Constitución, tarea de todos
El Proceso Constituyente avanza según las reglas establecidas en el "Acuerdo por Chile", el cual tiene diferencias significativas con el anterior que hacen ser optimistas, sin perder el sentido de realismo.
Desde el humanismo cristiano valoramos las menciones a la dignidad de la persona humana y la búsqueda del bien común, contenidas en las "12 Bases Constitucionales" que servirán de marco para una nueva Constitución.
También nos parece relevante que haya quedado establecido la protección a "el derecho a la vida", "la igualdad ante la ley", "el derecho de propiedad en sus diversas manifestaciones", "la libertad de conciencia y de culto", y "la libertad de enseñanza y el deber preferente de las familias de escoger la educación de sus hijos".
Así como se puede ser optimista, este proceso también debe propender a generar instancias de diálogo y participación, asegurándose ahora la real colaboración de todos los actores de la sociedad, entre ellos, los que estamos en el mundo del trabajo: Trabajadores, empresarios y emprendedores, grandes y chicos.
La empresa, entendida como comunidad de personas que va más allá de la sola búsqueda de utilidades, y consciente de su responsabilidad pública, es un actor relevante y necesario para la construcción de un tejido social cohesionado, por lo que debe tener un papel activo y de cooperación en este proceso de diálogo y participación.
Que lleguemos al plebiscito de salida con un país mayoritariamente unido en torno a un texto que dé garantías de paz y prosperidad es tarea de todos y cada uno.
Francisco Jiménez Ureta Presidente Unión Social de Empresarios Ejecutivos y Emprendedores Cristianos
Uach 2023
En el mes de enero del año 2021, enterado de denunciadas irregularidades administrativas y económicas de la administración de la Universidad Austral de Chile, escribí un artículo titulado "Me duele la Uach" en el cual, tras un breve resumen de la fundación de esta Institución, expresaba mi pesar por la situación que se estaba viviendo y sugería una seria investigación.
Han pasado dos años desde aquella publicación y hoy ya es de conocimiento público que con el fin de hacer frente a la situación económica que se vive se ha despedido al personal del casino y se está estudiando por una comisión de "adecuación, sostenibilidad y proyección institucional" el despido de personal de los distintos estamentos lo cual ha generado inseguridad y angustia en quienes ven amenazada su fuente laboral .
Por medio de estas líneas quiero expresar mi solidaridad con quienes han sido despedidos y con las personas de los distintos estamentos que viven una lamentable situación de incertidumbre.
Omar M. Henríquez F. Padre Fundador UACH
Frase célebre
El nuevo Seremi de Gobierno, ante las recientes renuncias de otros seremis, manifestó que: "los servicios públicos siguen funcionando".
Esto me recordó lo que le expresó al ex obispo de Valdivia don José Santos (Q.E.P.D.) y a los sacerdotes reunidos en la Casa de Ejercicios de Isla Teja, el padre Domingo Arriagada (Q.E.P.D.): "Señor obispo, en el cargo de vicario de la diócesis, que usted me ha confiado, mi labor no ha sido una tarea fácil. Algunos sacerdotes son problemáticos y no obedecen; pero, la Iglesia sigue funcionando".
Lo dicho por el padre Domingo Arriagada, alegró el encuentro y fue una recordada "frase célebre", que ahora se me vino a la mente, a propósito de estas situaciones en el gobierno.
Derico Cofré Catril derico.cofre@hotmail.com
La apuesta china
Nuevos datos muestran la primera caída de la población China desde la década de 1960.
Se proyecta que en los próximos años dicha tendencia se mantendrá, lo que contribuirá a la reducción de la población económicamente activa vivida en la última década, que sumado al aumento de los jubilados, podría poner en crisis las arcas fiscales tan pronto como 2035.
Este paradigma podría ser la gran piedra de tope para los objetivos de la cúpula del Partido Comunista Chino, que aspiran a transformar al país en uno desarrollado antes de 2049, para la celebración del centenario de la república popular.
La difícil situación demográfica se suma a la incertidumbre que vive el sector tecnológico e inmobiliario desde 2020. En consecuencia, resulta pertinente preguntarnos por los riesgos de seguir una política de desarrollo tan ligada a China.
En definitiva, la China de los 2020 no es la misma que la de los 2000.
¿Debería Chile seguir apostando en el mercado chino? ¿Es acaso posible remplazar al gigante asiático?
Juan Pablo Sims Centro de Estudios de Relaciones Internacionales UDD