodoxa griega, con la que en el pasado Roma mantuvo muchas desavenencias (entre otras, los ortodoxos culpan al Vaticano y a los cruzados de la caída de Constantinopla en 1453).

Se produce además en un momento de debate sobre la descolonización de los museos europeos. El Museo Británico de Londres posee desde comienzos del siglo XIX los conocidos como "Mármoles de Elgin", una enorme colección de piezas decorativas del templo ateniense, así como gran parte de su friso y de sus frontones.

Atenas reclama las piezas y construyó en 2009 un nuevo Museo de la Acrópolis para demostrar que cuenta con un lugar adecuado para albergar ese tesoro arqueológico. En la actualidad, negocia la repatriación de los mármoles desde Londres. En tanto, Italia devolverá a Atenas un fragmento de mármol perteneciente al Partenón, guardado por más de dos siglos en un museo.