Postergación de medida para APR
Por un año fue aplazada la normativa que contempla pago de IVA en el sistema de Agua Potable Rural. Piden eliminarla. Es de esperar que el tema sea abordado pronto en el Congreso, aunque todo indica que las polémicas políticas se tomarán la agenda parlamentaria...
El inicio del año trajo varias noticias relacionadas con la economía cotidiana de las personas. La primera es que, desde el 1 de enero, el sueldo mínimo subió a 410 mil pesos; luego, se materializó el alza de los cobros de peajes y entró en vigencia la Ley 21.420, la cual dispone que todos los servicios profesionales estarán afectos al Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Este último punto en particular ha sido el que más polémica generó en nuestra zona, pues la norma incluye que paguen impuestos los APR, las organizaciones de Agua Potable Rural que realizan la captación, tratamiento y distribución de este elemento básico; cuyo funcionamiento es fundamental para la vida en las comunidades campesinas de Los Ríos. Hay más de 130 de ellos distribuidos en todas las comunas y sus historias están cruzadas por el esfuerzo y la constante amenaza de la escasez hídrica.
Ante esta realidad, las voces de reclamo no se hicieron esperar, porque el alza de impuestos se traduciría en mayor costo para los usuarios. La polémica cruzó la última semana del 2022, tanto localmente como en el resto del país, y finalmente, el Servicio de Impuestos Internos emitió una circular postergando por un año la aplicación de la exigencia.
Esto trajo tranquilidad en lo inmediato, pero hay conciencia que no se trata de una solución, sino un aplazamiento de la medida. Parlamentarios regionales se comprometieron a presentar un proyecto que mantenga la exención tributaria a estos sistemas comunitarios, considerando la labor social que ellos realizan, las dificultades que implica su funcionamiento y la imposibilidad de sus comunidades de elegir otros servicios.
Esa discusión recién se inicia y es muy importante, porque hay transversal acuerdo en la necesidad de subir la recaudación fiscal, pero eso no debiera hacerse afectando a las personas de condición más precaria. No con el agua, al menos, cuyo acceso debiera facilitarse y no verse dificultado, al reconocerla como un derecho.
Es de esperar que el tema pueda abordarse con prontitud en el Congreso y que no se llegue a diciembre de 2023 nuevamente a reaccionar, simplemente. Para ello se requiere voluntad, pues claramente las otras urgencias polémicas se tomarán la agenda política.