Indultos
A propósito de los indultos y de lo resuelto por el Tribunal Constitucional, creo pertinente volver a "poner la pelota en el piso" y puntualizar lo siguiente:
Primero. Sólo se indulta a quienes han cometido delitos, o sea, a los delincuentes. Se trata de personas que fueron condenadas por los Tribunales de Justicia y que estaban cumpliendo sus condenas.
Segundo. No es aceptable que desde la vocería del Gobierno se diga que el Presidente de la República no tenía todos los antecedentes a la vista cuando tomó la decisión de liberar a los condenados. Tampoco se ve bien que su colega de Justicia, quien asumió el cargo con posterioridad a la liberación de los presos, señale lo contrario. El Gobierno debe explicar por qué los indultó y no confundirnos.
Tercero. Aun cuando no conocemos todavía los fundamentos de la sentencia del Tribunal Constitucional, que rechazó el requerimiento de inconstitucionalidad formulado, vale la pena señalar que la potestad para indultar (indultos particulares) sólo pertenece al Presidente de la República y que, en este caso, lo solicitado por la Oposición era y es bastante discutible en derecho. En nada ayudan los exabruptos de uno de los ministros del TC, quien además no cree en la democracia representativa, denominada por él "partitocracia".
Cuarto. Respecto de varios de los indultados, el Presidente tomó la decisión de liberarlos en contra de lo recomendado por Gendarmería de Chile, institución que había manifestado que los solicitantes del beneficio tenían riesgos de reincidencia altos o muy altos y una falta de conciencia de los delitos cometidos.
Quinto. Ahora bien, ¿por qué lo hizo? Estoy convencido -y esta es mi opinión- que los liberó porque estaba de acuerdo con las acciones que ellos habían desarrollado durante los días del "Octubrismo", esto es, la vandalización de las principales ciudades de nuestro país. No hay otra respuesta plausible y no resulta aceptable que se legitime la violencia.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
Indultos y TC
El Tribunal Constitucional decidió rechazar la impugnación presentada por la oposición sobre la legalidad de los decretos firmados por el Presidente Boric con los cuales se benefició a siete presos del estallido social.
El capítulo VII en el número 16 del Artículo 93 de la Constitución establece que una de las atribuciones de dicho Tribunal es la de resolver sobre la constitucionalidad de los decretos supremos, cualquiera sea el vicio invocado, incluyendo aquéllos que fueren ejercidos en el ejercicio de la potestad reglamentaria autónoma del Presidente de la República cuando se refieran a materias que pudieran estar reservadas a la ley por mandato del artículo 63.
Esta decisión del Tribunal, que puede disgustar a miembros de la oposición y agradar a quienes no hace mucho tiempo se manifestaron en contra de la existencia de este Tribunal, debe ser respetada recordando que tal respeto es fundamental para una sana convivencia.
Omar M. Henríquez F. omanuelito75@gmail.com
Lino Velásquez Bascur
Se fue en silencio, como él era, humilde sencillo, solidario, honesto y gentil.
Se fue Lino Velásquez Bascur, uno de los grandes Maestros Normalistas de nuestra ciudad, de los cuales ya quedan pocos.
Era un ejemplo de caballerosidad, de respeto hacia el prójimo digno de imitar, un educador a carta cabal donde se desempeñó, tanto en su querida Escuela Normal, como en su inolvidable Escuela Anexa y Ampliación y en la Universidad Austral, donde estuvo y supo entregar sus grandes condiciones de ser humano.
Fue un deportista enorme. Está en la historia del fútbol valdiviano donde vistió en forma permanente la camiseta de la selección de Valdivia, por años. Fue fundador jugador y entrenador del Ex Deportivo escuela Normal,un club hoy desaparecido.
Quienes tuvieron y tuvimos el honor de conocer a este gran educador, hoy sentimos su partida, pero sabemos que ha dejado un legado en todas las generaciones a las cuales educó, las cuales fueron muchas.
El "Viejo" Lino, como todos le conocíamos en el ámbito educacional y deportivo, fue un hombre que sembró la semilla del saber, con vocación ejemplar, admirable y dedicada.
Sin dudas se ha ido un grande, quizás para muchos pase inadvertido; pero para la historia de nuestra ciudad seguirá siempre en los corazones de quienes siempre lo admiramos, especialmente porque era mesurado en sus ideas y consejos, sincero en el trato para con los demás y porque supo ganarse el aprecio de todos, algo que no es fácil lograr cuando las ideas son distintas.
Era conciliador, con su pausada voz y su mente clara como las transparentes aguas de los años. Llegó a cada corazón con su palabra, pero se fue así y por eso quise dejar en esta pluma un recuerdo para él, porque se lo merece y porque los valdivianos deben siempre saber que existieron buenos hombres. Hasta siempre, Maestro.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com