Maltrato animal: Kira
Kira, era una perrita Akita Shepherd, maltratada y abandonada por su antiguo dueño, a quien se le interpuso una demanda por tenencia irresponsable y maltrato animal en la PDI, respaldado por La Ley Cholito. Fue rescatada y rehabilitada a través de recursos que la misma comunidad aporta y destinada para este y otros casos de la misma índole que usualmente rescato.
Estuvo un mes hospitalizada por su estado de desnutrición y esperando que alguna familia se interese por cambiar su vida. Luego de estar meses en distintos hogares de paso, Kira fue adoptada por un joven a quien desde un principio se le brindó apoyo y colaboración, pero pese a que se le hizo seguimiento, abandonó a Kira tal como lo hizo su antigua familia.
Cuando me percaté de esta situación fui a verla a su actual hogar el día 9 de marzo del 2023 y se encontraba en la calle. Recurrí a un llamado a la gente pidiendo por favor que alguien la reciba en su hogar para que no muera atropellada ya que se encontraba en la calle cercana a la carretera a la salida norte de nuestra ciudad (sector Arenal).
Pese a todos mis esfuerzos, el mismo día y cercano a la media noche recibo el llamado de alguien contándome que estaba muerta.
Kira, es el símbolo de abandono, maltrato de mascotas que hay en la comuna de Valdivia.Es por eso que se hace un llamado a la comunidad a utilizar los medios que ha puesto la municipalidad, como la veterinaria municipal que es totalmente gratuita en donde se puede vacunar y esterilizar a las mascotas llamando los viernes de 8:30 a 14:00 al número +56632295676.
El mayor acto de amor es esterilizar, para acabar con la sobrepoblación de animales de compañía.
Pido que sigan apoyando a rescatistas y agrupaciones, que se dedican a rescatar y rehabilitar a mascotas abandonadas o maltratadas, quienes tenemos deudas millonarias en veterinarias que se suman a nuestra labor como la veterinaria Picarte.
Ahora Kira, se encuentra en un mejor lugar y espero nos volvamos a re encontrar. Desde mi vereda puedo decir que hice todo por ella.
Consuelo Mora Valdiviana. Rescatista independiente de mascotas
Isla Teja
Sobre la Isla Teja, sabemos el precio de todo, pero el valor de nada. Como toda historia colonial, se parte el día en que se funda la ciudad y se borra con el codo, el "pasado pasado" de quienes allí vivían.
La historia oficial la bautizó como Isla de Valenzuela en el año 1569 aproximadamente, pasando a llamarse Isla Teja en tiempos de la Colonia, por la fábrica de ladrillos y tejas que proveían de material de construcción en la época. En 1850 es comprada por el municipio, dando paso a la llegada de familias alemanas que transformaron la isla en un polo importante de industrialización, destacando la producción de cerveza, calzado y curtiembre.
Lo que viene después es historia ya conocida y mala oferta del turismo convencional de la ciudad. La paradoja en todas las historias coloniales es que hay otras historias, unas que no se cuentan en la historia oficial. En esta otra historia, isla se conoce como "huapi".
Poco conocida es la abundancia de rukas mapuche en varios puntos de la huapi. El mapa holandés del siglo XVIII deja constancia de ello. Por otro lado, las cerámicas mapuche datadas de hace 300, 500 y 800 años encontradas en el predio de 4,75 hectáreas que la comunidad mapuche Coliñir reivindica, sumado a una veintena de estudios e informes, dan fundamento sólido para que a esta comunidad urbana se le reconozca el terreno que cuidan y por sobre todo, el derecho a desarrollar su plan de vida en dicho territorio.
Que hoy se ponga "Isla Teja" en Google y solo te aparezcan ofertas de proyectos inmobiliarios y arriendo de departamentos habla muy mal de lo que estamos diseñando para el futuro de la isla.
La propuesta emergente de turismo de base comunitaria urbana que proponen las familias Coliñir, es una muy buena invitación a la ciudad y a la región a vivir y valorar esa otra historia no contada, quienes aquí vivimos, debemos conocer esas otras historias.
Christian Henríquez Zúñiga Director Fundación Manfred Max Neef.
Voltereta
El tema voltereta en el ámbito político no es nuevo. "Observen mis labios y tomen nota de mi promesa: no subiré los impuestos". Magistral y elocuente anuncio político de George H.W. Bush en la convención del Partido Republicano en 1988. No obstante, dos años más tarde tuvo que alzar los impuestos como parte de un compromiso con los congresales del Partido Demócrata.
El cambio de proceder de un líder puede resultar beneficioso en un mundo que se mueve con rapidez y evoluciona con tecnología e innovación, pero debe reflejar un pensamiento pragmático que considere la viabilidad de una idea antes de adoptarla.
Permanecer estático no es opción. Sin embargo, cuando un líder político cambia de opinión y visión de un día para otro, la confianza depositada en él y su credibilidad invariablemente resultarán dañadas.
Gustavo M. Astorquiza normaandgus@easterlink.ca