"Nuestro club se mantiene vivo y no perdemos la esperanza del gimnasio"
DIRIGENTE. Timonel del tradicional club boxeril continúa la pelea por concretar el proyecto de un nuevo gimnasio.
A temprana edad, Héctor Arcos Aguilar comenzó su relación con tres de los deportes emblemáticos de Valdivia a fines de la década de los '50. A los 12 años entró a ser parte del Club de Remeros Arturo Prat. Luego, integró el club de waterpolo Carlos Anwandter, que jugaba en la cancha acuática ubicada entre el puente Pedro de Valdivia y la feria fluvial. Pero, finalmente derivó a la dirigencia boxeril y desde hace siete años preside al Club de Boxeo Arturo Godoy.
A las puertas de cumplir los 80 años de edad y junto a una renovada fachada del histórico club del boxeo valdiviano, en calle Manuel Rodríguez, el dirigente Héctor Arcos Aguilar afronta un presente institucional de sueños y promesas incumplidas. El club del cual surgieron figuras como Héctor "Chico" Velásquez, Marcelo Herrera, José "Trompito" Moreira, Ricardo Araneda y Héctor Carrasco, lucha largos años para mantenerse vigente en una época en la cual el deporte del boxeo ha sido fuertemente cuestionado y cuando el interés de la juventud apunta en otras direcciones.
En el club Arturo Godoy, fundado el 10 de marzo de 1967, don Héctor trabaja a nivel dirigencial con Hugo Sanzana (tesorero), Felipe Faúndez (secretario), Ricardo Lignai y Javier Alarcón como directores; mientras que en la parte técnica cumplen funciones Raúl Álvarez y Juan "Lenguado" Araneda. El club tiene 25 deportistas, cuyas edades van desde los 12 a los 26 años, quienes entrenan de lunes a viernes, de 19 a 21 horas.
¿En qué momento de la vida surgió su relación con el boxeo?
-Cuando la familia vivía en los Barrios Bajos, mi hermano mayor (Humberto) era entrenador profesional, me llevaba a ver los entrenamientos del club de boxeo General Yáñez y me quedó gustando el deporte. En el Arturo Godoy he sido secretario, tesorero y presidente.
¿Es difícil mantener un club de boxeo?
-Sí, muy difícil. Acá llegan niños con poco estudio, que muchas veces se arrancan y no quieren estudiar más. Entonces, nosotros tenemos que estar viendo si se pueden comprar vendas o bucales, porque los guantes se los pasamos nosotros. Les ayudamos en la medida que podemos. Además, la Asociación ha descuidado a los clubes, no es como cuando estaba como presidente Ruridico Díaz (Q.E.P.D.), que se preocupaba de todos los clubes.
¿En qué pie se encuentra el club Arturo Godoy?
-Continuamos a la espera de que se nos construya un gimnasio nuevo. El proyecto está presentado ante la municipalidad, pero no avanza. Esto comenzó con el alcalde Omar Sabat, pero después vino la pandemia y se echó a perder todo. Al momento, no sabemos qué pasa. El terreno es del Serviu y está entregado en comodato a la municipalidad, para que pueda invertir en la propiedad. Hemos hecho todo lo que nos han pedido y parece que el proyecto es muy caro, como 800 millones de pesos. Pero tiene cosas que nosotros no necesitamos, queremos algo más simple. El año pasado fui varias veces a la municipalidad y seguimos a la espera. Ni los mismos concejales saben lo que pasa con nuestro proyecto, salvo Guido Yobanolo, que siempre nos ha apoyado con esta idea.
Entonces, ¿qué espera de la municipalidad?
-Que se pongan las pilas, si es necesario reestructurar el proyecto para que no sea tan caro y nosotros podamos ofrecerle un recinto deportivo atractivo a los jóvenes, tenerles sus colaciones. Yo creo que el boxeo sigue siendo atractivo, porque al club no llegan jóvenes curados, ni con malas costumbres. Aquí hay un buen trato para todos: hombres y mujeres.
¿Cómo se financia el club?
-Cuando hacemos peleas, con la plata de las entradas. El año pasado hicimos dos veladas.
¿Qué espera de su club hacia el futuro?
-Que siga llegando gente, que podamos arreglar el piso, hay que renovar el ring (solo se puede rescatar las cuerdas), tenemos máquinas donadas por los socios. En el fondo, esperamos tener nuestro nuevo gimnasio. No perdemos la esperanza.
"El proyecto está presentado ante la municipalidad, pero no avanza. Esto comenzó con el alcalde Omar Sabat, pero después vino la pandemia y se echó a perder todo".
Héctor Arcos Aguilar, Presidente club Arturo Godoy