Prof. Armando Lara Soto
Con pesar me he enterado del fallecimiento del Profesor Armando Lara Soto.
Fue un amigo pleno de nobleza, lealtad y afecto. Sus alumnos, tanto de la Universidad Austral como de la Enseñanza Media, disfrutaban con lo ameno de sus clases.
Siempre estuvo dispuesto a ayudar a quien necesitara ayuda. Su voz siempre se destacó en inolvidables relatos deportivos.
Formó una linda familia con María Cristina Yévenes.
Sentiremos su ausencia pero sabemos que Dios lo recibirá con Amor.
Omar M. Henríquez F. omanuelito75@gmail.com
Compromiso de reparación
Como es rutina implantada por los docentes afectados por la vulneración a su dignidad y derechos el año 1981, juntarse todos los días jueves del año frente a La Moneda, implorando con sus figuras desgastadas por el paso del tiempo, ser escuchados en sus demandas de lograr dignificar el estado deploratorio de jubileo al que fueron llevados al privárseles de percibir el aumento de sus remuneraciones promulgadas en la Ley 3551 del 1981.
Sin embargo, el jueves 24 de febrero esta rutina fue diferente, el sol radiante de luz se mostró en toda su extensión y permitió que el Presidente de la República en un acto ventarrón que se agradece, se acercó a este grupo representativo de profesores afectados y ratificó verbalmente su compromiso de reparación de la " deuda histórica ".
Sin embargo lo que de verdad esperamos los profesores es que del discurso el Presidente pase a la acción, enviando pronto un proyecto de ley al Congreso y así los profesores sobrevivientes puedan en justicia optar en sus últimos días al mejoramiento de su calidad de vida, mitigando así sus dolores y sufrimientos.
Boris Segovia segoviabruzzone@gmail.com
8M y salud mental
Feminismos, en plural, como primera respuesta, tal vez en protesta, frente al pensamiento monolítico del patriarcado, que ha determinado históricamente el hacer de las mujeres en las sociedades (y de otros grupos minorizados). Pero también ha sido histórica la lucha de mujeres por cambiar dicha situación para poder convertirnos en protagonistas de nuestras vidas. Es por eso por lo que conmemoramos el 8M, sobre todo para recordar a quienes murieron tan solo por exigir mejores condiciones laborales, hace ya más de un siglo.
Sin duda alguna hemos avanzado, aun cuando las políticas de género han sido instaladas, habitualmente, con muchas cortapisas. Pero han sido mayores las dificultades para cambiar, en particular, una cultura de cuidados en que, en su gran mayoría, las mujeres somos las principales responsables. En particular, el concepto de carga mental, todavía escasamente conocido, se refiere al trabajo de organizar, administrar, 'llevar una casa', que incluye el cuidado de la familia, el cual es invisibilizado, naturalizado y subvalorado.
La carga mental exige a la persona trabajo físico, demanda emocional y habilidades cognitivas para mantener todo 'en orden', la estabilidad familiar, y la rutina diaria, que debe ser sostenida en el tiempo, sin pausa. El problema es que cuando no se comparte, cuando no es posible tener un espacio personal, o poder 'hacer otra cosa', afecta nuestra salud mental, ya que los seres humanos requerimos momentos para restaurarnos, de descanso, de tiempo libre.
Al ser un rol asignado 'naturalmente' a las mujeres, se genera una sanción social, una crítica, cuando las mujeres expresamos alguna molestia, cansancio o mal humor, sobre todo al interior de las propias familias. Del mismo modo, nos hacemos parte de esta naturalización del rol, aumentando la sobre carga de actividades al interior del hogar, porque al final, si algo no funciona, si hay algún pendiente, nos sentimos responsables, permaneciendo en un eterno círculo vicioso.
Cambiar rutinas no es tarea fácil, pero en el marco de este 8M comprometámonos a soltar la carga para que alguien más pueda tomarla. Al final de eso se tratan los feminismos, compartir por igual la vida en todas sus dimensiones.
Daniela Olivares Aising Terapeuta Ocupacional Académica Facultad de Medicina, Universidad Austral de Chile
Brecha de género en inglés
El último informe EPI, que mide el nivel de inglés en más de 100 países y que se realiza desde 2011 detalló diferencias que se han dado entre los niveles de dicho idioma en mujeres y hombres.
Hasta el 2014, eran las mujeres quienes demostraban un mejor dominio de inglés. Ese año la brecha se redujo considerablemente y, desde 2019, son ellos quienes hablan mejor. Estos resultados se relacionan directamente con la brecha de género y la diferencia de oportunidades que existe entre hombres y mujeres. Existen oportunidades para aprender, pero es necesario que el acceso a este tipo de instancias se aproveche al máximo para poder darle dirección a la vida de una forma distinta y mucho más autónoma y, en ese sentido, el manejo del inglés puede ser una herramienta fundamental para crear sociedades más libres y equitativas.
Sergio Canal Education First Chile