Víctimas del nazismo
Cada 27 de enero, el mundo recuerda el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Ese día en 1945, el ejército ruso liberó el campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, marcando así el fin de uno de los períodos más oscuros de la historia moderna.
El terror asesino nazi fue dirigido contra millones de personas por cuestiones raciales, de nacionalidad, o de ideología política. Sin embargo, hay un hecho menos conocido y es que entre las víctimas de los nazis estuvieron miles de Testigos de Jehová, que sufrieron por su fe cristiana.
Los Testigos de Jehová, también conocidos entonces como Estudiantes de la Biblia, fueron "el único grupo en el Tercer Reich que fue perseguido únicamente sobre la base de sus creencias religiosas", señala el profesor Robert Gerwarth. El régimen nazi calificó a los Testigos como "enemigos del Estado", según la historiadora Christine King, debido a "su negativa pública a aceptar el más mínimo elemento del nacional-socialismo que no encajara con su fe y creencias".
Por motivos religiosos, los Testigos adoptaron una postura políticamente neutral y se negaron a hacer el saludo "Heil Hitler", a participar en actos racistas y violentos, o a unirse al ejército alemán.
Los Testigos estuvieron entre los primeros enviados a campos de concentración y se les asignó una identificación exclusiva: el triángulo púrpura. De los aproximadamente 35.000 testigos de Jehová en la Europa ocupada por los nazis, más de un tercio sufrió persecución directa. La mayoría fueron arrestados y encarcelados, cientos de sus hijos fueron llevados a hogares o reformatorios nazis y unos 4.200 fueron enviados a campos de concentración. La destacada autoridad Detlef Garbe escribió: "La intención expresa de los gobernantes nazis era eliminar por completo a los Estudiantes de la Biblia de la historia de Alemania". Se calcula que murieron 1.600 Testigos, 370 por ejecución.
Lamentablemente, a pesar del repudio colectivo frente a las atrocidades cometidas durante el régimen nazi, actualmente siguen existiendo regímenes que practican formas opresivas de represión y se oponen a la libertad religiosa, como son los casos de Eritrea, Crimea y Rusia. En este último país, hasta diciembre de 2022, había un total de 98 Testigos encarcelados.
Aunque ya han pasado setenta y ocho años del término de la Segunda Guerra Mundial, este Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto invita a no solo a reflexionar en todo el sufrimiento que vivieron millones, sino también a crear conciencia para que la sociedad condene todo tipo de actitudes racistas, nacionalistas y violentas.
Andrés Baeza Vocero regional Testigos de Jehová portavoz.losrios_jw.org@outlook.com
Síndrome millennial
La reciente columna de opinión "Chile es en serio" de Cristián Warnken, me ha hecho reflexionar sobre un tema al que directa y/o indirectamente me he referido con anterioridad en cartas al lector. Compartiendo la radiografía que nos presenta en su artículo del comportamiento de la sociedad millennial, ofrezco a continuación algunas aprehensiones -dicotómicas a lo mejor- que nacen de mi experiencia de vida y del análisis del comportamiento social.
En el pasado que yo conocí, nadie habría dudado que las reglas sociales, protocolo, orden y autoridad entre otras eran de oro; para ser respetadas, practicadas y cumplidas en beneficio del bien común. Bueno, y ¿entonces por qué llegamos a la liviandad que hoy tenemos, comportamientos irresponsables que se superan con el uso de las RR.SS. y el botón "delete"?
La vida transcurre muy rápido. Lastimosamente la relación carpe diem y tempus fugit es casi inexistente. Acumulamos data y experiencias que tienen escasa aplicación, porque no hay tiempo.
La sociedad amanece día a día sedienta de cosas nuevas que de alguna manera satisfagan sus inalcanzables inquietudes y necesidades. Es decir, no hay vuelta atrás. Por ello, los penosos gaffes de nuestra diplomacia de aprendices, en el mediano o largo plazo serán irrelevantes, y de alguna forma serán cubiertos, con otros posiblemente. Como dijera Scarlett en Lo que el viento se llevó: "después de todo, mañana será otro día". No estamos viviendo un caos. La realidad es así.
Gustavo M. Astorquiza, P. Eng. normaandgus@easterlink.ca
Salud mental y niñez migrante
La ola migratoria tiene un impacto pocas veces visibilizado: el bienestar psicológico de la niñez migrante.
Los niños y niñas migrantes suelen enfrentarse a múltiples estresores en cada una de las etapas del proceso migratorio. Esta es una materia relevante, que debe invitarnos a reflexionar y accionar, pues es una población que se expone a situaciones de riesgo, de vulneración de derechos que en muchos casos puede ocasionar depresiones severas con efectos a largo plazo. Pero, sobre todo, se enfrentan a la percepción de anomia, de no sentirse parte de ningún país, ni del de origen -que tuvieron que abandonar forzosamente- ni del país receptor.
Cuando hablamos de protección de los Derechos del Niño o Niña es esencial, en consecuencia, que el Estado impulse instancias, leyes y herramientas para que los padres y/o cuidadores puedan ejercer una parentalidad protectora y nutritiva desde el punto de vista emocional.
Consejo de la Sociedad Civil de la Niñez