Dolor y unidad por asesinato
La muerte de la sargento segunda Rita Olivares impacta al país. Desde todos los sectores hay repudio, pero no acuerdo. Es la segunda mártir institucional en menos de 15 días. Claramente, es preciso buscar acuerdos reales que permitan respaldar el accionar de las policías.
Un nuevo asesinato enluta a Carabineros y al país. Esta vez la víctima fue la sargento segunda Rita Olivares, baleada en la cabeza por delincuentes mientras cumplía con su deber en Quilpué, Región de Valparaíso. Desde el gobierno y todos los sectores políticos se manifestó de inmediato completo repudio, tal como sucedió hace pocos días con el caso del suboficial mayor Alex Salazar y con otros mártires de la institución en los últimos meses.
Desde República Dominicana, donde asistía a la cumbre latinoamericana de jefes de Estado, el Presidente Gabriel Boric aseguró máximo rigor de la ley y pidió "no hacer de la tragedia una trinchera", refiriéndose a la ola de declaraciones cruzadas entre la oposición y el oficialismo por las medidas de seguridad que se deben tomar (ver página 10).
Al respecto hay muchos puntos que aclarar, pues mientras el gobierno dio urgencia a 16 proyectos relacionados con seguridad y pide apoyo para ellos; la oposición insiste en que no se ha incluido en esa lista las iniciativas "que realmente permitirían dar respaldo a las policías".
Desde Los Ríos el diputado Patricio Rosas, en su calidad de presidente del Movimiento Unir y miembro del Comité Político en La Moneda, llamó a trabajar en conjunto por el avance de la agenda legislativa y reiteró rechazo "a toda acción que vayan en camino contrario a esto, como restarse de la mesa de seguridad y Acusaciones Constitucionales".
Por su parte la senadora María José Gatica (RN) dijo que la centro derecha lleva un año pidiendo que se ponga urgencia a proyectos como el que aumenta las penas a quienes atenten contra policías y gendarmería (presentado en marzo de 2022) y el de protección policial y regla de los 21 pies (presentado en junio del 2022) sobre uso de armas de servicio, entre otros. Además, un grupo de senadores envió una carta abierta al Presidente pidiendo acción al respecto (p.7)
Sin duda que estas posiciones evidencian acuerdo en rechazar la violencia, pero también son reflejo de un distanciamiento en las miradas y posiciones frente a ella. En tal contexto, una buena señal es la suspensión de la semana distrital de la Cámara de Diputados para iniciar tramitación de Ley Naín. Es preciso que se establezca un diálogo más profundo, para lograr acuerdos que miren hacia el bien común.